Díptico para niños
Los dípticos son como pequeños libros de arte hechos con dos placas, que pueden ser de marfil, madera o metal. Estas placas están decoradas con dibujos en relieve o pinturas y se unen de una forma especial para que se puedan doblar, como si fueran las tapas de un libro. Si una obra tiene tres placas que se doblan, se llama tríptico. Y si tiene más de tres, se le conoce como políptico. A veces, incluso los cuadros grandes que están divididos en varias partes, aunque no se puedan doblar, también reciben estos nombres.


Contenido
¿Qué son los Dípticos?
La palabra "díptico" viene del griego antiguo y significa "dos placas". Estas obras de arte son especiales porque se pueden cerrar, protegiendo las imágenes o relieves que tienen dentro. Son como un estuche para el arte.
Los Dípticos en la Antigua Roma
Los romanos usaban mucho los dípticos. Los tenían como pequeños cuadernos para tomar notas o como regalos de lujo.
¿Para qué se usaban los Dípticos Consulares?
Los dípticos más famosos de la época romana son los llamados consulares. Los cónsules del imperio, que eran como los presidentes de hoy, los regalaban a otras personas importantes y a sus amigos al principio del año. Estos dípticos solían ser de marfil y estaban decorados con relieves. Normalmente, mostraban el retrato del cónsul presidiendo o inaugurando juegos públicos, lanzando un pañuelo llamado mappa al circo.
La mayoría de los dípticos consulares que se conservan son de marfil y tienen un estilo bizantino. Son de los siglos V y la primera mitad del VI. Un ejemplo es el del cónsul Apión, del año 539, que se guarda en la catedral de Oviedo en España. También existen otros dípticos romanos más antiguos y sencillos que eran para uso personal o de funcionarios de menor rango.
Los Dípticos en la Iglesia
La Iglesia católica adoptó la costumbre romana de usar dípticos desde sus primeros siglos.
¿Qué eran los Dípticos Eclesiásticos?
Los dípticos eclesiásticos estaban decorados por fuera con temas religiosos. Por dentro, se usaban para escribir o grabar nombres de personas importantes, como líderes de la iglesia, funcionarios civiles, personas que habían dado su vida por sus creencias o fieles que ya no estaban. Estos nombres se recordaban durante las ceremonias religiosas.
Había dípticos para los vivos y dípticos para los que habían fallecido. Se leían durante la misa. Esta costumbre duró mucho tiempo, hasta el siglo XII en la Iglesia de Occidente y hasta el siglo XV en la de Oriente. De esta tradición surgieron los calendarios, los martirologios (listas de personas que dieron su vida por sus creencias) y los necrologios (registros de fallecidos).
Los Dípticos Piadosos
Antes de que la costumbre de los dípticos eclesiásticos desapareciera, la gente empezó a usar los dípticos piadosos. Estos eran diferentes porque tenían figuras de santos o escenas de la Biblia en la parte interior de las tapas, y a veces también por fuera. Se usaban como objetos para la devoción personal, como si fueran pequeños altares portátiles.
Se hicieron muy populares en la época gótica, a partir del siglo XIII. Muchos dípticos piadosos de marfil de esa época se conservan hoy en día y son muy valiosos. Pero ya desde la época del arte románico, hubo algunos importantes, como el de la catedral de Oviedo (en la Cámara Santa), que perteneció al obispo Gonzalo (1162-1175).
Dípticos en la Actualidad
Hoy en día, los dípticos siguen existiendo, pero se usan técnicas modernas de impresión. Se hacen en papel, plástico o materiales similares que permiten doblarlos. Los vemos a menudo en folletos informativos o publicitarios.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Diptych Facts for Kids