Azulejo de cuenca y arista para niños
El azulejo de cuenca y arista es una técnica especial usada para decorar objetos de alfarería y cerámica, especialmente azulejos. Consiste en usar un molde que presiona la superficie de la arcilla cuando aún está blanda. Este molde crea unos relieves o "bordes" que forman el dibujo. Gracias a estos bordes, es mucho más fácil aplicar los colores sin que se mezclen entre sí.
Esta técnica se empezó a usar en el siglo XV y fue muy popular, reemplazando en gran parte a otra técnica llamada 'cuerda seca', que tomaba más tiempo para decorar las piezas.
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¿Cómo funciona la técnica de cuenca y arista?
La clave de esta técnica es el molde. Cuando se presiona sobre el barro fresco, deja unas líneas o "aristas" que sobresalen un poco, como pequeñas paredes. Estas paredes actúan como barreras, impidiendo que los diferentes colores se junten cuando se pintan sobre el azulejo. Así, cada color se queda en su propio espacio, creando un diseño limpio y preciso.
¿Por qué era tan útil esta técnica?
La técnica de cuenca y arista era muy valiosa porque permitía repetir los mismos diseños una y otra vez con mucha exactitud. Esto era perfecto para hacer grandes cantidades de azulejos que necesitaban tener el mismo patrón, como los que se usaban para decorar paredes enteras en edificios importantes.
¿Dónde se fabricaban estos azulejos en España?
Los primeros lugares donde se produjeron muchos de estos azulejos en España, durante los siglos XV y XVI, fueron en ciudades como Sevilla, Toledo y Muel. Estas ciudades se hicieron famosas por la calidad y belleza de sus azulejos decorados con esta técnica.
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Casa de Pilatos, Sevilla.