José María Esperanza y Sola para niños
José María Esperanza y Sola (Madrid, 23 de marzo de 1834 - 23 de octubre de 1905) fue un importante funcionario del gobierno, un estudioso y un crítico de música en España.
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¿Quién fue José María Esperanza y Sola?
José María Esperanza y Sola nació en Madrid en una familia con buena posición económica. Su abuelo materno y su padre trabajaron en puestos importantes del gobierno. Él estudió Derecho y Administración en la Universidad Central de Madrid. Incluso obtuvo un doctorado en Derecho con una tesis sobre el cristianismo y las leyes. Con el tiempo, llegó a ser un alto funcionario en la secretaría de la presidencia del Consejo de Ministros y secretario general del Consejo de Estado.
Su pasión por la música y la crítica
Aunque tuvo una carrera destacada en el gobierno, José María Esperanza y Sola fue muy conocido por su trabajo como crítico de música en Madrid. Desde joven le encantaba la música. Incluso tomó clases de piano con Hilarión Eslava, a quien consideraba un gran maestro de música religiosa. Esperanza y Sola era un buen pianista y compuso algunas piezas musicales.
Sin embargo, lo que realmente lo llevó a la fama fue su trabajo como crítico. Leyó muchos libros sobre la historia y la crítica de la música. Esto lo inspiró a escribir para varias publicaciones de la época. Su primer artículo apareció en la Revista y Gaceta Musical en 1868, usando el seudónimo de «F. de S. Iriarte». También escribió para el Almanaque de la Ilustración, la Ilustración Musical Hispanoamericana y La Crónica de la Música.
Su trabajo en La Ilustración Española y Americana
Lo que lo hizo uno de los críticos más influyentes fue su colaboración en la Revista de música de La Ilustración Española y Americana. Allí trabajó durante treinta años, desde finales de la década de 1860 hasta 1899. Desde las páginas de esta revista, analizaba la música que se presentaba en España, especialmente en Madrid y Barcelona. Tenía ideas conservadoras sobre la música, pero siempre fue respetuoso. Prefería la música italiana de compositores como Bellini, Rossini y, sobre todo, Verdi. No era tan fanático de los compositores alemanes, como Wagner, aunque reconocía la calidad de su orquestación.
¿Qué música defendía?
Esperanza y Sola apoyaba mucho la difusión de la música clásica en España. Era un gran seguidor de los conciertos de la Sociedad de Conciertos de Madrid y de la Sociedad de Cuartetos de Madrid. De esta última, destacó que fue la primera en España en dar a conocer la música de cámara (música para pequeños grupos de instrumentos).
Le encantaba la ópera y deseaba que hubiera más óperas escritas por compositores españoles. Apoyó a quienes se atrevieron con este género, como Tomás Bretón y Emilio Serrano. También fue un gran defensor de la zarzuela, que es un tipo de ópera cómica española, y admiraba a compositores como Emilio Arrieta y Ruperto Chapí.
Sus creencias y reconocimientos
José María Esperanza y Sola tenía fuertes creencias religiosas. Esto también influyó en su amor por la música sacra (música religiosa) y su admiración por su maestro Eslava. Le preocupaba que se añadieran instrumentos innecesarios a la música religiosa. Como crítico, resaltó la importancia de la escuela musical religiosa española del siglo XVI.
También fue miembro de la Sociedad de San Vicente de Paúl, una organización católica que ayuda a los demás. Colaboró mucho con ellos y les dejó una parte importante de su dinero.
Fue reconocido por su trayectoria. Fue miembro de la Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación y del Ateneo de Madrid. En 1888, fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Recibió varios premios y títulos importantes, como el de Oficial de la Legión de Honor y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
Después de su fallecimiento en 1905, sus amigos y colegas reunieron todos sus artículos de crítica musical en una obra de tres volúmenes llamada Treinta años de crítica musical (1906). Este libro incluía una breve biografía suya escrita por su amigo José Ramón Mélida.