Alfarería en El Mojón para niños
La Alfarería en El Mojón es una tradición muy especial de la isla de Lanzarote, en el municipio de Teguise. Es uno de los lugares más importantes donde se sigue haciendo cerámica de una forma única en las Islas Canarias.
Contenido
Historia de la Alfarería en El Mojón
¿Cómo se originó la cerámica de El Mojón?
No hay muchos documentos antiguos sobre la alfarería de El Mojón, pero sí se han encontrado piezas de cerámica muy antiguas en los museos de las Islas Canarias. Estas piezas muestran que la cerámica de El Mojón es una mezcla de estilos. Combina las formas y técnicas de los antiguos aborígenes canarios con las de la cerámica del norte de África.
¿Quiénes mantuvieron viva la tradición?
Las mujeres que hacían cerámica, llamadas loceras, trabajaron de forma anónima durante mucho tiempo. A principios del siglo XX, la madre de Dorotea de Armas Curbelo, quien fue la última persona de su familia en seguir esta tradición, se mudó al pueblo cercano de Muñique.
Más tarde, en la última parte del siglo XX, gracias al apoyo del turismo y al interés de la gente y del municipio, algunos alumnos y seguidores de "Cha Dorotea" lograron recuperar la tradición de la alfarería en El Mojón. Entre ellos estaban personas mayores como Marcial de León Barrios y Teresa Morales Robayna, o la familia Brito y María Rosario Armas, que tenían sus talleres en Arrecife.
¿Qué hace especial a la cerámica de El Mojón?
Aunque la forma de trabajar y las piezas tradicionales son parecidas a las de otras partes de las Islas Canarias, la alfarería de El Mojón tiene algunas características únicas. Por ejemplo, usan una capa especial llamada engobe, hecha con una tierra caliza llamada tegue. Esta tierra le da a la superficie de las piezas un color cremoso. Después, pintan sobre este fondo con almagre (una tierra de color rojo) dibujos sencillos de flores y formas geométricas.
Los "Novios del Mojón": Figuras con historia
Un ejemplo de las piezas especiales de El Mojón son los famosos «novios del Mojón». Son unas figuritas sencillas que se cree que tienen un origen muy antiguo y un significado especial. Hoy en día, se han convertido en un juguete o recuerdo muy popular para los turistas, mostrando cómo una tradición ancestral puede adaptarse y seguir viva.