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Desamortización española para niños

Enciclopedia para niños

La desamortización española fue un proceso muy largo en la historia de España. Comenzó a finales del siglo XVIII y terminó bien entrado el siglo XX. Consistió en que el Estado tomara tierras y bienes que antes no se podían vender. Estos bienes pertenecían a la Iglesia, a órdenes religiosas y a los municipios. Luego, el Estado vendía estos bienes en subastas públicas.

A estos bienes se les llamaba "manos muertas" porque no se podían vender ni hipotecar. La Iglesia y las órdenes religiosas habían acumulado muchas de estas tierras por donaciones. Los municipios tenían tierras comunales, que eran usadas por los campesinos para su economía.

El objetivo principal de la desamortización era conseguir dinero para pagar las deudas del Estado. También se buscaba aumentar la riqueza del país. Se quería crear una clase media de agricultores que fueran dueños de sus tierras. Además, se buscaba modernizar la economía para que el Estado pudiera recaudar más impuestos.

La desamortización fue una herramienta importante para que los liberales cambiaran el sistema de propiedad. Así, se pasó del Antiguo Régimen a un nuevo Estado liberal en el siglo XIX.

Desamortización en el Antiguo Régimen

Ideas de los ilustrados

Archivo:Pablo Olavide
Retrato de Pablo de Olavide, grabado de Juan Moreno de Tejada (por dibujo de Luis Paret y Alcázar) antes de 1805.

Los pensadores ilustrados estaban preocupados por el atraso de la agricultura en España. Creían que una de las causas era la gran cantidad de tierras en manos de la Iglesia y los municipios. Estas tierras estaban mal cultivadas y no se podían vender. Esto hacía que el precio de las tierras "libres" subiera mucho. Además, estas tierras no pagaban impuestos.

El conde de Floridablanca, ministro de Carlos III, se quejaba en 1787 de que estas tierras no pagaban impuestos. También decía que se deterioraban si sus dueños no podían cultivarlas bien.

Una de las ideas de los ilustrados, como Pablo de Olavide y Gaspar Melchor de Jovellanos, fue vender las tierras llamadas baldíos. Eran tierras sin cultivar y sin gente que pertenecían a los ayuntamientos. Se usaban para que el ganado pastara.

Olavide pensaba que la ganadería había frenado el progreso agrícola. Por eso, propuso que todas las tierras se cultivaran. Los baldíos debían venderse primero a personas ricas que tuvieran medios para cultivarlas. Una parte se reservaría para campesinos con animales de labranza. El dinero de estas ventas se usaría para construir caminos y canales.

Archivo:Francisco de Goya y Lucientes - Gaspar Melchor de Jovellanos
Gaspar Melchor de Jovellanos (1798), retratado por Goya (Museo del Prado, Madrid).

Jovellanos fue más allá. Propuso vender no solo los baldíos, sino también las "tierras concejiles". Estas tierras daban muchas ganancias a los ayuntamientos. Jovellanos creía en la libertad económica. Defendió la venta "libre y absoluta" de estos bienes. No le preocupaba que las tierras fueran a parar a pocas manos. Pensaba que al venderse, las tierras se cultivarían mejor. Las ideas de Jovellanos influyeron mucho en los liberales del siglo XIX.

En cuanto a las tierras de la Iglesia, los ilustrados no querían venderlas. Solo propusieron limitar que la Iglesia comprara más tierras. Pero esta idea fue rechazada por la Iglesia.

Medidas de Carlos III

Durante el reinado de Carlos III, se tomaron algunas medidas tímidas de desamortización. Esto ocurrió después de unos disturbios en 1766. La medida más importante fue entregar en alquiler tierras municipales a los vecinos más necesitados. Esto se hizo primero en Extremadura y luego en todo el reino.

Sin embargo, esta medida duró poco, solo tres años. En 1770, se cambió la ley. Se dio prioridad a los agricultores con más animales de labranza. Así, la idea de ayudar a los más pobres desapareció. Las tierras municipales pasaron a manos de las personas más ricas de los pueblos. Los campesinos pobres no tenían medios para cultivar las tierras que se les daban.

En resumen, los políticos de Carlos III buscaban más cultivar tierras que ayudar socialmente. Sus planes no tenían los medios para aplicarse bien. Además, las personas ricas de las provincias se opusieron a cualquier reforma social.

Desamortización de Godoy

Durante el reinado de Carlos IV (1788-1808), se inició la "Desamortización de Godoy" en 1798. Carlos IV obtuvo permiso del Papa para expropiar bienes de los jesuitas y de obras de caridad. Esto incluía una sexta parte de los bienes de la Iglesia. También se desamortizaron bienes de hospitales y colegios.

Esta desamortización fue un cambio importante. Se vinculó la venta de bienes a la necesidad de pagar la deuda pública. Las desamortizaciones liberales del siglo XIX seguirían este camino.

