Lengua de signos italiana para niños
La lengua de signos italiana, conocida como LIS, es una forma de comunicación natural que se usa con las manos y el cuerpo. Es como un idioma que se ve, no que se escucha. La usan las personas sordas y también algunas personas oyentes en Italia.
Contenido
Historia de la Lengua de Signos Italiana
Las investigaciones sobre la Lengua de Signos Italiana son bastante recientes, aunque la LIS ha existido por muchos siglos. Todo comenzó en la década de 1960, cuando un investigador llamado William C. Stokoe publicó un libro importante. Él fue el primero en reconocer que las lenguas de signos son idiomas completos, con sus propias reglas y estructuras.
Gracias a su trabajo, empezaron a surgir estudios sobre las lenguas visuales en todo el mundo. En Italia, las investigaciones científicas sobre la LIS comenzaron alrededor de los años ochenta.
¿Cómo funciona la Lengua de Signos Italiana?
La Lengua de Signos Italiana es diferente del italiano hablado porque se basa solo en lo que se ve, no en sonidos. Tiene sus propias reglas para formar palabras y oraciones, como cualquier otro idioma. Es usada principalmente por la comunidad de personas sordas en Italia y por los hijos de padres sordos.
Los elementos básicos de los signos
Para formar un signo en LIS, se usan cinco elementos principales, como si fueran las "letras" de este idioma:
- Configuración: La forma que adopta la mano.
- Ubicación: El lugar del cuerpo o del espacio donde se hace el signo.
- Movimiento: La forma en que se mueve la mano.
- Orientación: Hacia dónde apunta la palma de la mano.
- Componentes no manuales: Las expresiones de la cara y la postura del cuerpo, que son muy importantes.
La estructura de las oraciones en LIS
La Lengua de Signos Italiana es un idioma real con su propia estructura y reglas para construir oraciones. A menudo, estas reglas son diferentes a las del italiano hablado, pero pueden parecerse a las de otros idiomas del mundo.
Por ejemplo, los verbos en LIS no cambian según el tiempo (pasado, presente, futuro) como en español. En cambio, se adaptan al sujeto (quién hace la acción) y al objeto (quién recibe la acción). También existen formas especiales para decir "nosotros dos", "ustedes tres" o "ellos cinco".
La forma en que se combinan los verbos, adjetivos y sustantivos no depende de si son masculinos o femeninos, sino de la posición en el espacio donde se realiza el signo. Además, la expresión de la cara es muy importante, ya que reemplaza el tono de voz. Por ejemplo, hay una expresión facial específica para hacer preguntas o para dar órdenes.
Cada signo se puede dividir en partes: el movimiento, la orientación, la forma de la mano y el lugar donde se hace. También son clave las partes no manuales, como la expresión facial y la postura.
A veces, se usan movimientos de los labios parecidos al habla, pero el signo es claro y se entiende perfectamente gracias a los otros elementos. Es importante no confundir "lengua de signos" con "lenguaje de signos". "Lenguaje" es la capacidad general de los humanos para comunicarse, mientras que "lengua" se refiere a un sistema de comunicación específico, como el español o la LIS.
La LIS, a diferencia del italiano hablado que sigue el orden Sujeto-Verbo-Objeto (SVO), suele usar el orden Sujeto-Objeto-Verbo (SOV). Este orden también se encuentra en otros idiomas como el latín o el japonés.
Reconocimiento legal de la LIS
En algunos países, las lenguas de signos están reconocidas por la ley. Por ejemplo, en Suiza, las lenguas de signos están reconocidas en sus leyes y constituciones.
En Italia, se ha estado esperando una ley para reconocer oficialmente la Lengua de Signos Italiana. Desde 2011, ha habido un movimiento llamado "Movimento LIS Subito!" (¡Movimiento LIS Ahora!) que busca este reconocimiento.
En San Marino, un pequeño país cerca de Italia, también hay una comunidad de personas sordas que pide que el Estado reconozca la LIS.
Véase también
En inglés: Italian Sign Language Facts for Kids
- Cultura sorda
- Lengua de signos española
- Lengua de señas en los bebés y niños pequeños