Pedro Vázquez de Acuña (m. 1482) para niños
Pedro Vázquez de Acuña y Albornoz (fallecido en Buendía el 25 de octubre de 1482) fue el primer conde de Buendía. Fue un noble de Castilla con raíces portuguesas que llegó a tener mucha influencia en las cortes de los reyes Juan II, Enrique IV e Isabel I.
Durante el reinado de Juan II, Pedro Vázquez de Acuña apoyó al condestable Álvaro de Luna en los conflictos de la época. Más tarde, fue un firme defensor de la causa de Alfonso y, después de la muerte de este, protegió y apoyó a la infanta Isabel en la lucha por el trono durante el reinado de Enrique IV. Ayudó a que la princesa Isabel se casara con su primo Fernando de Aragón, un matrimonio muy importante para la historia de España.
Por todo esto, Pedro Vázquez de Acuña, junto con su hermano Alonso Carrillo de Acuña (que era arzobispo de Toledo), fue clave para que los Reyes Católicos se casaran y subieran al trono. Los protegió muchas veces en sus tierras durante los años difíciles de la guerra por el trono de Castilla.
Contenido
Vida y familia de Pedro Vázquez de Acuña
Pedro Vázquez de Acuña nació entre los años 1400 y 1410. Su padre fue Lope Vázquez de Acuña, un noble de Portugal que se estableció en Castilla después de una crisis en su país entre 1383 y 1385. El rey Enrique III de Castilla le dio a Lope los señoríos de Buendía y Azañón en 1397. Su madre fue Teresa Carrillo de Albornoz, que venía de una familia muy importante de la región de la Alcarria en Cuenca.
Pedro Vázquez de Acuña y el reinado de Juan II
En 1427, Pedro Vázquez de Acuña comenzó a trabajar en la corte del rey Juan II. Al principio fue "Oficial del Cuchillo" (un cargo de la casa real), y luego ascendió a "Guarda Mayor del rey", que era el encargado de proteger al monarca. Tuvo este importante puesto desde 1436 hasta 1465, cuando se lo pasó a su hijo. Además, la familia Acuña consiguió controlar el cargo de "Alcalde entregador de las Mestas y Cañadas", que supervisaba el Concejo de la Mesta (una organización de ganaderos).
Durante el reinado de Juan II, Pedro participó activamente en la política y en las batallas. Primero, en la guerra civil contra los hijos de Fernando de Antequera (conocidos como los Infantes de Aragón), apoyando a su tío, el condestable Álvaro de Luna. Después, en el conflicto por la sucesión que surgió durante el reinado de Enrique IV.
En 1440, después de que se firmara la paz con los Infantes de Aragón, el rey Juan II nombró a Pedro de Acuña embajador en la corte de Navarra. Su misión era organizar el matrimonio del príncipe heredero (el futuro Enrique IV) con Blanca de Navarra. Esto ayudó a asegurar la paz entre ambos reinos. Pedro de Acuña tuvo el honor de representar al rey en la boda.
Como recompensa por sus servicios, Juan II le había dado a Pedro de Acuña varias tierras y títulos. En 1432, se convirtió en señor de Mansilla, Rueda y Castilberrón, y conde de Colle y Parma. Sin embargo, en 1439, debido a la paz con Juan de Navarra (futuro Juan II de Aragón), el rey le dio a este último esas villas. A cambio, Pedro Vázquez de Acuña recibió la villa de Dueñas (Palencia) el 9 de diciembre de 1439. Allí estableció el centro de sus propiedades, construyó un palacio y eligió la iglesia principal para el lugar de entierro de su familia.
En 1441, Pedro de Acuña participó en una reunión del rey de Castilla con la reina de Portugal. También luchó junto a otros nobles en un enfrentamiento en Medina del Campo en 1441, cuando el rey Juan II y el rey de Navarra intentaban llegar a un acuerdo de paz. En 1442, Pedro de Acuña fue capturado por nobles que se oponían al condestable Álvaro de Luna y estuvo preso unos días en el castillo de Urueña.
La crónica de Juan II también cuenta que Pedro de Acuña, junto con su hermano Alonso Carrillo, luchó en la primera Batalla de Olmedo en 1445. Esta batalla fue una victoria para el bando del rey y del condestable. En 1451, Pedro de Acuña también participó en el asedio de la villa de Palenzuela.