Desamortizaciones liberales del siglo XIX

Reinado de José I Bonaparte (1808-1813)

José Bonaparte, rey de España, ordenó en 1809 la supresión de todas las órdenes religiosas. Sus bienes pasaron a ser propiedad del Estado. Muchos conventos y monasterios fueron disueltos.

También se confiscaron las rentas de algunas propiedades para financiar al ejército francés. Pero estas propiedades fueron devueltas en 1814.

Cortes de Cádiz (1810-1814)

Archivo:José Canga Argüelles (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando)
José Canga Argüelles, retratado por Antonio Cavana (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).

En 1811, los diputados de las Cortes de Cádiz reconocieron la enorme deuda del Estado. Para pagarla, propusieron vender bienes de "manos muertas". En las subastas, dos tercios del precio se podían pagar con títulos de deuda pública. El dinero en efectivo se usaría para pagar los intereses de la deuda.

En 1813, se declaró "bienes nacionales" a las propiedades que el Estado iba a vender. Esto incluía bienes de personas consideradas "traidoras", de órdenes militares y de conventos destruidos. También se incluyó la mitad de los baldíos y tierras reales de los municipios.

Sin embargo, este decreto apenas pudo aplicarse. Fernando VII regresó al trono en 1814 y restauró el poder absoluto. Pero los principios de esta ley sirvieron de base para futuras desamortizaciones.

Un decreto de 1813 de las Cortes de Cádiz sí tuvo más aplicación. Se vendieron tierras baldías y bienes de los municipios. El objetivo era ayudar al Estado, premiar a los defensores de la patria y socorrer a los ciudadanos sin propiedades. La mitad de los bienes se vendía para pagar la deuda. La otra mitad se repartía gratis a los que habían servido en la guerra y a los vecinos sin tierras. Sin embargo, estos últimos debían pagar un canon y podían perder la tierra si no lo hacían. Esto hizo que la finalidad social no se cumpliera del todo.

Trienio Liberal (1820-1823)

Cuando se restauró la Constitución de 1812 en 1820, los gobiernos del Trienio Liberal tuvieron que enfrentar de nuevo la deuda. Se volvió a aprobar el decreto de las Cortes de Cádiz de 1813. Se añadieron a la venta las propiedades de la Inquisición, que había sido eliminada.

En las subastas, solo se aceptaban títulos de deuda pública como pago. Esto hizo que el dinero real pagado por los compradores fuera muy bajo. Las fincas pasaron a manos de personas ricas. Estas personas, a menudo, subían el alquiler a los agricultores pobres.

Las Cortes del Trienio también restablecieron la venta de baldíos y bienes municipales. Además, por primera vez, se desamortizaron bienes del clero regular (órdenes religiosas). Se suprimieron muchos monasterios y sus bienes pasaron a ser "bienes nacionales". También se prohibió a las "manos muertas" adquirir más bienes inmuebles.

Desamortización de Mendizábal (1836-1837)

Archivo:Juan Alvarez Mendizábal
Juan Álvarez Mendizábal.

La desamortización de Juan Álvarez Mendizábal fue una de las más importantes. En 1835, se suprimieron los conventos con menos de doce religiosos. En 1836, se decretó la venta de los bienes de estos monasterios. Luego, se amplió la supresión a todos los monasterios y congregaciones de hombres.

Archivo:1853-04-03, Semanario Pintoresco Español, El ex-monasterio de San Miguel del Monte, ó de la Morcuera
El ex-monasterio de San Miguel del Monte, ó de la Morcuera (Semanario Pintoresco Español, 1853). Este monasterio, ubicado en Burgos, fue uno de los exclaustrados en la desamortización de Mendizábal, quedando progresivamente abandonado y en ruinas.

Las comisiones municipales se encargaron de dividir las tierras en lotes. A menudo, crearon lotes grandes que solo podían comprar las personas muy ricas. Los pequeños agricultores no pudieron comprar tierras. Así, las tierras fueron compradas por nobles y burgueses adinerados. No se pudo crear una clase media de propietarios.

La Iglesia excomulgó a quienes expropiaban y compraban las tierras. Esto hizo que muchos compraran a través de intermediarios.

Desamortización de Espartero (1841)

En 1841, el regente Baldomero Espartero impulsó la desamortización de bienes del clero secular (sacerdotes que no pertenecen a órdenes religiosas). Esta ley duró solo tres años. Cuando el partido progresista perdió el poder, la ley fue eliminada.

En 1845, el Gobierno intentó mejorar las relaciones con la Iglesia, lo que llevó a la firma de un acuerdo en 1851.

Desamortización de Madoz (1854-1856)

Archivo:Pascual Madoz, de José Nin y Tudó (1873), Congreso de los Diputados (2)
Retrato de Pascual Madoz (1873) por José Nin y Tudó.

Durante el gobierno progresista, el ministro Pascual Madoz realizó una nueva desamortización en 1855. Fue más controlada que la de Mendizábal.

