Invasión rusa de Ucrania para niños
Datos para niños Invasión rusa de Ucrania |
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Parte de Guerra ruso-ucraniana | ||||
Situación al 29 de julio de 2023 (UTC±0)
Bajo control de Ucrania Ocupado por Rusia |
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Fecha | 24 de febrero de 2022 - presente (1 año, 5 meses y 5 días) | |||
Lugar | Ucrania | |||
Consecuencias |
Sanciones a Rusia:
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Bajas: los informes varían ampliamente. Para más detalles véase: Víctimas e impacto humanitario
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La invasión rusa de Ucrania es un episodio bélico en curso a gran escala que empezó el 24 de febrero de 2022 y forma parte de la guerra ruso-ucraniana, comenzada tras los sucesos del Euromaidán desarrollados entre noviembre de 2013 y febrero de 2014.
Se trata del mayor ataque militar convencional y la mayor contienda bélica en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, superando a las guerras yugoslavas (1991-2001). Está generando un número creciente de víctimas y hasta enero de 2023 había causado la muerte de más de 7000 civiles, según las Naciones Unidas. Los combates también han propiciado la mayor crisis de refugiados en el continente desde la Segunda Guerra Mundial, más de 7,2 millones de ucranianos han abandonado el país, y más de 7,1 millones se han desplazado internamente.
La invasión estuvo precedida por una concentración militar rusa en las fronteras de Ucrania, que se inició a mediados de 2021. Durante este periodo de tensión diplomática, Putin criticó la ampliación de la OTAN posterior a 1997, y negó repetidamente que Rusia tuviera planes de invadir Ucrania. No obstante, el 21 de febrero siguiente, Rusia reconoció a la República Popular de Donetsk y a la República Popular de Lugansk, dos estados autoproclamados en la región de Dombás en el este de Ucrania, y envió tropas a esos territorios. Al día siguiente, el Consejo de la Federación de Rusia autorizó por unanimidad a Putin a utilizar la fuerza militar fuera de las fronteras de Rusia.
Alrededor de las 05:00 MSK (UTC+3) del 24 de febrero, Putin anunció una «operación militar especial» en el territorio de Donetsk y Lugansk; los misiles comenzaron a impactar en varios lugares de Ucrania, incluida la capital, Kiev —el servicio fronterizo ucraniano dijo que fueron atacados sus puestos fronterizos con Rusia y Bielorrusia—. Dos horas más tarde, las fuerzas terrestres rusas entraron en el país dando inicio a diferentes ofensivas que a partir de abril pasaron a concentrarse en el este del país. Así, entre el 18 y el 19 de abril —tras la retirada rusa en la ofensiva de Ucrania central—, ambas partes confirmaron que había comenzado la «segunda fase» del episodio bélico a la que se refirieron como «batalla por el Dombás». Rusia afirmó que la operación perseguía la toma completa de Donetsk y Lugansk («liberación» según sus palabras).
La invasión ha recibido una condena internacional generalizada en los países occidentales del Norte global (principalmente por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Reino Unido, Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón), que han impuesto sanciones económicas masivas a Rusia. Otros países, como China, India y Brasil, han evitado condenar la invasión, mientras que un grupo de países del Sur Global, algunos de ellos integrantes también de Occidente, no comparten la narrativa sobre la guerra. En una resolución por parte de la ONU se condenó la invasión rusa con una amplia mayoría, siendo ratificado en febrero de 2023. Tanto antes como durante la invasión, varios de los Estados miembros de la OTAN han brindado su apoyo militar (envío de armamento) a Ucrania, al igual que la Unión Europea cuyas medidas en respuesta a Rusia han aumentado paulatinamente con hasta 11 paquetes de medidas restrictivas y de sanciones masivas. Por su parte, el presidente de Bielorrusia anunció en octubre la llegada a su país de los primeros soldados rusos para la fuerza militar conjunta «únicamente defensiva» que buscaba «garantizar la seguridad de su frontera».
El 28 de febrero de 2022 se entablaron negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, pero se estancaron desde abril del mismo año. Por otra parte, se han producido manifestaciones en varias ciudades del mundo en contra de los ataques rusos a Ucrania, donde pedían el fin a la guerra y la búsqueda de alternativas diplomáticas. Las protestas contra la guerra acaecidas en Rusia desde el estallido del conflicto dieron lugar a miles de arrestos.
En el mes de julio, las fuerzas invasoras anunciaron haber tomado el control total sobre Lugansk.
A finales de junio de 2023, en medio de la contraofensiva ucraniana, tuvo lugar una fallida insurrección del Grupo Wagner contra el gobierno ruso en Rostov del Don y la sede administrativa del Distrito Militar Sur de Rusia.
Contenido
- Terminología
- Contexto internacional: Era post-Guerra Fría y Nueva Guerra Fría
- Antecedentes
- Preludio de la invasión
- Acusaciones rusas de genocidio en el Dombás
- Invasión y resistencia
- Participación de terceros
- Víctimas e impacto humanitario
- Impacto en las infraestructuras
- Negociaciones de paz
- Cobertura mediática, censura y desinformación: La guerra mediática
- Ramificaciones
- Reacciones
- Opiniones de analistas y políticos de terceros países
- Véase también
Terminología
A pesar de las dimensiones del conflicto, el gobierno ruso lo ha denominado desde el principio como «operación militar especial en Ucrania» (en ruso, специальная военная операция на Украине, romanización spetsiálnaya voyénnaya operátsiya na Ukraíne), evitando los términos de «guerra» o «invasión». Esta expresión fue empleada por primera vez por Vladímir Putin el 24 de febrero de 2022 en su discurso que dio inicio a la invasión.
Desde el punto de vista opuesto, numerosos medios y personas denominan la contienda como la «guerra de Putin», personalizando la responsabilidad de su desencadenamiento en el presidente ruso. También se han utilizado —entre otros— los términos «guerra de Rusia contra Ucrania» o «guerra ruso-ucraniana» de manera más general para referirse a todo el conflicto entre países desde 2014.
