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Cromosomas B para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Metaphase spread of the Siberian Roe deer (Capreolus pygargus)
Propagación en metafase del corzo siberiano (Capreolus pygargus, 2n = 70 + 1-14 B), la especie con cromosomas B

Los cromosomas B o supernumerarios son como cromosomas "extra" que algunas especies de animales y plantas tienen, además de sus cromosomas normales. No son esenciales para que la especie viva, y muchos individuos de esas especies no los tienen. Esto significa que en una población, puede haber individuos con 0, 1, 2, 3 o más cromosomas supernumerarios.

La mayoría de los cromosomas B están hechos principalmente de una parte del cromosoma llamada heterocromatina, que no suele contener mucha información genética activa. Sin embargo, algunos, como los cromosomas B del maíz, tienen regiones con eucromatina, que sí contienen genes importantes. En general, se cree que estos cromosomas extra deben ofrecer alguna ventaja para que una especie los conserve, aunque esta ventaja solo se ha demostrado en pocos casos.

Por ejemplo, un tipo de saltamontes británico, el Myrmeleotettix maculatus, tiene dos formas de cromosomas B. Se ha visto que estos cromosomas extra, que contienen un tipo de ADN llamado ADN satélite, son más comunes en lugares cálidos y secos. En cambio, son escasos o no existen en lugares húmedos y fríos.

En las plantas, los cromosomas B suelen aparecer en las células que se encargan de la reproducción, pero se pierden en otras partes de la planta, como las hojas o las raíces. Se ha visto que muchos cromosomas B pueden afectar negativamente la capacidad de las plantas para producir polen. Sin embargo, en algunas especies y lugares específicos, pueden tener efectos positivos, como se observó en la planta Allium schaenoprasum.

¿De dónde vienen los Cromosomas B?

El origen de los cromosomas B no está del todo claro. Se piensa que probablemente vienen de partes de los cromosomas normales que se separaron hace mucho tiempo. Se pueden ver como un tipo especial de variación genética. Debido a cómo se acumulan, no siguen las reglas de herencia que descubrió Mendel.

Los cromosomas B pueden ayudar a los cromosomas normales en algunas situaciones. Por ejemplo, pueden reducir las posibilidades de que los cromosomas se emparejen de forma incorrecta en especies con muchos juegos de cromosomas (poliploides). Además, los cromosomas B pueden:

  • Aumentar la forma en que se distribuyen los puntos de intercambio de material genético (quiasmas).
  • Aumentar la mezcla de información genética, lo que genera más variedad.
  • Causar que algunos cromosomas no se emparejen, lo que puede llevar a problemas de fertilidad.

Estos cromosomas tienden a acumularse en las células reproductivas, lo que hace que su número aumente con cada generación. Sin embargo, este aumento se equilibra porque tener muchos cromosomas B puede causar problemas de fertilidad.

¿Cómo se formaron los Cromosomas B?

En los últimos años, los científicos han estudiado el ADN de los cromosomas B en varios organismos. Al principio, en los años 70 y 80, se vio que el ADN de los cromosomas B era parecido al de los cromosomas normales. Más tarde, en los 90, se descubrió que algunos de estos ADN eran únicos de los cromosomas B, mientras que otros eran comunes a los cromosomas normales.

La idea más aceptada es que los cromosomas B se originaron a partir de los cromosomas normales. Por ejemplo, un cromosoma B podría formarse de:

  • Fragmentos de cromosomas normales que se unieron.
  • La copia extra de una parte de un cromosoma normal.

La primera prueba clara de esto fue en 1971, cuando se vio que el patrón de un cromosoma B en un insecto llamado Chironomus plumosus era similar a una parte de su cromosoma normal número 4.

Estudios más recientes confirman que la mayoría de los cromosomas B parecen venir de los cromosomas normales de la especie. También se ha sugerido que los cromosomas que determinan el sexo podrían ser sus antepasados, ya que la especie podría tolerar más fácilmente tener copias extra de ellos. Un ejemplo es el cromosoma B2 de un saltamontes, que tiene secuencias de ADN similares a las del cromosoma X.

Otra idea es que los cromosomas B podrían haber surgido de la mezcla de material genético entre diferentes especies. Esto se ha visto en un pez llamado Poecilia formosa, que es un híbrido de otras dos especies. El caso mejor estudiado de este origen híbrido es el del cromosoma PSR en una avispa llamada Nasonnia.

Se cree que, al principio, los cromosomas B eran lo suficientemente parecidos a sus cromosomas de origen como para poder unirse e intercambiar información genética.

¿Cómo se transmiten los Cromosomas B?

Los cromosomas B no siempre se transmiten de la misma manera que los cromosomas normales, porque no siempre se emparejan ni se separan por igual durante la formación de las células reproductivas (meiosis). Por eso, no siguen las leyes de herencia de Mendel.

A diferencia de las leyes de Mendel, estos cromosomas pueden tener una ventaja en la transmisión. Esto se llama "impulso meiótico" y hace que se les considere "egoístas", ya que les permite invadir nuevos genomas y mantenerse en las poblaciones.

