Coraje para niños
El coraje, también conocido como valentía, es una cualidad humana muy importante. Se refiere a la fuerza interior que una persona desarrolla para superar obstáculos y desafíos, sin dejarse vencer por el miedo al fracaso. Implica realizar acciones valientes, tanto para ayudar a otros como para uno mismo. A veces, la palabra "coraje" también puede usarse para describir un estado de enojo o irritación.
Existen diferentes tipos de coraje:
- Coraje físico: Es la valentía que mostramos frente al dolor, el sufrimiento, la posibilidad de lastimarse o incluso situaciones muy peligrosas.
- Coraje moral: Es la capacidad de hacer lo correcto, incluso cuando la mayoría de la gente no está de acuerdo o cuando podrías ser criticado o sentirte avergonzado por ello.
- Coraje psicológico o emocional: Nos ayuda a enfrentar situaciones o conversaciones difíciles que nos causan mucha emoción o nerviosismo.
La virtud clásica de la fortaleza, que en latín se dice fortitudo, también se relaciona con el coraje. Incluye la idea de ser perseverante y paciente.
Contenido
¿Cómo funciona el coraje?
El miedo y la confianza en la valentía
Según el profesor Daniel Putman, el valor implica tomar una decisión consciente frente a situaciones difíciles o que dan miedo, siempre buscando un objetivo que valga la pena. Putman explica que hay una conexión muy cercana entre el miedo y la confianza. Estas dos emociones pueden influir en si una acción valiente tiene éxito o no.
La confianza de la que hablamos aquí es la confianza en uno mismo. Es saber cuáles son nuestras habilidades y capacidades, y poder decidir cuándo enfrentar el miedo o cuándo es mejor evitarlo. Putman dice que el ideal del coraje no es simplemente controlar el miedo de forma estricta o negarlo. Lo ideal es evaluar la situación, aceptar que el miedo es parte de ser humano y usar buenos hábitos para enfrentarlo, dejando que la razón guíe nuestras acciones hacia una meta importante.
Aristóteles, un antiguo filósofo, también hablaba de encontrar el equilibrio adecuado entre el miedo y la confianza para ser valiente. El miedo, aunque es diferente para cada persona, debe ser apropiado para el peligro real de la situación. Lo mismo ocurre con la confianza:
- Tener una confianza realista en que la causa por la que actuamos vale la pena.
- Conocer nuestras propias habilidades y lo que podemos hacer. Esto es una forma de autoconocimiento.
Sin un buen equilibrio entre el miedo y la confianza, es difícil tener el coraje necesario para superar una amenaza. Si estas emociones no están equilibradas, el coraje puede distorsionarse.
Posibles desequilibrios del coraje
Daniel Putman describe cuatro formas en que el coraje puede desequilibrarse:
- Miedo muy alto y poca confianza: Una persona así podría ser vista como cobarde.
- Miedo muy bajo y confianza muy alta: Alguien así podría ser considerado imprudente o temerario.
- Miedo muy alto y confianza también muy alta: Esto puede ocurrir si alguien ha vivido una experiencia difícil que le causa mucha ansiedad. El miedo que sienten es a menudo excesivo, pero como defensa, muestran mucha confianza para enfrentar ese miedo irracional y "demostrarse" algo a sí mismos o a otros. Es una forma de manejar su miedo.
- Miedo muy bajo y confianza baja: Esto puede verse como desesperanza o fatalismo, como si la persona se rindiera.
Así, Putman explica que el miedo y el coraje están muy conectados y dependen de cómo percibimos: el peligro de la situación, el valor de la causa y nuestra propia capacidad.
Fortaleza: una cualidad relacionada
La fortaleza y el coraje son diferentes, pero se relacionan. La fortaleza es la fuerza mental o emocional que nos permite tener coraje frente a las dificultades. Según William Swan Plumer, un teólogo, el coraje enfrenta y resiste el peligro, mientras que la fortaleza soporta el dolor. El coraje es para la acción, y la fortaleza es para aguantar el sufrimiento. En este sentido, la fortaleza es muy parecida a la constancia y la paciencia.
Tomás de Aquino, un filósofo y teólogo, consideraba la fortaleza como una de las virtudes más importantes, después de la prudencia y la justicia. Él diferenciaba la fortaleza de la simple valentía, que a veces puede llevar a la imprudencia si no se piensa bien en las consecuencias.
Ideas sobre el coraje a lo largo de la historia
La antigua Grecia
En los escritos de Platón, como en su diálogo Láquesis, se discute mucho sobre el valor, pero no se llega a una única conclusión. Se proponen varias definiciones:
- "...un hombre dispuesto a permanecer en su puesto y a defenderse del enemigo sin huir..."
- "...una especie de resistencia del alma..."
- "...conocimiento de los fundamentos del miedo y la esperanza..."
Aunque se dan muchas ideas, Platón las analiza y las refuta, mostrando su estilo de argumentación. En su obra La República, Platón describe el coraje como una forma de perseverancia: "la capacidad de mantener la creencia que ha sido enseñada por la ley a través de la educación sobre qué cosas y tipos de cosas deben ser temidas". Platón explica que esta perseverancia es la habilidad de aguantar todas las emociones, como el sufrimiento, el placer y el miedo.