Por su parte, los documentos oficiales de la Rada Suprema (parlamento ucraniano) hablan de la «agresión armada de la Federación de Rusia contra la soberanía de Ucrania». En este sentido, organizaciones internacionales como la ONU y el Parlamento Europeo han considerado el conflicto como una «agresión rusa contra Ucrania». No obstante, António Guterres, secretario general de la ONU, le dijo a Putin que las acciones de Rusia en Ucrania son consideradas una «invasión».
También entre los partidarios de Ucrania se utiliza el término «Gran Guerra Patria» que remite a la participación de la RSS de Ucrania en la Gran Guerra Patria de 1941-1945. En cuanto a China, su gobierno ha preferido referirse al conflicto como «crisis de Ucrania» (en chino simplificado, 乌克兰危机; pinyin, Wūkèlán wéijī).
En ese contexto, uno de los motivos para la censura por parte de la Agencia federal rusa responsable de controlar los medios de comunicación (Roskomnadzor) fue la calificación de las acciones rusas como un «ataque», «invasión» o «declaración de guerra».
Contexto internacional: Era post-Guerra Fría y Nueva Guerra Fría
La era posterior a la Guerra Fría (actualmente llamado en la periodo entre-guerras frias) es el período posterior al final de la Guerra Fría el 25 de diciembre de 1991. Debido a que la Guerra Fría no fue una guerra activa sino más bien un período de tensiones geopolíticas marcadas por guerras indirectas, existe un desacuerdo sobre el final oficial de este conflicto y la subsiguiente existencia de la era posterior a la Guerra Fría. Algunos académicos afirman que la Guerra Fría terminó cuando se firmó el primer tratado mundial sobre desarme nuclear en 1987 o el fin de la Unión Soviética como superpotencia en medio de las Revoluciones de 1989, pero realmente terminó con la disolución de la Unión Soviética en 1991. A pesar de esta ambigüedad, el fin de la Guerra Fría simbolizó una victoria de la democracia y el capitalismo, dando un impulso a Estados Unidos y a las potencias mundiales emergentes, China e India. La democracia se convirtió en una forma de autovalidación colectiva para los países que esperaban ganarse el respeto internacional: cuando la democracia se consideraba un valor importante, las estructuras políticas comenzaron a adoptar ese valor.
Nueva Guerra Fría, Segunda Guerra Fría o Guerra Fría 2.0 (en inglés: New Cold War, también referida como Cold War II, Cold War Redux o Cold War 2.0) son términos utilizados —como paralelismo a la Guerra Fría entre 1945 y 1991— para designar lo que se interpreta como un conflicto político, ideológico, informativo, social y militar en el siglo XXI, lo cual terminó la llamada era post-Guerra Fría. Desde esta visión, se verían las tensiones entre potencias como estructuradas dentro de grandes bloques de poder geopolíticos opuestos; en uno se encontraría Occidente y la OTAN (liderado principalmente por Estados Unidos y Reino Unido, en el que la Unión Europea tendría un papel de poder blando) y el otro (Oriente) estaría formado por un lado por China y por otro lado por Rusia (partidarios del poder duro, y que podrían ocasionalmente tener intereses similares o ir por separado, según el caso). Se incluyen acciones propias de guerra híbrida (como los ciberataques) y guerras subsidiarias (como Libia, Siria, Ucrania o Irán). La rivalidad además de geopolítica también sería de carácter económico, militar, cultural y tecnológico.
Antecedentes
El proceso de la caída del muro de Berlín, la reunificación alemana y el colapso de los gobiernos comunistas (1989-1991) trajeron enormes cambios en los países del Bloque del Este, hasta entonces integrantes o aliados de la Unión Soviética, alterando la balanza geopolítica en Europa. Sin embargo, tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Ucrania y Rusia mantuvieron estrechos vínculos y el gobierno ucraniano acordó abandonar su arsenal nuclear en 1994 —mediante el Memorándum de Budapest— con la condición de que los Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia brindaran garantías contra las amenazas a la integridad territorial o la independencia política de Ucrania. Cinco años más tarde, Rusia fue uno de los signatarios de la Carta para la Seguridad Europea, que «reafirmó el derecho inherente de todos y cada uno de los Estados participantes a ser libres de elegir o cambiar sus arreglos de seguridad, incluidos los tratados de alianza, a medida que evolucionan».
El tratado Dos más Cuatro y la expansión de la OTAN
Entendemos la necesidad de garantías para los países del Este. Si tenemos presencia en una Alemania que es parte de la OTAN, no habría extensión de la jurisdicción de la OTAN para las fuerzas de la OTAN ni una pulgada hacia el este [sic]
—James Baker a Mijaíl Gorbachov
9 de febrero de 1990 |
El 9 de febrero de 1990, durante el proceso de redacción del tratado de reunificación alemana, el secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker, visitó al entonces Secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, y a su ministro de exteriores, Eduard Shevardnadze, y un día después, se produjo también la visita del canciller de la Alemania Federal, Helmut Kohl. El objetivo era apaciguar a los soviéticos por la inclusión de una Alemania unificada en la órbita occidental. Gorbachov llegó a proponer una estructura pan-europea de seguridad, que incluiría el ingreso de Rusia en la OTAN. Baker consideró esta idea pan-europea «un sueño» inalcanzable. Baker y Kohl convencieron a Gorbachov de que una Alemania unificada entrase en la OTAN, aduciendo que sería mejor que una Alemania por libre, pero diciendo que no habría expansiones al este.
Las negociaciones habrían dado garantías al gobierno soviético de que la OTAN (creada en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial) no permitiría la adhesión de ningún país del bloque del Este —excluyendo la República Democrática de Alemania (RDA), versión respaldada por algunos historiadores y documentos publicados por el semanario alemán Der Spiegel. Dentro de este marco se hizo posible la reunificación alemana en 1990 y la OTAN incluyó al territorio de la RDA. No obstante, el entonces presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, afirmó en una entrevista de 2014 que el tema de la expansión de la OTAN al este nunca se tocó.
