Pozo para niños
Un pozo es un agujero o excavación vertical que se hace en la tierra. Su objetivo principal es llegar a un lugar donde se encuentre algo útil, como agua subterránea o, en algunos casos, otros líquidos como el petróleo. La mayoría de los pozos tienen forma redonda y sus paredes se refuerzan con materiales como ladrillo, piedra, cemento o madera. Esto evita que se derrumben y se tapen.
Tradicionalmente, los pozos se han construido a mano, especialmente en zonas rurales. Este método es económico y no necesita mucha tecnología, usando principalmente el trabajo de personas. Las paredes se pueden revestir con ladrillos o piedras a medida que se excava. Un método más moderno usa anillos de hormigón prefabricados que se bajan al agujero. También existen pozos que se hacen hincando tubos en el suelo, o pozos más profundos que se perforan con máquinas y brocas especiales. Estos pozos perforados suelen tener tuberías de acero o plástico y pueden alcanzar el agua a mucha más profundidad que los pozos excavados a mano.
Existen dos tipos principales de pozos de agua:
- Los pozos poco profundos: Estos se construyen en la capa superior de agua subterránea.
- Los pozos profundos: Estos atraviesan capas de tierra impermeables para llegar a acuíferos (capas de agua) que están más abajo.
También se pueden construir pozos cerca de lagos o ríos para que el agua se filtre a través de la tierra antes de ser recogida. Un experto en aguas subterráneas, llamado hidrogeólogo, puede ayudar a elegir el mejor lugar para un pozo. El agua se puede sacar con bombas o a mano. Es importante proteger los pozos de la contaminación, ya que las impurezas de la superficie pueden llegar fácilmente a los pozos poco profundos. El agua de pozo a menudo contiene más minerales que el agua de ríos o lagos, y a veces necesita ser tratada para poder beberla. Si el nivel del agua subterránea baja mucho, el suelo alrededor puede volverse salado. Otro problema es que el gas metano podría filtrarse en el agua.
Contenido
Historia de los pozos de agua
Los pozos son muy antiguos. Se han encontrado pozos del Neolítico (una época prehistórica) en el Mediterráneo Oriental. El pozo más antiguo que se ha datado con seguridad está en Chipre, en un lugar llamado Kissonerga-Mylouthkia. Fue construido alrededor del año 8400 a. C. y tenía unos 8 metros de profundidad para llegar al agua. Otro pozo en el mismo lugar, un poco más reciente, alcanzaba los 13 metros. También se han descubierto pozos antiguos en Israel, como uno de piedra de 5.5 metros de profundidad en 'Atlit-Yam, cerca de la costa, que data de alrededor del 7000 a. C.
En Europa, se han encontrado pozos revestidos con madera de la cultura de la cerámica lineal del Neolítico, por ejemplo, en la República Checa (5265 a. C.) y en Austria (5200 a. C.).
Los antiguos chinos también descubrieron y usaron mucho el agua subterránea. En un libro muy antiguo llamado El Libro de los Cambios, que es de la dinastía Zhou Occidental (1046-771 a. C.), se explica cómo los chinos cuidaban sus pozos y protegían sus fuentes de agua. Se cree que un pozo encontrado en el sitio de Hemedu se construyó en la era neolítica. Este pozo estaba revestido con cuatro filas de troncos. También se piensa que 60 pozos de tejas al suroeste de Pekín se construyeron alrededor del año 600 a. C. para beber y regar.
En Egipto, se usaban herramientas como el shadoof y la sakia para sacar agua. La sakia es más eficiente y puede sacar agua desde 10 metros de profundidad, mientras que el shadoof solo llega a 3 metros. La sakia es la versión egipcia de la noria.
Pozos para otros fines
Los pozos no solo se han usado para el agua. El primer pozo de sal registrado se excavó en China hace unos 2250 años. Esto fue muy importante porque se usó la tecnología de los pozos de agua para extraer sal, dando inicio a la industria de la sal en Sichuan. Los pozos de petróleo más antiguos conocidos también se perforaron en China en el año 347 d. C. Estos pozos tenían hasta 240 metros de profundidad y se perforaban usando brocas atadas a postes de bambú. El petróleo se quemaba para evaporar el agua salada y producir sal. En el siglo X, había grandes tuberías de bambú que conectaban los pozos de petróleo con los manantiales de agua salada. Se dice que en China y Japón se usaba el gas natural para iluminar y calentar. En Japón, al petróleo se le llamaba "agua ardiente" en el siglo VII.
Tipos de pozos tradicionales
Los pozos tradicionales para recoger agua suelen estar cerca de las casas, en el patio o en una zona común del vecindario. Para mayor seguridad y utilidad, el pozo se rodea en la superficie con un borde llamado brocal. Sobre el brocal se instala una polea o un cigüeño, que son mecanismos para subir y bajar el recipiente, que suele ser un cubo o balde. También se le suele poner una tapa para evitar que caiga suciedad o que ocurran accidentes.
A veces, el conjunto del pozo con el brocal y la polea se conoce también como aljibe.
En lugares donde el agua subterránea puede estar contaminada por aguas residuales y ya no es segura para beber, el agua del pozo aún puede usarse para limpiar o regar.
Se han encontrado restos arqueológicos de pozos en Persia (actual Irán) que datan del siglo XII a. C.
El pozo como símbolo
El pozo ha sido un símbolo importante en muchas culturas desde tiempos muy antiguos. Por ejemplo, en algunos rituales de sanación, el pozo o un lago representa el centro del proceso, y los enfermos mojan sus manos, pecho y cabeza con el agua. El agua de los pozos se ve como un signo de salvación. En la mitología griega, la diosa de la agricultura, Deméter, y otras deidades a menudo se representan junto a un brocal de pozo.
En el cristianismo, el pozo simboliza la salvación y el agua refrescante y purificadora. Se le ve como un lugar de encuentro, como se muestra en la historia de Jesús y la mujer samaritana en la Biblia, donde Jesús habla de las "aguas vivas".
Mirar el fondo de un pozo, como contemplar el agua de un lago, puede representar un acto de reflexión profunda. En las historias medievales, el pozo también se asociaba con el alma y con lo femenino.
El pozo también puede representar el universo de tres maneras:
- Como un vínculo entre la superficie y el subsuelo, conectando con mundos inferiores.
- Como un espejo del cielo, reflejando las aguas del fondo.
- Como una imagen borrosa que aparece en la oscuridad entre sus paredes.
Frases y dichos con la palabra "pozo"
La palabra "pozo" se usa en muchos refranes y expresiones populares:
- «El muerto al pozo, y el vivo al gozo»: Significa que no hay que lamentarse demasiado por lo que ya pasó, y que hay que seguir adelante pensando en el bienestar de los que están vivos.
- «Mi gozo en un pozo»: Se usa cuando alguien se siente decepcionado o sus planes no salen como esperaba.
- «¡Me voy a tirar a un pozo!»: Expresa desesperación o una decisión impulsiva. Si alguien dice «Estás en el pozo», significa que está pasando por un mal momento.
- «Y si Fulanito se tira a un pozo, ¿también te vas a tirar?»: Se usa para criticar a alguien que imita las acciones de otros sin pensar.
- «Es un pozo sin fondo»: Se refiere a algo o alguien que consume muchos recursos sin parar.
- «Ahogado el niño, a tapar el pozo»: En México, se usa para criticar una respuesta tardía a problemas que pudieron haberse evitado.
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Véase también
En inglés: Well Facts for Kids