Domingo de Petrés para niños
Datos para niños Domingo de Petrés |
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Información personal | ||
Nacimiento | 10 de junio de 1759 Petrés (España) |
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Fallecimiento | 1811 | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Arquitecto | |
Orden religiosa | Orden de Frailes Menores Capuchinos | |
José Pascual Domingo Buix Lacasa, más conocido como Domingo de Petrés, fue un fraile capuchino y arquitecto español. Nació el 10 de junio de 1759 en Petrés, España, y falleció en Bogotá, en lo que hoy es Colombia, en 1811.
En 1792, Domingo de Petrés viajó al Virreinato de Nueva Granada (actual Colombia). Se convirtió en el primer arquitecto con formación profesional en Bogotá. Trabajó allí desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX. Diseñó y dirigió la construcción de varias obras importantes. Entre ellas se encuentran templos neoclásicos con toques barrocos. Algunas de sus obras más conocidas son la catedral de Santa Fe de Antioquia (1799) y la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá. También trabajó en la Catedral de la Santísima Trinidad, San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Asunción de Zipaquirá, que es de estilo neoclásico. Lamentablemente, murió poco antes de que esta última fuera terminada.
¿Quién fue Domingo de Petrés?
Sus primeros años y formación
Los padres de Domingo de Petrés fueron Vicente Buix, quien era albañil, y Caterina Lacasa. Desde niño, Domingo acompañaba a su padre y le ayudaba en su trabajo de albañilería. Así, aprendió el oficio de forma práctica, como era costumbre en aquella época.
A los 18 años, en 1777, Domingo ingresó en el Convento de la Magdalena, en Masamagrell. Tres años después, se convirtió en un fraile que se dedicaba a trabajos manuales. Entre 1780 y 1781, trabajó en varios conventos de España. Allí, sus tareas de albañilería se hicieron cada vez más complejas y con mayor responsabilidad.
Su trabajo era muy valioso para la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Muchos edificios religiosos necesitaban ser restaurados o reconstruidos debido al paso del tiempo o a desastres naturales. En Monóvar, conoció a fray Juan de Cartagena, quien le prestó un libro de arquitectura. Este libro fue muy importante para su formación, ayudándole a pasar de ser un albañil a un arquitecto.
Su educación en Murcia
Después de Monóvar, Domingo de Petrés se trasladó a Murcia. Allí, completó su formación en arquitectura. Combinó su trabajo práctico con estudios avanzados en la Escuela de Diseño de Murcia. Esta escuela, fundada en 1765, estaba dirigida por el famoso escultor Francisco Salzillo.
Gracias a la ayuda de una hermana de Salzillo, que era monja capuchina, Domingo de Petrés pudo ingresar como alumno regular en la escuela. Después de varios años, se graduó como arquitecto. Su educación le permitió estudiar diversos estilos arquitectónicos, desde el románico y gótico hasta el renacentista, barroco y neoclásico.
De todos estos estilos, Domingo de Petrés prefería el neoclásico. Lo consideraba más sencillo y austero, lo que encajaba mejor con las reglas de su orden religiosa. Sin embargo, cuando restauraba templos, siempre intentaba respetar el estilo original, especialmente en el interior, para conservar lo que ya existía.
¿Por qué viajó a América?
En América, las autoridades de la época buscaban nuevas técnicas y profesionales en arquitectura. Esto se debía a que muchos monumentos y edificios religiosos estaban deteriorados. Además, un gran terremoto en 1775 había dañado muchas construcciones.
Por estas razones, las autoridades religiosas y civiles del virreinato habían pedido el envío de arquitectos desde España. El superior de la orden capuchina en Nueva Granada, Antonio de Muro, solicitó que enviaran unos 20 frailes y hermanos con habilidades en construcción. Finalmente, 14 se ofrecieron, y entre ellos estaba fray Domingo de Petrés.
Su viaje comenzó en el puerto de Alicante el 7 de enero de 1792. Fue un viaje complicado, con dos intentos fallidos debido a tormentas. Finalmente, el 13 de marzo de 1792, partió de Cádiz y llegó a Cartagena de Indias el 25 de abril. Viajó junto a otros frailes capuchinos.