Aunque varias transcripciones del departamento de Estado de los Estados Unidos demuestran que Baker en efecto pronunció esas palabras durante aquella conversación —aludiendo a la no expansión de la OTAN—, dicho compromiso no está reflejado en la redacción final del tratado de reunificación. Además, el New York Times publicó en 1992 una serie de documentos oficiales que daban cuenta de la adopción de una doctrina estratégica que tomó el nombre de Doctrina Wolfowitz, en virtud de la cual Estados Unidos se reservaba la supremacía sobre los demás Estados, proponía el unilateralismo y establecía como «primer objetivo evitar el resurgimiento de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro lugar». El documento inicial fue luego moderado en sus términos. Entre tanto, en Rusia se desarrollaron posturas políticas que eventualmente se consideran como una versión análoga rusa de la Doctrina Monroe.
En la segunda mitad de la década de 1990, Estados Unidos decidió expandir las fronteras de la OTAN hacia el este. Así, en 1999 la OTAN incorporó a Hungría, Polonia y la República Checa, para posteriormente —en 2005, semanas antes de la adhesión de estos Estados a la UE— ampliarse también a Bulgaria, Lituania, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Letonia; estos dos últimos fronterizos con Rusia. De esta forma, Bielorrusia y Ucrania quedaron como los dos países ubicados sobre la «línea roja» que separaba a la OTAN de Rusia. Ucrania se convirtió entonces en una posición crucial para ambos bandos y su política interna empezó a ser fuertemente influenciada por la puja de poder internacional.
En 2008, el presidente estadounidense George W. Bush, declaró públicamente la intención de incorporar a Ucrania —y también a Georgia— a la OTAN, y simultáneamente el proeuropeo Víktor Yúshchenko, presidente de Ucrania, pidió la entrada de su país a la coalición militar. Por su parte, el presidente ruso Vladímir Putin, se pronunció en contra de la posibilidad de dicha adhesión. No obstante, en 2010 Víktor Yanukóvich —quien reemplazó a Yúshchenko como presidente— retiró el pedido, aunque en septiembre de 2020, el nuevo presidente Volodímir Zelenski, aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional, «que prevé el desarrollo de la asociación distintiva con la OTAN con el objetivo de ser miembro de la OTAN».
Revolución naranja
La Revolución Naranja (en ucraniano: Помаранчева революція, Pomaráncheva revolyutsiya) consistió en una serie de protestas y acontecimientos políticos que tuvieron lugar en Ucrania desde finales de noviembre de 2004 hasta enero de 2005. Estas protestas ocurrieron en el contexto de las elecciones presidenciales, en las que hubo fuertes acusaciones de corrupción, intimidación de votantes y fraude electoral directo. Kiev, la capital ucraniana, fue el punto focal de la campaña del movimiento de resistencia civil en el que participaron miles de manifestantes diariamente. A nivel nacional, la «revolución» se caracterizó por una serie de actos de desobediencia civil y huelgas generalizadas organizadas por el movimiento de oposición.
Las protestas fueron incentivadas por los informes de diversos observadores nacionales y extranjeros, así como por la percepción por la oposición de que las autoridades amañaron los resultados de la votación del 21 de noviembre de 2004 entre los candidatos Víktor Yúshchenko y Víktor Yanukóvich a favor de este último. Las protestas nacionales se llevaron a cabo después de que se anularan los resultados de la contienda original, y el Tribunal Supremo de Ucrania ordenó convocar nuevas elecciones para el 26 de diciembre de 2004. Bajo un intenso escrutinio por parte de observadores domésticos e internacionales, la segunda contienda se declaró «libre y justa». Los resultados finales revelaron una clara victoria para Yúschenko, que recibió un 52 % de los votos, comparado con un 44 % de Víktor Yanukóvich. Yúshchenko fue declarado como el ganador oficial con su inauguración el 23 de enero de 2005 en Kiev, con lo que se dio fin a la Revolución Naranja.
En 2010, Víktor Yanukóvich se convirtió en el sucesor de Yúshchenko como presidente de Ucrania, después de que la Comisión Central Electoral y observadores internacionales declararan que la elección presidencial de ese año se desarrolló de manera justa.
Euromaidán
Datos de 2001 | |
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Sebastópol obtuvo el porcentaje más alto (90,6 %), seguido por Crimea con un 77,0 %. | |
Datos de 2005 | |
Crimea: 97 % de toda la población | |
Óblast | |
Dnipropetrovsk | 72 % |
Donetsk | 93 % |
Zaporizhia | 81 % |
Lugansk | 89 % |
Mikoláyiv | 66 % |
Odesa | 85 % |
Járkov | 74 % |
El Euromaidán (en ucraniano, Євромайда́н, Yevromaidán; «Europlaza») es el nombre dado a una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista de Ucrania que en su punto álgido durante el así llamdo Jueves Negro en la Plaza de la Independencia el 20 de febrero de 2014 y el consecuente derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, líder de la formación política prosberana Partido de las Regiones. Tras la huida de Yanukóvich en dirección desconocida el 21 de febrero, la Rada Suprema destituyó del cargo a Yanukóvich por «el abandono de sus funciones constitucionales».
Los sucesos se habían desencadenado en Kiev la noche del 21 de noviembre de 2013, un día después de que el Gobierno de Ucrania hubiera suspendido in extremis la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE).
Las protestas desembocaron en disturbios, que fueron creciendo en intensidad, al punto de que hubo días en que muchos manifestantes continuaban sus protestas toda la noche, lo que hacía imposible su desalojo del lugar por parte de las autoridades. El 16 de enero, la Rada ordenó penas contra los manifestantes, el bloqueo de edificios administrativos y la instalación de tiendas de campaña. Esto fue tomado por los manifestantes como un veto a su derecho de manifestarse y protestar. Desde entonces, las protestas provocaron una escalada de conflicto en rechazo a las nuevas leyes. Entre tanto, las protestas se fueron expandiendo a lo largo del centro y oeste del país y con algunos focos en el este, mayoritariamente ruso. La exigencia no era solo el cambio económico a Europa, sino el cambio total de gobierno, lo que llevó a la dimisión de Azárov el 28 de enero y, a que Parlamento reunido en asamblea extraordinaria, derogara las polémicas leyes que limitaban los derechos de manifestación y reunión.
