Cosquillas para niños
Las cosquillas son una sensación especial que sentimos en algunas partes del cuerpo cuando las tocamos suavemente. Esta sensación suele provocarnos risa de forma involuntaria. También pueden aparecer cuando se presiona un poco esas zonas, sobre todo si lo hace alguien con quien tenemos un vínculo cercano, como un amigo o familiar.
A veces, las cosquillas también se producen cuando pensamos que alguien nos va a tocar de esa manera. Al principio, pueden ser divertidas, pero si duran mucho tiempo, pueden volverse un poco molestas. Cuando sentimos cosquillas, una parte de nuestro cerebro llamada corteza somatosensorial se activa.
Se cree que las cosquillas pueden ayudar a relajar y fortalecer los músculos. Por ejemplo, hacer cosquillas en los pies puede estimular los músculos de las piernas y los pies. Por eso, pueden ser beneficiosas para atletas o corredores.
Algunas de las zonas del cuerpo donde más cosquillas sentimos y que nos hacen reír son las axilas, las costillas, el cuello, las palmas de las manos, el paladar y las plantas de los pies.
Contenido
¿Qué Son las Cosquillas?
Las cosquillas son una respuesta natural de nuestro cuerpo a ciertos toques. Es una mezcla de sensaciones que pueden ir desde el placer hasta una ligera irritación, lo que a menudo termina en risa. Es una forma de comunicación no verbal que usamos desde pequeños.
¿Por Qué Nos Hacen Reír?
Los estudios científicos recientes muestran que las cosquillas son una parte importante del juego. Cuando le hacemos cosquillas a alguien, esa persona no solo intenta escapar y reír, sino que a menudo intenta devolver las cosquillas. Es como un juego divertido que nos conecta con los demás.
Este proceso de dar y recibir cosquillas es una especie de programación natural en nuestro cerebro que ayuda a crear lazos entre las personas. Es una actividad que nos ayuda a comunicarnos de forma innata.
¿Por Qué No Podemos Hacernos Cosquillas a Nosotros Mismos?
Es muy difícil hacerse cosquillas a uno mismo. Esto se debe a un mecanismo especial en nuestro cerebro, específicamente en el cerebelo. Esta parte del cerebro anticipa nuestros propios movimientos. Cuando intentamos hacernos cosquillas, el cerebro ya sabe lo que vamos a hacer y bloquea la sensibilidad que normalmente sentiríamos.
Sin embargo, algunos experimentos han demostrado que si usamos un robot a control remoto que se mueve con un pequeño retraso a nuestras órdenes, sí es posible sentir cosquillas autoinducidas. Esto confirma que es la anticipación de nuestro propio movimiento lo que nos impide sentir las cosquillas.
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Véase también
En inglés: Tickling Facts for Kids