Ágata (esposa de Eduardo el Exiliado) para niños
Datos para niños Información personal |
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Nacimiento | Siglo XI |
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Fallecimiento | Siglo XI Newcastle-upon-Tyne |
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Cónyuge | Eduardo el Exiliado (desde 1035) | |
Hijos | Margarita de Escocia, Edgar Atheling |
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Ágata fue una figura importante en la historia de Inglaterra y Escocia durante el siglo XI. Fue la esposa del príncipe inglés Eduardo el Exiliado y la madre de Santa Margarita, quien se convirtió en Reina de Escocia. También fue madre de Edgar Atheling, el último descendiente directo de una antigua familia real inglesa.
Durante mucho tiempo, el origen de Ágata fue un misterio. Los historiadores no estaban seguros de dónde venía o quiénes eran sus padres. Sin embargo, con el tiempo, se han encontrado más pistas que ayudan a entender mejor su vida.
Contenido
¿Quién fue Ágata y por qué es importante?
Ágata es conocida principalmente por su matrimonio con Eduardo el Exiliado. Él era un príncipe inglés que tuvo que vivir fuera de su país durante muchos años. La historia de Ágata es importante porque sus hijos tuvieron un papel clave en la política de Inglaterra y Escocia.
Su familia real y sus hijos
Ágata se casó con Eduardo el Exiliado alrededor del año 1035. Juntos tuvieron al menos dos hijos que se hicieron muy conocidos:
- Margarita: Nació en 1045 y más tarde se convirtió en Reina de Escocia. Es recordada como una figura muy importante en la historia escocesa.
- Edgar Atheling: Fue el último miembro de la Casa de Cerdic, una de las familias reales más antiguas de Inglaterra. Aunque nunca fue coronado rey, tuvo una gran influencia en su época.
Su vida en Hungría e Inglaterra
Se sabe que Ágata vivió en la corte de Hungría antes del nacimiento de su hija Margarita en 1045. Pasó muchos años allí con su familia.
El regreso a Inglaterra
Después de la muerte de su esposo Eduardo en febrero de 1057, Ágata regresó a Inglaterra. Lo hizo para asegurarse de que sus hijos mantuvieran su derecho a la corona inglesa. Era muy importante para ella que sus hijos tuvieran la oportunidad de reclamar su lugar en la realeza.
Sus últimos años
Más tarde en su vida, Ágata decidió dedicarse a la vida religiosa. Se convirtió en monja, lo que significaba que vivía una vida de oración y servicio. Falleció en Newcastle-upon-Tyne alrededor del año 1093.