Primera fase de la guerra ruso-ucraniana
La primera fase de la guerra ruso-ucraniana se refiere al periodo comprendido entre 2014 y 2015 en los inicios de dicho conflicto. Tras esta etapa se desarrolló una fase de alto el fuego a la que siguió un recrudecimiento del conflicto a partir de 2021. Inicialmente se trató de una crisis diplomática internacional que sobrevino en febrero de 2014 tras la destitución del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich como resultado de las protestas del Euromaidán —realizadas principalmente en la zona occidental del país para apoyar el acercamiento hacia la Unión Europea— que fueron rechazadas por comunidades rusófilas de la zona suroriental del país, compuestas en su mayoría por rusos étnicos y ucranianos rusófonos.
Tras el pedido del gobierno de Crimea a Rusia, el Consejo de la Federación aprobó un envío de tropas que (según las autoridades del país) tenía como objetivo garantizar la integridad de los habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se normalizara la situación socio-política. Ello favoreció la Declaración de Independencia de Crimea y Sebastopol que condujo a la proclamación de la República de Crimea —reconocida solo por Rusia— previo restablecimiento de la constitución de 1992 que consideraba al territorio como soberano —aunque delegaba algunas competencias a Ucrania— con una ciudadanía y una policía propias. El proceso finalmente condujo a la adhesión de Crimea a Rusia que fue oficializada el 18 de marzo de 2014, aunque no contó con el reconocimiento del gobierno ucraniano.
Pese al apaciguamiento alcanzado en Crimea, la situación degeneró en el Dombás donde las fuerzas independentistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) se enfrentaron al gobierno de Ucrania agravando la guerra en esta región. El 11 de mayo de 2014, ambas repúblicas celebraron referéndums sobre su estatus político que resultaron en una proclamación de independencia de las regiones en cuestión mientras que los combates continuaron a pesar de los intentos de por detenerlos. No obstante, el 15 de febrero de 2015 —con la entrada en vigencia del acuerdo Minsk II— se inició un alto el fuego incondicional.
Numerosos ciudadanos rusos ocuparon altos puestos entre los rebeldes y varios países consideraron que Rusia proporcionó apoyo material y militar a los separatistas. En este sentido, las reacciones internacionales fueron casi siempre condenatorias de la decisión de Rusia de intervenir, y de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Es así que tras la adhesión de Crimea a Rusia, varios países (encabezados por la Unión Europea y Estados Unidos) aplicaron una serie de sanciones contra el entorno del gobierno ruso. Pero fue el voto de la Resolución 68/262 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la integridad territorial de Ucrania, la acción que contó con la participación de países más numerosa: a favor se pronunciaron cien naciones, once votaron en contra y 58 se abstuvieron, con lo que la secesión de Crimea y Sebastopol fue declarada «inválida».
Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012
Las relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012 es un término que hace referencia a las relaciones entre ambas partes a partir del tercer mandato presidencial de Vladímir Putin en Rusia. Durante este periodo, iniciado en mayo de 2012, las relaciones bilaterales se han visto afectadas principalmente por la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2014, un conflicto desarrollado en medio de una asociación económica en la que el sector energetico representa un factor preponderante ya que Rusia es el mayor proveedor para la Unión Europea. La situación provocó un cambio de actitud de Putin, donde la UE pasó de ser el principal mercado para sus exportaciones energéticas a ser un competidor.
El principal punto de conflicto entre la UE y Rusia es la influencia que puede ejercer cada parte sobre diversos países de la Europa Oriental (Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania). Es así que mientras Rusia recurre a dispositivos económicos, militares y no militares, para mantener a estos países en su esfera de influencia, la UE apoya ocasionalmente la integración de los mismos en las instituciones “occidentales”, apostando por la cooperación dentro del marco de la Política Europea de Vecindad.
La primera fase de la guerra ruso-ucraniana —entre 2014 y 2015— se originó en la cuestión sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea que llevó a los disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista del Euromaidán. Posteriormente, la UE condenó la intervención rusa en Ucrania —adhesión de Crimea a Rusia y guerra del Dombás— y suspendió el diálogo sobre las cuestiones relativas a la política de visados y las negociaciones sobre un nuevo acuerdo bilateral. Desde entonces la Unión aplica un enfoque de doble vía que combina sanciones con intentos de encontrar una solución al conflicto en Ucrania.
Por otra parte, el trato reservado por el gobierno ruso a la disidencia —en el caso Skripal la UE expulsó diplomáticos rusos— y a la oposición en su país —caso de Alekséi Navalni— también ha provocado tensiones entre las partes. No obstante, la participación rusa en la labor del grupo de países para celebrar un acuerdo nuclear con Irán permitió albergar esperanzas respecto a una mayor cooperación a escala internacional. No obstante, la intervención militar rusa en la guerra civil siria desde septiembre de 2016, en apoyo al presidente Bashar al-Ásad, finalmente agravó las tensiones con la UE. Sin embargo, la negativa tanto de Rusia como de la UE de ceder a la presión estadounidense por romper las relaciones con Irán permitió al gobierno de Putin eludir parcialmente las sanciones impuestas.
Preludio de la invasión
Entre marzo y abril de 2021 Rusia reunió alrededor de 100 000 soldados, misiles y otras armas pesadas cerca de su frontera con Ucrania, lo que representó la mayor movilización de fuerzas desde la anexión de Crimea por parte de ese país en 2014. Esto generó preocupaciones sobre una posible invasión, si bien las tropas se retiraron parcialmente en junio siguiente. La crisis se renovó a partir de octubre con el paulatino aumento en la movilización de soldados rusos que sumaron más de 100 000 tanto en Rusia como en Bielorrusia.
