Reloj de bolsillo para niños
Un reloj de bolsillo es un tipo de reloj que, por su tamaño, puedes llevar fácilmente en tu bolsillo. Generalmente, se sujeta con una cadena metálica llamada leontina para que no se caiga. A veces, la gente lo llama "reloj de leontina", pero lo correcto es decir "reloj de bolsillo con leontina". Una parte importante de estos relojes es el bisel, que es el aro de metal que sostiene el cristal que protege la esfera.
Hoy en día, los relojes de bolsillo no se usan tanto como antes, ya que los relojes de pulsera son más comunes. Sin embargo, todavía se fabrican y venden. Algunas personas los usan como un símbolo de elegancia, mientras que otras los ven como algo diferente o poco común.
Contenido
Historia de los relojes de bolsillo
¿Cuándo se inventaron los relojes de bolsillo?
Los relojes de bolsillo se inventaron en Francia a mediados del siglo XVI. Su creación fue posible gracias a la invención del resorte o muelle en espiral, una pieza clave en el mecanismo de los relojes. Al principio, tenían una forma cilíndrica.
Los "huevos de Núremberg"
En la ciudad de Núremberg, en Alemania, se empezaron a fabricar muchos relojes de bolsillo con forma ovalada, por lo que se les conoció como "huevos de Núremberg". Estos relojes se hicieron famosos rápidamente por toda Europa, y se cree que su inventor fue Peter Henlein, quien era de esa ciudad.
Diseños y mejoras a lo largo del tiempo
Con el tiempo, se crearon relojes de bolsillo con formas muy variadas y con mecanismos complejos que mostraban información sobre la astronomía y el calendario. A mediados del siglo XVI, aparecieron relojes preciosos con cajas decoradas con tallados, calados o esmaltes, y con formas de animales o cruces. Aunque eran muy bonitos, al principio no eran muy precisos, pero fueron mejorando.
¿Quiénes usaban los primeros relojes de bolsillo?
Al principio, los relojes de bolsillo eran objetos muy raros y caros. Solo las personas más ricas de la sociedad podían comprarlos. Los primeros relojeros solían ser herreros o cerrajeros, expertos en trabajar metales. Como eran objetos de lujo, se decoraban con mucho detalle, usando a menudo materiales preciosos. Por eso, los relojeros también necesitaban ser expertos en orfebrería (el arte de trabajar metales preciosos).
En esa época, en lugares como Francia, Alemania e Italia, se hizo una clara diferencia entre quienes construían grandes relojes públicos y quienes hacían relojes más pequeños para paredes o para llevar en el bolsillo.
Producción en masa y precios más bajos
Durante los siglos XVI y XVII, los relojes de bolsillo dejaron de ser tan raros. Pero fue en el siglo XVIII cuando comenzó la producción en masa, lo que hizo que sus precios bajaran mucho. Por ejemplo, un reloj de bolsillo de buena calidad que antes costaba mucho dinero, después se podía conseguir por una cantidad mucho menor. En 1784, ya existía una fábrica de relojes en Bielorrusia que luego se trasladó cerca de Moscú.
Cuando los centros de fabricación de relojes en Núremberg y Augsburgo tuvieron problemas, Londres y Ginebra tomaron su lugar. Los primeros relojes de bolsillo ingleses, que aparecieron alrededor de 1580, eran copias de los diseños franceses y alemanes. Más tarde, en 1680, algunos relojeros ingleses crearon mecanismos que hacían que los relojes dieran la hora al presionar un botón o tirar de un cordón.
¿Cómo funciona un reloj de bolsillo?
Una parte importante del funcionamiento de estos relojes es el huso o conoide. Este es un dispositivo que ayuda a que la fuerza del muelle (el resorte que da energía al reloj) sea siempre la misma, sin importar cuánto se haya desenrollado. El conoide tiene forma de cono con un surco en espiral por donde pasa un cordón. Este cordón está unido al muelle principal.
Cuando el muelle está completamente enrollado, tira del conoide por la parte más estrecha. A medida que el muelle se desenrolla y pierde fuerza, el cordón actúa sobre la parte más ancha del conoide. De esta manera, la fuerza que llega a los engranajes del reloj se mantiene constante, asegurando que el reloj funcione de manera uniforme.
La importancia cultural del reloj de bolsillo
¿Por qué fue importante el reloj de bolsillo?
El reloj de bolsillo apareció en una época de grandes descubrimientos científicos. Su invención ayudó a las personas a llevar una vida más organizada, ya que permitía medir el tiempo de las actividades con mucha más precisión que antes.
Desde el principio, el reloj de bolsillo fue un símbolo de importancia y prestigio. Por ejemplo, en 1481, el rey Luis XI de Francia pagó una buena suma por un reloj portátil que sonaba las horas. Incluso pidió que lo pintaran con su reloj en uno de sus retratos oficiales.
Además, el reloj de bolsillo tuvo una relación especial con la astronomía. Con los grandes descubrimientos astronómicos de los siglos XVI y XVII y el crecimiento de la navegación, se hizo necesario tener relojes pequeños y precisos que pudieran ayudar a determinar la posición exacta de las estrellas y la ubicación en el mar.
Algunos expertos, como Derek John de Solla Price, sugieren que el reloj debería verse no solo como una herramienta para medir el tiempo, sino también como parte de la historia de los modelos astronómicos, como el astrolabio.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Pocket watch Facts for Kids