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Cañón antitanque para niños

Enciclopedia para niños

Un cañón antitanque es un tipo de arma de artillería diseñada específicamente para destruir tanques y otros vehículos blindados. Aunque hoy en día ya no se usan como antes, fueron muy importantes para defenderse de los vehículos blindados durante el tiempo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los cañones antitanque cambiaron mucho. A medida que los tanques se hacían más fuertes con mejores blindajes, estos cañones tuvieron que volverse más grandes y potentes. Hubo tres generaciones de cañones, cada vez más pesados. Al final, los modelos eran tan grandes que eran difíciles de mover. Por eso, aparecieron otras armas más ligeras y efectivas, como los cañones sin retroceso o los misiles antitanque, que terminaron reemplazándolos en el campo de batalla.

Historia de los Cañones Antitanque

Archivo:Armata przeciwpancerna wz 36
El cañón sueco Bofors de 37 mm, diseñado en 1934. Fue uno de los cañones antitanque de primera generación más usados.

Cuando los primeros tanques aparecieron en los campos de batalla durante la Primera Guerra Mundial, las únicas formas de destruirlos eran con artillería o granadas de mano. Para enfrentar esta nueva amenaza, se empezaron a desarrollar armas especiales. Algunas, como los fusiles antitanque, llegaron a tiempo para usarse en esa guerra. Sin embargo, los cañones especializados tardaron más en desarrollarse.

Estos cañones se crearon para que la infantería (los soldados a pie) pudiera defenderse directamente de los vehículos blindados. Eran de calibres pequeños, entre 20 y 47 milímetros, con un cañón largo para que los proyectiles salieran muy rápido y pudieran perforar el blindaje de los tanques. Además, podían disparar muchas veces por minuto, eran fáciles de transportar por un grupo de soldados gracias a sus ruedas y tenían un diseño bajo para esconderse del enemigo. También se crearon nuevas municiones, como proyectiles macizos, que se usaban junto con los explosivos normales.

Cañones como el PaK 36 alemán de 37 mm, el Bofors sueco de 37 mm y el M3 estadounidense de 37 mm eran muy efectivos contra los tanques de esa época. De hecho, algunos tanques incluso usaban versiones de estos mismos cañones para luchar entre sí.

Archivo:The British Army in North Africa 1942 E16407
Un cañón de segunda generación QF de 6 libras disparando en el Norte de África en 1942.

Al principio, a la infantería le costaba mover estos cañones. Por eso, muchos ejércitos los agruparon en unidades más grandes, como regimientos o brigadas, formando baterías de varios cañones.

Evolución en la Segunda Guerra Mundial

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial y el éxito de la "guerra relámpago" en Europa (una estrategia que usaba muchos tanques y soldados motorizados), los cañones capaces de destruir vehículos se volvieron esenciales. Al principio de la guerra, cuando aún se usaban tanques más antiguos, los cañones de los años 30 parecían efectivos. Pero con la llegada de tanques nuevos y más fuertes, como el Panzer IV, el T-34 o el M4 Sherman, los cañones pequeños ya no podían hacerles daño.

Para poder destruir estos tanques más modernos, alrededor de 1941-1942, se empezaron a usar versiones más potentes, de unos 50 mm. Cañones como el Pak 38 alemán de 50 mm o el QF de 6 libras británico de 57 mm son ejemplos de esta segunda generación. Aunque les costaba perforar el blindaje de los tanques medianos, al menos podían enfrentarlos, a diferencia de los primeros modelos.

Para seguir usando los cañones más pequeños de la primera generación, se crearon nuevos tipos de munición. Se desarrollaron proyectiles macizos con un núcleo de un material muy duro llamado volframio, que mejoraba un poco la capacidad de perforación. Un gran avance fue la granada de carga hueca, que tenía un cilindro metálico que se introducía en el cañón y se disparaba. También se les ponían adaptadores a los cañones para disparar estas granadas. Aunque tenían una enorme capacidad de perforación, su alcance era muy limitado y los soldados que los operaban debían estar muy bien entrenados.

Pronto, los nuevos cañones de 50 mm también quedaron desactualizados. Con la llegada de tanques pesados, como el Panzer VI Tiger o el IS-2, los proyectiles de 50 mm ya no eran efectivos. De nuevo, tuvieron que aumentar el tamaño y la potencia de los cañones, llegando hasta los 75 o incluso 88 mm en 1943.

Archivo:Bundesarchiv Bild 101I-708-0262-20A, Flak-Geschütz in der Ukraine
Un Pak 43 de tercera generación defendiendo una posición en Ucrania a finales de 1943.

La tercera generación de cañones era tan pesada que siempre necesitaban vehículos para moverse. A diferencia de los de primera y segunda generación, que podían ser movidos distancias cortas por algunos soldados. Armas como el Pak 43 de 88 mm eran difíciles de colocar en posición y casi imposibles de transportar por terrenos difíciles. Se siguieron usando hasta el final de la guerra. Los cañones más pequeños se usaron contra tanques más antiguos y como apoyo a la infantería, disparando municiones explosivas.

En el frente del Pacífico, la situación fue diferente. Los tanques japoneses casi no mejoraron durante la guerra y rara vez se usaban. Por eso, los estadounidenses pudieron usar cañones antitanque pequeños de la primera generación durante todo el conflicto. Además, estos cañones también se usaban como pequeñas piezas de artillería con munición explosiva para destruir posiciones defensivas o búnkeres enemigos. Los japoneses habrían necesitado cañones más pesados para luchar contra los tanques estadounidenses, pero su industria no pudo fabricarlos y se quedaron con el armamento del inicio de la guerra.

¿Por qué ya no se usan?

Después de la guerra, quedó claro que estos cañones ya no eran prácticos. Su peso había aumentado demasiado, lo que los hacía difíciles de transportar. Eran armas fijas y sus operadores estaban expuestos, siendo blancos fáciles. A todos estos problemas se sumó la aparición de nuevas armas antitanque mucho más efectivas. La llegada de los cañones sin retroceso, los misiles antitanque y los lanzacohetes, significó que ya no se desarrollarían más cañones antitanque.

Aunque se dejaron de fabricar, algunos modelos existentes se usaron en conflictos posteriores. Por ejemplo, en la guerra de Corea se usaron cañones antitanque como apoyo, funcionando como una pieza de artillería más.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Anti-tank gun Facts for Kids

Galería de imágenes

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Cañón antitanque para Niños. Enciclopedia Kiddle.