El apoyo a la infanta Isabel
Cuando Juan II falleció en 1454, Pedro de Acuña juró lealtad a su hijo, Enrique IV. Sin embargo, pronto se unió al grupo de nobles que apoyaban a los infantes Alfonso e Isabel. Su hermano, el arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de Acuña, tuvo un papel muy importante en esto. Ambos apoyaron a un grupo de nobles que no estaban contentos con Enrique IV. En 1464, firmaron un manifiesto en Burgos.
Para lograr sus objetivos, usaron al infante Alfonso, a quien incluso proclamaron rey en un acto simbólico conocido como la "Farsa de Ávila" en 1465. Pero Alfonso murió pronto en 1468, y entonces Pedro y su hermano pasaron a apoyar a la hermana de Alfonso, la infanta Isabel.
El arzobispo Carrillo fue quien impulsó y organizó el matrimonio de la infanta Isabel con Fernando de Aragón en 1469. Por eso, Fernando terminó su viaje en Dueñas, que era propiedad de Pedro Vázquez de Acuña. Pedro fue un gran defensor de los intereses de Isabel hasta su muerte. Después de la boda, para mayor seguridad, los recién casados se retiraron de nuevo a Dueñas de mayo a diciembre de 1470. Fue allí donde nació su primera hija, Isabel de Aragón.
Gracias al gran apoyo que dio a los infantes, y por mediación de su hermano el arzobispo, Pedro de Acuña recibió el título de conde en 1465 de manos del infante Alfonso. Este fue el único título de nobleza que Alfonso concedió. Más tarde, los Reyes Católicos tuvieron que confirmar este título en 1475. También les dieron permiso para crear un segundo mayorazgo (una forma de heredar propiedades) sobre las villas de Dueñas y Buendía para su hijo mayor, Lope Vázquez de Acuña.
Pedro de Acuña, ya mayor, participó activamente en la guerra de sucesión castellana (1476-1479), tomando parte en un intento fallido de asalto a Toro. Falleció en Buendía el 25 de octubre de 1482. Pidió ser enterrado con el hábito de San Francisco en el altar mayor de la iglesia de Santa María de Dueñas, iniciando así el lugar de entierro de su familia. Su tumba, con una escultura de él orando, es una de las primeras de este tipo en Castilla. Su epitafio dice:
Esta piedra encierra el cuerpo, digno de fama, del muy católico y noble y virtuoso caballero el conde de Vuendía, don Pedro de Acuña, el primer conde de este título y señor de esta villa de Dueñas, el qual después de muy católica vida y sanctos días pasó desta vida a la eterna el viernes XXV de octubre de mil y CCCLXXX y dos años.
Matrimonio e hijos
Pedro Vázquez de Acuña se casó con Inés de Herrera y Ayala. Ella era hija del Mariscal de Castilla, Pedro García de Herrera, y de María de Ayala. Tuvieron ocho hijos:
- Lope Vázquez de Acuña, quien continuó la línea como el segundo conde de Buendía.
- Pedro de Acuña, señor de Villaviudas. Su familia se estableció en Valladolid y tuvo descendientes importantes en las letras y las armas. Entre ellos, Hernando de Acuña (1520-1580), un militar y poeta.
- Fernando de Acuña (fallecido en 1494), fue virrey de Sicilia entre 1489 y 1494. En 1480, Fernando de Aragón lo nombró gobernador de Galicia para pacificar la región.
- Luis de Acuña, señor de Agramonte. Fue caballero de la Orden de Santiago. Murió en Dueñas en 1522, soltero y sin hijos. Fue enterrado en el Hospital de Santiago de Dueñas.
- Alonso Carrillo de Acuña, fue obispo de Pamplona de 1473 a 1491.
- Teresa de Acuña.
- María de Acuña, se casó en 1456 con Juan Pérez de Vivero. Enrique IV les concedió el Vizcondado de Altamira en 1463. Eran dueños del Palacio de los Vivero en Valladolid, donde se casaron los Reyes Católicos el 18 de octubre de 1469. María de Acuña fue la madrina de la boda.
- Leonor de Acuña, se casó con Pedro Manrique de Lara. Fueron los segundos condes de Paredes de Nava. Su testamento se hizo público en Villapalacios el 1 de octubre de 1501.