Rusia presentó dos borradores de tratados que contenían solicitudes de lo que denominó "garantías de seguridad", incluida una promesa jurídicamente vinculante de que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y una reducción de las tropas y del equipo militar de la OTAN estacionados en Europa del Este, y amenazó con una respuesta militar no especificada si esas demandas no se cumplían en su totalidad. La OTAN rechazó estas solicitudes y Estados Unidos advirtió a Rusia de sanciones económicas "rápidas y severas".
Entretanto, Estados Unidos publicó información de inteligencia sobre los planes de invasión rusos, incluidas fotografías satelitales que mostraban tropas y equipos rusos cerca de la frontera con Ucrania. Estados Unidos continuó publicando informes que predijeron los planes de invasión. Durante estos acontecimientos, el gobierno ruso negó repetidamente que tuviera planes para invadir o atacar Ucrania; quienes emitieron las negativas incluían al portavoz de Putin, Dmitri Peskov, en noviembre de 2021, al viceministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, en enero de 2022, al embajador ruso en los Estados Unidos, Anatoly Antonov, el 20 de febrero de 2022, y al embajador ruso en la República Checa, Aleksandr Zmeyevski, el 23 de febrero de 2022.
El 21 de febrero de 2022, Rusia reconoció oficialmente las dos regiones separatistas en el este de Ucrania, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, como estados independientes y desplegó tropas en el Dombás en un movimiento interpretado como la retirada efectiva de Rusia del Protocolo de Minsk. Las repúblicas disidentes fueron reconocidas en los límites de sus respectivos oblasts de Ucrania, que se extienden mucho más allá de la línea de contacto. El 22 de febrero Putin dijo que los acuerdos de Minsk ya no eran válidos.El mismo día, el Consejo de la Federación autorizó por unanimidad el uso de la fuerza militar en el exterior.
Acusaciones rusas de genocidio en el Dombás
Las acusaciones de genocidio en el Dombás por parte de Rusia son una serie de acusaciones contra el Gobierno ucraniano sobre supuestas acciones genocidas contra la población prorrusa del país, siendo esta una de las razones argüidas para justificar la invasión a Ucrania en 2022.
En la Corte Penal Internacional, Ucrania presentó una demanda contra Rusia por tales acusaciones, sobre las que, los tribunales no hallaron evidencias que sustenten las acusaciones rusas. Acto seguido, instaron al Gobierno del Kremlin a "suspender de inmediato las acciones militares" contra el país vecino.
Invasión y resistencia
Las repúblicas populares de Dombás se dirigieron a Rusia con una solicitud de ayuda. En este sentido [...] decidí llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de abusos, genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años.
—Mensaje de Vladímir Putin
24 de febrero de 2022 |
Inicios
Poco antes de las 06:00 hora de Moscú (UTC+3) del 24 de febrero, se emitió en los canales rusos un mensaje a la Nación de Putin en la que informaba su decisión de lanzar una «operación militar especial» en el este de Ucrania ya que, en sus palabras, «Rusia no puede sentirse segura ante la amenaza ucraniana». Putin añadió que intentaría «desmilitarizar y desnazificar Ucrania», justificando la agresión militar con el objetivo de proteger a los habitantes de las autoproclamadas República Popular de Lugansk (RPL) y República Popular de Donetsk (RPD) —en la región predominantemente de habla rusa de Dombás— del supuesto genocidio por parte del gobierno ucraniano. En su discurso, Putin afirmó que no había planes para ocupar el territorio ucraniano y que apoyaba el derecho de los pueblos de Ucrania a la autodeterminación. Al final del discurso, Putin advirtió a terceros países que no interfirieran en el conflicto y dijo que «la respuesta de Rusia será inmediata y los llevará a consecuencias que nunca han experimentado en su historia», una frase que generó debate sobre su eventual referencia al uso de armas nucleares por parte de Rusia.
Inmediatamente después del ataque, el gobierno ucraniano anunció la introducción de la ley marcial; esa misma noche ordenó una movilización general de todos los hombres ucranianos de entre 18 y 60 años. Las tropas rusas ingresaron a Ucrania desde cuatro direcciones principales: al norte por la frontera bielorrusa, en dirección a Kiev; al noreste desde la frontera rusa, en dirección a Járkov; al este por la antigua línea de frente de la RPD y la RPL; y al sur por la región de Crimea.
El 7 de abril, las tropas rusas se retiraron de la ofensiva de Kiev para un aparente reabastecimiento y posterior redespliegue a la región de Dombas para reforzar los frentes sur y este en un renovado frente de invasión del sureste de Ucrania. Al día siguiente, el general Aleksandr Dvórnikov fue puesto a cargo de las operaciones militares durante la invasión. En julio, las fuerzas invasoras anunciaron haber tomado el control total sobre Lugansk.
Frente de Ucrania central (Ofensiva de Kiev)
La campaña de Ucrania central —dentro de la invasión rusa de Ucrania de 2022— fue un teatro de operaciones para el control de tres óblast (provincias) de esta región: Chernígov, Kiev y Sumy. Las capitales de dos de estas óblast están a menos de 100 kilómetros de la frontera rusa a través de conexiones terrestres (Chernígov a 90 km y Sumy a 50 km).
Con el objetivo de tomar la capital del país, Kiev, la estrategia del ejército ruso en el norte de Ucrania se centró en una ofensiva desde la frontera bielorrusa a lo largo de la orilla occidental del río Dniéper con el objetivo de rodear la ciudad desde el oeste. En apoyo de la ofensiva principal, dos ejes de ataque dirigidos desde la frontera rusa sobre la orilla este del Dniéper, una occidental en dirección a Chernígov y otra oriental a Sumy, se lanzaban con el intento de cercar Kiev desde el noreste y el este.
