Blasfemia en España para niños
La blasfemia en España era considerada un delito público contra Dios. Se castigó desde la Edad Media hasta finales del siglo XX con diferentes penas. Los tribunales del gobierno y la Inquisición española se encargaban de estos casos. A partir de 1988, la blasfemia dejó de ser un delito en España. Sin embargo, existe una ley que castiga el "escarnio" (burlarse o despreciar) de los "dogmas, creencias, ritos o ceremonias" de una religión, según el artículo 525 del Código Penal de España.
Contenido
Historia de la Blasfemia en España
La historia de cómo se castigaba la blasfemia en España es larga y ha cambiado mucho a lo largo de los siglos.
Castigos en la Edad Media
En la Edad Media, las leyes españolas ya mencionaban la blasfemia.
Primeras Leyes y Penas
- El Fuero Juzgo, una antigua ley, incluía la blasfemia junto con la herejía (creencias religiosas diferentes a las oficiales). Los blasfemos podían perder sus bienes, cargos y ser desterrados para siempre.
- El Fuero Real mencionaba la blasfemia específicamente para los judíos, con multas y azotes.
- El código de las Partidas, una importante colección de leyes, detallaba las penas según la posición social.
* Si eras una persona importante, podías perder tus tierras por un tiempo. * Si eras caballero o escudero, perdías tu caballo, armas y ropas. * Si no tenías bienes, podías recibir 50 azotes. Si lo hacías varias veces, te marcaban los labios con una letra "B" de blasfemo, o incluso te cortaban la lengua. * Si la blasfemia era con acciones, como escupir una imagen o pisar una cruz, la pena era más grave, incluso cortar la mano derecha.
Endurecimiento de las Penas
En el siglo XV, el rey Enrique IV de Castilla hizo las penas aún más duras. Añadió el corte de la lengua y cien azotes para quienes blasfemaran en la corte o cerca de ella. También perdían la mitad de sus bienes.
La Blasfemia en la Monarquía Hispánica (Siglos XV-XVII)
Durante este periodo, la blasfemia era un delito grave castigado tanto por el gobierno como por la Iglesia. Esto a veces causaba conflictos entre las dos autoridades.
La Justicia del Gobierno
Los Reyes Católicos ordenaron que los blasfemos fueran llevados directamente a prisión. También añadieron nuevas penas para quienes dijeran frases como "descreo en Dios" o "no hay poder en Dios".
- La primera vez: un mes de prisión.
- La segunda vez: seis meses de destierro y una multa.
- La tercera vez: se les perforaba la lengua, a menos que fueran nobles, quienes pagaban una multa mayor y eran desterrados un año.
El rey Carlos I también castigó el "juramento en vano" (jurar sin necesidad). En el siglo XVII, Felipe IV y Carlos II aumentaron las penas para este tipo de juramento, incluyendo multas, prisión, destierro o incluso trabajos forzados en galeras.
La Inquisición y la Blasfemia
La Inquisición española, que era un tribunal de la Iglesia, empezó a considerar la blasfemia como parte de sus responsabilidades alrededor de 1550. Antes, distinguían entre blasfemo y hereje. Este cambio pudo deberse a que había menos casos de herejía y la Inquisición buscaba justificar su existencia, o por el deseo de la Iglesia de mejorar la educación religiosa de la gente.
Los detenidos eran examinados sobre sus conocimientos del catolicismo. Debían recitar oraciones y mandamientos. Los castigos por "palabras deshonestas" (blasfemias, burlas religiosas) solían ser leves, como rezar oraciones y pequeñas multas.
Sin embargo, había "delitos verbales" más graves, como dudar de creencias fundamentales (la vida después de la muerte) o negar la existencia de Dios. Por ejemplo, una mujer que dijo "No me ves en la miseria en este mundo; no me verás penando en el otro" fue condenada a ayunar y rezar.
La Blasfemia en la Monarquía Borbónica (Siglo XVIII)
En el siglo XVIII, las ideas de la Ilustración en Europa empezaron a cuestionar que la blasfemia fuera un delito. Pensadores como Voltaire señalaron que lo que era blasfemia en un lugar, podía ser una creencia normal en otro.
Mantenimiento de las Penas
A pesar de estas nuevas ideas, los reyes Borbones en España mantuvieron las leyes contra la blasfemia y las extendieron al ejército. Las Reales Ordenanzas de 1768 del rey Carlos III castigaban la blasfemia en el ámbito militar:
- La primera vez: el soldado era atado a un poste con una mordaza por varias horas durante ocho días.
- Si reincidía: se le perforaba la lengua con un hierro caliente y era expulsado del regimiento.
La Inquisición española, al tener menos casos de herejía, se centró en delitos "menores" como la blasfemia, las supersticiones y la bigamia. Se convirtió en una vigilante de la moral católica. Los reyes Borbones también intentaron controlar más a la Inquisición, limitando sus acciones a delitos muy graves como la herejía.
Edad Contemporánea (Siglos XIX y XX)
En la Edad Contemporánea, las leyes sobre la blasfemia siguieron cambiando.
Cambios en el Código Penal
- El Código Penal de 1822 estableció penas de prisión para la blasfemia pública o privada. Si el blasfemo era un sacerdote o funcionario, las penas se duplicaban. También se castigaba el desprecio o ultraje a objetos sagrados.
- El Código Penal de 1850 redujo las penas, considerando la blasfemia una "falta" y no un "delito". Las penas eran de pocos días de multa o prisión. Sin embargo, parece que estas leyes no siempre se aplicaban.
Un caso notable fue la condena del anarquista José Alcántara García en 1934, durante la Segunda República Española, por publicar un escrito contra la religión católica.
La Blasfemia en la Actualidad
El delito específico de blasfemia desapareció de las leyes españolas en 1988. Las Cortes Generales (el parlamento español) eliminaron el artículo del Código Penal que castigaba este delito. Desde entonces, la blasfemia ya no es un delito en España.
El Delito de Escarnio
Sin embargo, el Código Penal actual (aprobado en 1995) tiene el artículo 525, que castiga el "escarnio" (burla o desprecio) de los "dogmas, creencias, ritos o ceremonias" de una religión, si se hace públicamente y con la intención de ofender. También castiga a quienes se burlen públicamente de quienes no tienen ninguna religión.
Algunos expertos y grupos sociales creen que este artículo se aplica de forma similar a la antigua ley de blasfemia y han pedido que se elimine.
El Caso de Javier Krahe
Un ejemplo reciente fue el juicio al músico Javier Krahe en 2012. Fue acusado por un video casero de 1977 que parodiaba la resurrección de Jesús, mostrando cómo se "cocinaba" un crucifijo. El video fue emitido sin su conocimiento en un programa de televisión en 2004.
El caso llegó a juicio, pero la fiscal no vio delito. Dos semanas después, Javier Krahe fue absuelto de todos los cargos. El juez dictaminó que el video era una expresión artística con un sentido satírico y crítico, pero no tenía la intención de ofender.
Véase también
- Blasfemia
- Ley contra la blasfemia