Clasificaciones paralímpicas de esquí alpino para niños
Las clasificaciones paralímpicas de esquí alpino son un sistema especial que se usa en el esquí alpino paralímpico. Su objetivo principal es asegurar que todos los esquiadores compitan de manera justa, sin importar el tipo de discapacidad que tengan. Estas clasificaciones se dividen en tres grupos principales: esquiadores que compiten de pie, esquiadores que usan una silla especial (llamada sit-ski), y esquiadores con problemas de visión.
Dentro de estos tres grupos, hay un total de 13 clases diferentes. Cada clase se basa en el grado de discapacidad del deportista. El Comité Paralímpico Internacional (CPI) es la organización principal que se encarga de establecer y supervisar estas reglas de clasificación. Es importante mencionar que en este deporte pueden participar personas con discapacidad física o visual, pero no personas con discapacidad intelectual.
Contenido
¿Por qué son importantes las clasificaciones?
El sistema de clasificación en el esquí alpino paralímpico es fundamental para garantizar una competencia equitativa. Imagina que un esquiador con una discapacidad leve compitiera directamente contra uno con una discapacidad muy severa; no sería justo. Por eso, las clasificaciones agrupan a los deportistas con habilidades similares.
¿Cómo se clasifican los deportistas?
Los esquiadores se clasifican después de una evaluación médica y observando cómo se mueven al esquiar. Para los esquiadores con problemas de visión, la clasificación se basa únicamente en su evaluación médica.
Los esquiadores con problemas de visión compiten con la ayuda de un guía. Este guía les da instrucciones verbales para dirigirlos por la pista. Para los esquiadores que compiten de pie, las reglas de su clase determinan qué tipo de equipo pueden usar, como bastones especiales o un solo esquí. Los que compiten en silla usan un sit-ski, que es una silla adaptada para esquiar.
Tipos de clasificaciones
Las clasificaciones se dividen en tres grandes categorías:
- De pie: Para esquiadores que pueden mantenerse de pie.
- En silla: Para esquiadores que usan un sit-ski.
- Deficientes visuales: Para esquiadores con diferentes grados de visión limitada.
Clasificaciones para esquiadores de pie
Existen 9 clasificaciones para competir de pie, que van desde la LW1 (la más severa) hasta la LW9 (la menos severa). LW significa "Locomotor Winter" (Locomotor de Invierno).
Clase | Descripción |
---|---|
LW1 | Doble amputación por encima de la rodilla, o discapacidad similar. |
LW2 | Discapacidad en una pierna, esquían con un esquí y dos bastones especiales. |
LW3 | Doble amputación por debajo de las rodillas, o discapacidad similar. |
LW4 | Esquiadores con prótesis. |
LW5/7 | Doble amputación de brazos. |
LW6/8 | Amputación de un solo brazo. |
LW9 | Amputación o discapacidad similar en un brazo y una pierna. |
Clasificaciones para esquiadores en silla
Hay tres clasificaciones para competir en silla: LW10, LW11 y LW12. La LW10 es la más severa y la LW12 la menos severa.
Clase | Descripción |
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LW10 | Discapacidad que afecta el tronco y el equilibrio al sentarse. |
LW11 | Discapacidad que permite un equilibrio razonable al sentarse. |
LW12 | Discapacidad que permite algo de movimiento en las piernas y buen equilibrio al sentarse. |
Clasificaciones para esquiadores con deficiencia visual
En 2010, había tres clasificaciones para esquiadores con problemas de visión: B1, B2 y B3. La B1 es la más severa (ceguera total) y la B3 es la menos severa (con algo de visión).
Clase | Descripción |
---|---|
B1 | Ciegos totales. |
B2 | Visión muy limitada. |
B3 | Visión limitada, pero con mayor resto visual. |
Historia de las clasificaciones
Los primeros sistemas de clasificación para el esquí alpino paralímpico surgieron en Escandinavia en la década de 1960. Al principio, estaban pensados solo para esquiadores con amputaciones. En los primeros Juegos Paralímpicos de Invierno en 1976, este deporte solo tenía dos clasificaciones.
En la década de 1980, se crearon clasificaciones para esquiadores con parálisis cerebral. También se empezó a buscar un sistema de clasificación más funcional, es decir, que se basara en lo que el deportista podía hacer, no solo en su condición médica. En esa época, llegaron a existir hasta diez clases diferentes. Desde entonces, se ha trabajado para reducir el número de clases y hacer el sistema más eficiente.
En 1997, una clasificadora llamada Mirre Kipfer mencionó que a veces los deportistas intentaban ocultar sus verdaderas habilidades para ser clasificados en una categoría que les diera más ventaja. Por eso, se empezaron a hacer pruebas funcionales más rigurosas. También se busca tener menos clases para que haya menos medallas en total, haciendo la competencia más emocionante.
El papel de los guías en el esquí visual
Los esquiadores con problemas de visión siguen las mismas reglas que los esquiadores sin problemas de visión, pero con una diferencia clave: tienen un guía. Este guía es una persona con buena vista que esquía con ellos y les da instrucciones verbales.
Para los esquiadores de la clase B1 (ciegos totales), el guía suele ir detrás para que el esquiador pueda oírlo mejor. El guía les dice cuándo cambiar el peso, qué obstáculos se acercan o cómo posicionarse en la pista. Para los esquiadores B2 y B3, que tienen algo de visión, el guía puede posicionarse de forma diferente, ya que el tipo de ayuda que necesitan es distinto.
Dirección y futuro
El Comité Paralímpico Internacional (CPI) es el organismo principal que supervisa el esquí alpino paralímpico y sus clasificaciones. A lo largo de los años, varias organizaciones han estado involucradas en la gestión de estas clasificaciones, pero el CPI es ahora el líder.
El CPI trabaja constantemente para mejorar las clasificaciones. Su objetivo es que el sistema se base más en pruebas claras de la capacidad funcional de los deportistas, en lugar de solo en su rendimiento. Así, se evita "castigar" a los deportistas de élite que, por su gran entrenamiento, podrían parecer más capaces de lo que su discapacidad les permitiría sin ese esfuerzo.