En el primer día de invasión, las tropas rusas en marcha hacia Kiev tomaron el control de los pueblos fantasmas de Chernóbil y Prípiat, incluida la central nuclear de Chernóbil, donde el ejército ucraniano opuso una primera resistencia al avance ruso pesar de ser derrotado al final del día. Asegurada la Zona de exclusión de Chernóbil, la columna rusa alcanzó a primera de la hora de la mañana del día 25 de febrero la ciudad de Ivankiv, un suburbio al norte de Kiev, donde los ucranianos consiguieron frenar su avance al destruir el puente sobre el río Téteriv y presentar batalla a los rusos en la ciudad. Al mismo tiempo, las Fuerzas Aerotransportadas Rusas intentaban apoderarse de dos aeródromos estratégicos alrededor de Kiev: un asalto aerotransportado al Aeropuerto Antonov, situado al norte en Hostómel y que cayó finalmente en manos rusas el día 25, y otro desembarco en Vasylkiv, al sur de la capital, que fue finalmente repelido por el ejército ucraniano en la base aérea de la ciudad el día 26 de febrero. Estos ataques parecían haber sido un intento de Rusia de apoderarse rápidamente de Kiev y hacer caer al gobierno ucraniano presidido por Volodímir Zelenski, con Spetsnaz infiltrándose en la ciudad apoyados por operaciones aerotransportadas y un rápido avance mecanizado desde el norte, pero no tuvieron éxito, alargando la guerra más allá del plan de invasión inicial ruso.
Para principios de marzo, la defensa ucraniana había ralentizado en gran medida el avance ruso a lo largo del lado oeste del Dniéper. Al noroeste de la capital, la ofensiva rusa encontró una fuerte resistencia del ejército ucraniano en los suburbios de Bucha, Hostómel e Irpín, que no fueron cayendo en poder del ejército ruso hasta mediados de mes, donde el frente finalmente se estancó a las afueras de Kiev. Así mismo, el gran convoy militar ruso que se dirigía a la capital ucraniana, de más de 60 kilómetros de largo, se había dispersado y replegado para el día 11 de marzo, tomando posiciones cubiertas por el bosque, mientras la ofensiva que debía apoyar el cerco desde el noreste se había detenido en gran medida cuando comenzó el asedio de Chernígov, que las fuerzas rusas no habían conseguido culminar. Incapaces de lograr una victoria rápida en Kiev, las fuerzas rusas cambiaron su estrategia por el bombardeo indiscriminado y la guerra de asedio. El 16 de marzo, las fuerzas ucranianas consiguieron lanzar al fin una contraofensiva para repeler el ataque ruso a la capital desde las diferentes ciudades del extrarradio, consiguiendo hacer retroceder por primera vez a las fuerzas rusas alrededor de Irpín y recuperando el control de Makariv y otros suburbios al este y oeste de Kiev una semana después.El 28 de marzo, las fuerzas ucranianas recuperan al fin el control de Irpín, consiguiendo así evitar el cerco de la capital, mientras la artillería rusa comienza a cubrir la retirada de sus tropas del Óblast de Kiev . La retirada de las fuerzas rusas de los óblast de Kiev y Zhitómir es completa ya el 4 de abril , a la vez que se rompen los asedios de Chernígov y Sumy, confirmándose la derrota de la ofensiva inicial rusa sobre la capital ucraniana y desplazando el frente de guerra principal al sur y este del país.
Frente de Ucrania oriental
El 18 de abril, tras el recrudecimiento de las acciones, el gobierno ucraniano comenzó a utilizar el término «batalla por el Dombás» para referirse a la ofensiva. Esta intensificación de los combates era esperada desde comienzos del mes, ya que Rusia se había retirado o había sido rechazada en otras partes de Ucrania y, en consecuencia, estaba preparando una fase de sus operaciones militares centrándose en el este. Así, aproximadamente 60 000 soldados rusos abandonaron la ofensiva de Ucrania central para ser desplegados en esta región, donde hay unos 40 000 soldados ucranianos.
Las operaciones iniciales probablemente consistieron en pequeñas operaciones de escaramuza que pretendían probar las defensas ucranianas, mientras que las campañas de bombardeo continúan destrozando las defensas ucranianas a lo largo de la línea del frente. La ofensiva toma lugar actualmente a lo largo de la línea Rubézhnoye - Izium - Guliaipole - Mariúpol con el objetivo de rodear a las tropas ucranianas en el Dombás y anexar la totalidad de las regiones de Donetsk y Lugansk a los cuasi-estados de la República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Lugansk (RPL), respaldados por Rusia. Dada su importancia estratégica, la ofensiva se ha comparado con la Batalla de Kursk (1943).
En la región del Dombás en particular se había producido una lucha prolongada entre separatistas apoyados por Rusia de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk y las Fuerzas armadas ucranianas. Entre 2014 y 2022, la guerra en Dombás había costado las vidas de más de 10 000 separatistas, rusos y soldados ucranianos, así como las de 3000 civiles, a pesar de que la lucha se había ralentizado a un conflicto prolongado y unos 349 civiles habían muerto desde 2016. Por su parte, la óblast de Járkov también vivió las protestas prorrusas de 2014 y los rebeldes llegaron a proclamar la República Popular de Járkov, un efímero Estado independiente.
Desde el inicio de la ofensiva, las partes en conflicto han buscado abrir corredores humanitarios.
- Sitio de Mariúpol
Para el 2 de marzo, las tropas rusas habían rodeado la ciudad y fueron cercando progresivamente a los defensores ucranianos. El 18 de abril, los soldados ucranianos ignoraron un ultimátum ruso para rendirse y decidieron luchar hasta el final. Rusia amenazó con acabar con quienes continuasen luchando. Un experto militar estimó que todavía podría haber entre 500 y 800 soldados ucranianos resistiendo dentro de la ciudad. El 21 de abril, el gobierno ruso anunció que habían tomado el control de la ciudad, aunque aún quedaban soldados ucranianos realizando una última defensa en la acería Azovstal.