Se pusieron a la venta propiedades comunales de los ayuntamientos, del Estado, del clero, de órdenes militares, cofradías y otras instituciones. Se exceptuaron las Escuelas Pías y los hospitales de San Juan de Dios, que se dedicaban a la enseñanza y la medicina.

Esta desamortización fue la que vendió más propiedades. El Estado obtuvo casi el doble de dinero que con la desamortización de Mendizábal. Este dinero se usó para cubrir el déficit del Estado, pagar la deuda pública y realizar obras públicas. También se destinó dinero para reparar iglesias.

La ley de Madoz de 1855 unió las normas de desamortización civil y religiosa. Fue la última ley importante de este tipo en el siglo XIX.

Se calcula que de todo lo desamortizado, el 35% era de la Iglesia, el 15% de beneficencia y el 50% de propiedades municipales.

En 1924, una ley municipal derogó las leyes sobre la desamortización de los bienes de los pueblos.

Consecuencias

Sociales

La desamortización no cambió radicalmente la estructura de la propiedad. Las parcelas pequeñas fueron compradas por gente de los pueblos cercanos. Las propiedades más grandes las compraron personas más ricas de las ciudades.

En el sur de España, donde ya había grandes propiedades, la desamortización las reforzó. No había pequeños agricultores con dinero para comprar grandes fincas.

La privatización de los bienes comunales afectó a muchos campesinos. Se quedaron sin recursos como leña o pastos. Esto hizo que mucha gente del campo emigrara a zonas industrializadas o a América.

Otra consecuencia fue la salida de miles de religiosos de sus conventos. Muchos conventos fueron cerrados. Los religiosos jóvenes buscaron trabajo o se unieron a grupos políticos. Los mayores vivieron con dificultades, dando clases o haciendo trabajos mal pagados.

La supresión de las órdenes religiosas tuvo un gran impacto en la sociedad española. El aspecto de las ciudades cambió. Madrid, por ejemplo, dejó de estar "ahogada por una cadena de conventos". Muchos conventos fueron derribados o transformados.

Económicas

  • El Estado recaudó más de 14.000 millones de reales de las subastas.
  • Aumentó la superficie cultivada y la producción agrícola. Se mejoraron los cultivos gracias a nuevas inversiones. Por ejemplo, en Andalucía se extendió el cultivo del olivo y la vid. Sin embargo, esto también causó un aumento de la deforestación.
  • La mayoría de los pueblos sufrieron un golpe económico. Las tierras comunales, usadas para la subsistencia, pasaron a manos privadas.

Culturales

Archivo:Museo Bellas Artes Sevilla 20120728
El Museo de Bellas Artes de Sevilla guarda una enorme colección de arte religioso de los conventos y monasterios de Sevilla que sufrieron desamortizaciones. El propio edificio del Museo fue un convento de la Merced Calzada.

Muchos cuadros y libros de monasterios se vendieron baratos y acabaron en otros países. Sin embargo, gran parte de los libros pasaron a bibliotecas públicas o universidades. Muchos edificios artísticos, como iglesias y monasterios, quedaron abandonados. Pero otros se convirtieron en edificios públicos, museos u otras instituciones.

Políticas e ideológicas

Uno de los objetivos era fortalecer el régimen liberal. Se esperaba que los compradores de tierras formaran una nueva clase de propietarios leales al gobierno. Pero esto no se logró, ya que la mayoría de las tierras fueron compradas por grandes propietarios.

La mitad de las tierras vendidas eran comunales, es decir, tierras compartidas por los campesinos. Estas tierras eran vitales para la economía de subsistencia de las zonas rurales. Su desamortización significó la destrucción de sistemas de vida y de organización comunitaria de siglos.

Ecológicas

Desde el punto de vista del medio ambiente, la desamortización causó un gran daño. Millones de hectáreas de montes pasaron a manos privadas. Muchos de estos bosques fueron talados y convertidos en tierras de cultivo. Esto provocó una inmensa deforestación en España.

Las desamortizaciones del siglo XIX, especialmente la de Madoz, fueron una gran catástrofe ecológica. Grandes extensiones de bosques públicos fueron privatizadas. Los compradores a menudo talaron los árboles para hacer carbón vegetal. Esto causó la extinción de muchas especies de plantas y animales en esas regiones.

Otras

En el aspecto urbanístico, la desamortización de los conventos ayudó a modernizar las ciudades. Se pasó de una ciudad con grandes edificios religiosos a una ciudad más moderna, con construcciones más altas, ensanches y nuevos espacios públicos.

Los antiguos conventos se transformaron en edificios públicos (museos, hospitales, oficinas, cuarteles). Otros fueron derribados para crear nuevas calles y plazas. Algunos se convirtieron en parroquias o pasaron a manos privadas.

Véase también

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Desamortización española para Niños. Enciclopedia Kiddle.