Aristóteles también habló mucho del valor como una cualidad deseable, especialmente en el contexto de una muerte honorable en la batalla por una causa noble. En su libro Ética Nicomaquea, dice que el valor es el punto medio entre dos extremos: la cobardía (cuando falta el valor) y la temeridad (cuando hay un exceso de valor).
Tucídides, un historiador griego del siglo V antes de Cristo, escribió: "Los más valientes son, sin duda, aquellos que tienen la visión más clara de lo que tienen delante, tanto de la gloria como del peligro, y que, sin embargo, salen a su encuentro".
Antigua Roma
En el Imperio Romano, el valor era parte de una virtud más grande llamada virtus. Cicerón, un filósofo y político romano, mencionó las virtudes principales: "La virtud puede definirse como un hábito mental en armonía con la razón y el orden de la naturaleza. Consta de cuatro partes: sabiduría, justicia, valor y templanza". Sin embargo, Cicerón pensaba que "un espíritu valeroso en un humano que no ha alcanzado la perfección y la sabiduría ideal es generalmente demasiado impulsivo".
Tradiciones occidentales
Ambrosio, un importante pensador, también tenía reservas sobre las personas que mostraban valor sin tener un equilibrio moral general. Él creía que la fortaleza sin justicia podía llevar a la injusticia, porque cuanto más fuerte es una persona, más podría oprimir a los más débiles.
San Agustín, otro pensador importante, consideraba el valor como una virtud natural.
Tradiciones orientales
El Tao Te Ching, un texto antiguo de China, dice que el valor viene del amor: "Del amor se adquiere el valor".
En la tradición hindú, el coraje o la valentía y la paciencia son dos de las diez características del dharma (el camino correcto de vida) mencionadas en el Manusmṛti. Otras características son el perdón, la tolerancia, la honestidad, el autocontrol, la limpieza, la percepción, el conocimiento, la verdad y el control del enojo.
Las creencias islámicas también consideran el valor y el autocontrol como claves para enfrentar los desafíos, tanto internos como externos. Esto se basa en la valentía que mostraron los Profetas del pasado, quienes mantuvieron la paz y la paciencia a pesar de ser despreciados por algunas personas.
Época moderna
Siglo XIX
Thomas Hobbes, un filósofo, clasificó las virtudes en morales y de los hombres. El coraje, junto con la prudencia y la templanza, las consideró virtudes de los hombres, lo que significa que benefician principalmente al individuo. Hobbes describió el coraje y la prudencia como fortalezas de la mente, que siempre buscan el interés de la persona. Él creía que el coraje es una virtud individual para aumentar las posibilidades de supervivencia. Hobbes también usó la idea de fortaleza como virtud, definiéndola como "atreverse" y "resistir con firmeza a los peligros presentes".
David Hume, otro filósofo, clasificó el coraje como una virtud natural. En su obra Tratado de la naturaleza humana, escribió que el coraje es una causa de orgullo: "Toda cualidad valiosa de la mente... el ingenio, el buen sentido, el aprendizaje, el coraje, la justicia, la integridad; todos estos son la causa del orgullo".
Hume también pensaba que el coraje y la alegría tienen efectos positivos en el alma: "...ya que el alma, cuando se eleva con alegría y coraje, en cierto modo busca oposición, y se lanza con presteza a cualquier escena de pensamiento o acción, donde su coraje encuentra materia para nutrirlo y emplearlo". Además, Hume escribió que el coraje nos defiende: "Ganamos fácilmente de la liberalidad de los demás, pero siempre estamos en peligro de perder por su avaricia: El coraje nos defiende, pero la cobardía nos expone a cualquier ataque".
Hume también consideró cómo el coraje excesivo afecta el carácter de un héroe: "un valor y magnanimidad excesivos... contribuye en gran medida al carácter de un héroe, y hará que una persona sea admirada por la posteridad; al mismo tiempo, arruina sus asuntos, y lo conduce a peligros y dificultades, con los que de otro modo nunca habría estado familiarizado".
Siglo XIX en adelante
Søren Kierkegaard, un filósofo, contrastaba el coraje con la angustia. Paul Tillich, otro pensador, oponía un "coraje de ser" existencial al "no ser", relacionándolo fundamentalmente con la religión. Él dijo:
El coraje es la autoafirmación del ser a pesar del hecho de no ser. Es el acto del yo individual al tomar sobre sí la ansiedad del no-ser afirmándose... en la ansiedad de la culpa y la condena.... todo coraje de ser tiene abierta o encubiertamente una raíz religiosa. Porque la religión es el estado de ser asido por el poder de ser en sí mismo.
Galería de imágenes
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Platon Musei Capitolini.jpg
Platón, Museos Capitolinos
Ver también
- Esperanza
- Valor (ética)
- Virtus (virtud romana)
Véase también
En inglés: Courage Facts for Kids