El 16 de mayo, Ucrania abandonó la lucha en Mariúpol y los soldados ucranianos que quedaban en la planta de Azovstal se rindieron a las fuerzas de la Federación de Rusia y la República Popular de Donetsk. Tras obtener el control efectivo de toda la ciudad por parte de las fuerzas rusas y separatistas el 16 de mayo de 2022, la urbe quedó administrada por la República Popular de Donetsk quien estaba organizando una autoridad local desde abril.
Frente sur
En el frente sur, actuando desde el Mar de Azov, el Mar Negro y la península de Crimea, Rusia avanza hacia el norte bloqueando las posibilidades de respuesta de las fuerzas navales ucranianas en el mar de Azov. El 24 de febrero, las tropas rusas tomaron el control del canal de Crimea del Norte, lo que permitió a Crimea obtener suministros de agua para la península, de la que había estado aislada desde 2014. El ataque también avanzó hacia el este, hacia Mariupol, iniciando un asedio de la ciudad y uniendo el frente con las repúblicas independentistas de Dombás.
El 1 de marzo, las fuerzas rusas ganaron la batalla de Melitópol y, el día siguiente la batalla de Jersón. Luego, las tropas rusas avanzaron hacia Nicolaiev, que se encuentra entre Jersón y Odesa. El 4 de marzo, los defensores ucranianos repelieron un ataque a la ciudad y recuperaron la base aérea de Kulbakino. Entre tanto, el 3 de marzo, los rusos iniciaron el asedio de Energodar en un intento de hacerse con el control de la central nuclear de Zaporiyia. Se desarrolló un incendio. La Agencia Internacional de Energía Atómica declaró que el equipo esencial no había sido dañado. El 4 de marzo, la central nuclear de Zaporiyia había sido capturada por las fuerzas rusas, pero aunque se informó de incendios, no hubo fugas de radiación.
Contraofensivas y anexiones
Contraofensiva del sur
La contraofensiva del sur de Ucrania de 2022, también llamada contraofensiva de Jersón, fue un compromiso militar desarrollado en el marco de la invasión rusa de Ucrania. La contraofensiva ucraniana comenzó el 29 de agosto de 2022 contra las fuerzas armadas rusas, con el fin de recapturar los oblasts de Jersón y Nicolaiev.
En un principio, se anunció que el contraataque tenía como objetivo recuperar todo el territorio ocupado por los rusos en los oblasts de Jersón, Zaporiyia y Nicolaiev. Hasta el 17 de octubre de 2022, Ucrania había recuperado numerosos pueblos pequeños y más de 1.170 kilómetros cuadrados de territorio ocupado.
Contraofensiva del este
La contraofensiva del este de Ucrania de 2022, también llamada contraofensiva de Járkov, fue una ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el territorio ocupado por la Federación de Rusia en Ucrania, que se lanzó el 6 de septiembre de 2022 dentro del marco de la guerra ruso-ucraniana.
Tras el lanzamiento de la contraofensiva del sur de Ucrania a finales de agosto de 2022, las fuerzas ucranianas iniciaron esta contraofensiva simultánea a principios de septiembre en el óblast de Járkov, en el noreste del país, cuyo avance ha llegado hasta las profundidades de las líneas rusas y le ha permitido a Ucrania recuperar cientos de kilómetros cuadrados de territorio. El 10 de septiembre de 2022, el Instituto para el Estudio de la Guerra de los Estados Unidos informó que las fuerzas ucranianas habían capturado aproximadamente 2500 kilómetros cuadrados en la región de Jarkóv, mientras que Reuters informó que las fuerzas rusas se habían visto obligadas a retirarse de su base en Izium, después de haber sido aisladas por la captura del centro ferroviario clave en Kúpiansk.
En la tarde del 11 de septiembre, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció la retirada formal de las fuerzas rusas de casi todo el óblast de Járkov, anunciando que "estaba en marcha una operación para reducir y transferir tropas".
Frente Dnipro-Zaporiyia
Anexión del sudeste de Ucrania por Rusia
2023
Eje de Bajmut
La batalla de Bajmut es una serie de enfrentamientos militares cerca de la ciudad homónima entre las Fuerzas Armadas de Ucrania y las Fuerzas combinadas de Rusia y las Fuerzas Armadas Unidas de Nueva Rusia durante la batalla del Dombás comenzada en 2022. El asalto principal hacia la ciudad comenzó después de que las fuerzas rusas avanzaran desde la dirección de Popasna, luego de una retirada ucraniana de ese frente. La principal fuerza de asalto consistía principalmente en mercenarios de la organización paramilitar rusa Grupo Wagner, apoyados por tropas regulares rusas.
A finales de 2022, después de las contraofensivas de Járkov y Jersón de Ucrania, el frente Bajmut-Soledar se convirtió en un foco importante de la guerra, siendo una de las pocas líneas de frente en Ucrania donde Rusia permaneció a la ofensiva. Los ataques a la ciudad se intensificaron cuando las fuerzas rusas asaltantes fueron reforzadas por unidades redesplegadas desde el frente de Jersón, junto con reclutas recién movilizados. En ese momento, gran parte de la línea del frente había descendido a una guerra de trincheras posicional, y ambos bandos sufrían un gran número de bajas sin avances significativos. Mediante el uso de ataques de oleadas humanas compuestas por ex convictos, las tropas de Wagner pudieron ganar terreno gradualmente, y, en febrero de 2023, capturaron territorio en el norte y el sur de Bajmut y amenazaron con un cerco, lo que obligó a las fuerzas ucranianas a retirarse lentamente y la batalla se convirtió en una guerra urbana. En marzo de 2023, las fuerzas rusas capturaron la mitad oriental de la ciudad, hasta el río Bajmuta, y continuaron avanzando hacia las partes de Bakhmut controladas por Ucrania.