Este mecanismo ocurre durante la formación de los óvulos. La célula que no tiene el cromosoma B se desecha, lo que hace que la frecuencia de los cromosomas B en los óvulos sea mayor de lo que se esperaría por las leyes de Mendel.

Además de este impulso durante la meiosis, hay otros tipos de impulso. Por ejemplo, el impulso premeiótico ocurre durante el desarrollo y aumenta el número de cromosomas B en las células reproductivas. Esto se ha visto en plantas y animales. El impulso postmeiótico solo se ha descrito en plantas, donde durante la maduración del polen, ambas copias del cromosoma B van al núcleo que participará en la fecundación.

¿Qué tan comunes son los Cromosomas B?

Los cromosomas B se han encontrado en más de 1.300 especies de plantas, casi 500 especies de animales y algunas especies de hongos. Se han descubierto más en ciertos grupos de seres vivos, pero esto probablemente se debe a que esos grupos han sido estudiados con más detalle. Por eso, es común encontrarlos en plantas como las gramíneas (cereales) y las liliáceas (lirios), y en insectos como los saltamontes.

Los cromosomas B pueden ser muy comunes en algunas poblaciones naturales. Esto depende de cuánto la especie pueda tolerar estos cromosomas extra y de la fuerza del mecanismo que los hace acumularse.

¿Cómo cambian los Cromosomas B con el tiempo?

Se ha observado que muchos cromosomas B mantienen una cantidad estable en las poblaciones a lo largo del tiempo. Esto se debe a un equilibrio entre el aumento de su número por la acumulación y la disminución causada por la selección natural, que actúa en contra de los individuos que tienen muchos de ellos.

Este equilibrio puede cambiar si el genoma de la especie desarrolla genes que impiden la acumulación de los cromosomas B. Esto hace que la transmisión de los cromosomas B vuelva a ser similar a la de Mendel. En ese caso, los cromosomas B se vuelven elementos neutros que solo pueden cambiar por azar o por la selección en contra de los individuos con muchos de ellos, lo que significa que podrían desaparecer.

Un ciclo de vida propuesto para un cromosoma "parásito" (como se les llama a veces) tiene tres etapas: 1. Invasión: Los cromosomas B aumentan rápidamente en pocas generaciones. 2. Supresión: El genoma de la especie responde y reduce la acumulación de los cromosomas B durante muchas generaciones. 3. Casi-neutralidad: Esta es la etapa más larga, donde los cromosomas B son casi neutros y pueden durar miles de generaciones.

Para que este ciclo ocurra, debe haber una evolución conjunta entre los cromosomas B y el genoma de la especie. Si los cromosomas B están en la etapa de extinción, pueden ocurrir cambios en ellos que les den una nueva capacidad de "invasión", comenzando un nuevo ciclo.

¿Qué efectos tienen los Cromosomas B?

La mayoría de los cromosomas B están hechos de heterocromatina, lo que sugiere que suelen ser inactivos genéticamente. Los estudios de su actividad confirman esto. Sin embargo, algunos cromosomas B sí muestran actividad y se ha encontrado que algunos tienen genes que ayudan a formar ribosomas (las "fábricas" de proteínas de la célula), aunque la mayoría de estos genes están inactivos.

Algunos efectos de los cromosomas B parecen ser directamente por los productos de sus genes. Por ejemplo, en algunos hongos, pueden dar resistencia a los antibióticos o ayudar a causar enfermedades. Esto demuestra que no todos los cromosomas B son genéticamente inactivos.

Hay muchas pruebas de que los cromosomas B pueden afectar varios procesos en plantas y animales. Rara vez cambian la apariencia externa del organismo. Más a menudo, afectan características relacionadas con la fuerza, la capacidad de reproducirse y la cantidad de descendencia. Estos efectos negativos sugieren que los cromosomas B actúan como "parásitos". Sin embargo, cuando están en poca cantidad, algunos pueden tener efectos beneficiosos, lo que les da un significado biológico diferente.

En muchos de estos efectos, se ha observado un patrón curioso llamado "efecto par-impar". Por ejemplo, en las plantas de centeno, se encontró que las que tenían un número impar de cromosomas B tenían más puntos de intercambio genético (quiasmas) que las que tenían un número par. Este patrón también se ha visto en la fertilidad y en la cantidad de ciertas sustancias en las células.

¿En qué se diferencian los Cromosomas B de los normales?

  • Los cromosomas B suelen tener una forma diferente a los cromosomas normales y son más pequeños.
  • No siguen las leyes de herencia de Mendel, ya que tienen mecanismos para acumularse.
  • Son ricos en ADN repetido, como el ADN satélite o el ADN ribosómico.
  • Pueden tener problemas al separarse durante la división celular (mitosis), lo que explica por qué su número puede variar en diferentes partes del cuerpo.
  • En algunos casos, tener muchos cromosomas B puede reducir el crecimiento o la capacidad de reproducción de los individuos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: B chromosome Facts for Kids

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Cromosomas B para Niños. Enciclopedia Kiddle.