Sus obras más importantes en Nueva Granada
Poco después de llegar a Cartagena, Domingo de Petrés se dirigió a la capital del Virreinato, Santafé de Bogotá. Llegó el 1 de agosto de 1792 y casi de inmediato comenzó a trabajar en la restauración y construcción de edificios. Realizó tanto obras civiles (para la ciudad) como eclesiásticas (para la iglesia).
La Iglesia de La Capuchina
La iglesia y convento de San José, donde vivían los frailes capuchinos en Bogotá, era conocida como La Capuchina. Estaba en el barrio de San Victorino, un poco alejada del centro de la ciudad en ese tiempo. Domingo de Petrés se dedicó a su reconstrucción y mejora tan pronto llegó a Santafé de Bogotá, y trabajó en ella durante varios años.
Uno de los mayores desafíos fue la falta de dinero, lo que limitaba el avance de las obras. La iglesia se construyó en un estilo sencillo, conocido como herreriano. La Capuchina fue la primera obra de De Petrés en Bogotá, aunque su forma original ha cambiado con el tiempo debido a restauraciones posteriores.
Acueducto y fuente de San Victorino
El barrio de San Victorino, donde se encontraba La Capuchina, no tenía agua potable. Los habitantes habían pedido una solución durante mucho tiempo. La fuente de agua más cercana estaba a un kilómetro de distancia, por lo que era necesario construir un canal o acueducto.
De Petrés estudió el proyecto y lo inició en 1792, apenas llegó a Bogotá. Sin embargo, la gente no donaba mucho dinero, y las obras avanzaban muy lentamente. Un canónigo llamado Andrade, al ver la situación, prometió cubrir los gastos necesarios para construir la fuente desde el río Arzobispo.
Así, se construyó el acueducto y una fuente de estilo neoclásico. También se hizo una conexión para llevar agua directamente al convento de los capuchinos. Estas obras se terminaron en 1798.
Iglesia y convento de Santo Domingo
La orden de Santo Domingo fue una de las primeras en llegar a la capital del virreinato. A mediados del siglo XVI, ya tenían un convento y un gran templo. Un incendio y, más tarde, un terremoto en 1785, destruyeron gran parte de estos edificios.
Los dominicos comenzaron a reunir fondos para la restauración. Las autoridades pidieron a Manuel Lozano que evaluara los daños, y el costo era muy alto. No había nadie que se hiciera cargo del trabajo hasta que llegó De Petrés, quien empezó a dirigir las obras.
Hubo algunos problemas con el dinero y desacuerdos entre las órdenes religiosas, lo que retrasó la finalización. Aunque De Petrés colaboró desde el principio, no fue hasta 1797 que recibió la autorización oficial de su superior. Para 1799, la mayor parte de la iglesia estaba lista. Cuando De Petrés falleció en 1811, solo faltaban algunos detalles en la torre y la fachada de la iglesia de Santo Domingo.
Basílica de Nuestra Señora de la Chiquinquirá
Esta obra se realizó fuera de la capital, en Chiquinquirá, a unos 134 km de Bogotá. La participación de De Petrés en esta construcción generó algunas diferencias entre las órdenes religiosas. El superior de los capuchinos en Bogotá, fray Andrés de Aras, no quería que el arquitecto capuchino trabajara en proyectos para otras congregaciones.
A pesar de esto, fray Domingo viajaba a Chiquinquirá a mediados de diciembre, se quedaba varias semanas para avanzar en las obras y dar instrucciones a los albañiles, y luego regresaba a la capital a mediados de enero. Su dedicación permitió que la basílica tomara forma.
Otras construcciones importantes

Domingo de Petrés también participó en otras obras importantes. Algunas de ellas son:
- El Observatorio Astronómico Nacional de Colombia.
- El Hospital San Juan de Dios y la iglesia del mismo nombre.
- La iglesia de Guaduas.
- El puente del Topo y el puente de la Serrezuela.
- El templo de San Diego.
- La iglesia de San Francisco.
- La iglesia de Santa Inés.
- La Real Casa de la Moneda.
- El colegio de San Agustín.