El 20 de mayo de 2023 la localidad quedó ocupada en su mayor parte por el grupo Wagner mientras que los militares ucranianos controlaron una pequeña franja a lo largo de la autopista T0504.
Aunque en un principio carecía de importancia estratégica, Bajmut se ha convertido en una de las batallas de la guerra más severas y costosas.
La intensidad de las batallas en el sector de Bajmut se ha comparado con las de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Batallas de Vuhledar
Las batallas de Vuhledar son una serie de enfrentamientos militares producidos en las cercanías de la ciudad de Vuhledar de la región de Donetsk entre las Fuerzas Armadas de Ucrania y las de Fuerzas Armadas de la Federación Rusa durante la Batalla del Donbass en 2022-2023.
Antecedentes
Vuhledar es una pequeña ciudad situada en el sur de la región de Donetsk de Ucrania, que presenta una gran importancia estratégica debido a su ubicación encima de una colina. Desde edificios urbanos e industriales, las tropas ucranianas tienen la capacidad de disparar, en particular, a las vías ferroviarias. Las condiciones contribuyen a una defensa efectiva de la ciudad. Debido a que la ciudad queda ubicada cerca de la antigua línea de control de la autoproclamada República Popular de Donetsk, los combates urbanos comenzaron desde los primeros días del conflicto.
2022
El 27 y 28 de agosto, las fuerzas rusas llevaron a cabo unos ataques terrestres limitados al oeste y suroeste de Donetska en dirección a Pavlovka (3 km al suroeste de Vuhledar).
2023
El 9 de enero, el Ministerio de Defensa Ruso declaró que las fuerzas ucranianas estaban concentrando una gran cantidad de tropas en la parte occidental de la región de Donetsk en el área de Vuhledar.
El 24 y 25 de enero, las tropas rusas comenzaron el asalto de la ciudad, y al día siguiente, el asesor del jefe de la DPR Igor Kimakovsky dijo que las tropas habían entrado en la ciudad y estaban tratando de establecerse en sus afueras.
Las fuerzas rusas, en particular la 155ª y la 40ª Brigadas de Infantería de Marina, sufrieron unas grandes pérdidas durante la ofensiva de Vuhledar.
Contraofensiva ucraniana
Después de las contraofensivas, por separado, del este y del sur a fines de 2022, la lucha en el frente se estancó en gran medida, y la guerra se concentró principalmente alrededor de la ciudad de Bajmut durante la primera mitad de 2023. Mientras tanto, Rusia construyó una línea defensiva de 800 km en preparación para una contraofensiva ucraniana.
En los días previos a la contraofensiva ucraniana, las Fuerzas Armadas de Ucrania participaron en "operaciones de configuración" para probar las defensas rusas en los territorios ucranianos bajo ocupación militar rusa. El 3 de junio de 2023, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, dijo que el país estaba listo para lanzar una contraofensiva. Al día siguiente, los funcionarios ucranianos declararon un "silencio operativo" para no comprometer las operaciones militares.
Los éxitos en la contraofensiva demostrarían inequívocamente que la ayuda militar occidental a Ucrania estaba justificada y que era posible una victoria ucraniana integral, lo que alentaría una mayor ayuda militar occidental. Sin embargo, las opiniones sobre lo que constituiría un éxito varían entre los líderes occidentales. En última instancia, los funcionarios estadounidenses y europeos permitieron que Zelenskyy determinara lo que él consideraba un "éxito". Dos componentes esenciales del éxito incluirían que el ejército ucraniano retome los territorios ocupados por Rusia y/o socave al ejército ruso.
El 6 de junio, se rompió el embalse de Kajovka en el Dnipró, inundando áreas río abajo y reduciendo el suministro de agua a Crimea. Tanto la parte rusa como la ucraniana se culparon mutuamente tanto del atentado como del bombardeo que se produjo durante la evacuación de las víctimas de la inundación por los rescatistas.
A partir de junio-julio, la contraofensiva empezó a desarrollarse de manera gradual, encontrándose tanto los comandantes como los soldados ucranianos con unos severos obstáculos (falta del refuerzo aéreo, campos minados, calor etc). Sin embargo, varios representantes de los países aliados de Ucrania calificaron esos obstáculos como esperados, subrayando que la contraofensiva no tenía que ser rápida y se estaba desarrollando con normalidad. En el transcurso de la contraofensiva, se recuperaron cientos de kilómetros de los territorios ocupados por Rusia. Por otra parte, hubo muchas quejas relacionadas con los defectos de las armas y de los equipos suministrados a las fuerzas ucranianas por los países aliados.
Los analistas han visto romper el puente terrestre ruso hacia Crimea en la región de Zaporizhzhia como un objetivo central del contraataque de Ucrania. Un gran avance ucraniano en la región podría amenazar "severamente" la viabilidad del puente terrestre, que sirve como la principal ruta de suministro para los bastiones militares rusos en Crimea. Alternativamente, recuperar la planta de energía nuclear de Zaphorizhzhia se vería como una victoria simbólica y, al mismo tiempo, volver a proporcionar a Ucrania activos de infraestructura críticos. Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, las fuerzas rusas habían reforzado Crimea: "Esto incluye una extensa zona de defensa de 9 km de longitud, 3,5 km al norte de la ciudad de Armyansk, en el estrecho puente de tierra que conecta Crimea con la región de Kherson".
La contraofensiva ucraniana generó comparaciones con el Día D , con la operación vista como un momento crucial en la guerra que influiría en el resultado final. Actualmente está en curso.
Insurrección del Grupo Wagner
Véase Rebelión del Grupo Wagner
Ataques con misiles y guerra aérea
El 25 de febrero, el ataque a la base aérea de Millerovo por parte de las fuerzas militares ucranianas se basó en misiles OTR-21 Tochka. Según funcionarios ucranianos, esto destruyó varios aviones de la Fuerza Aérea Rusa e incendió la base aérea. En el ataque al Aeropuerto Internacional de Zhitómir el 27 de febrero, se informó que Rusia usó sistemas de misiles 9K720 Iskander, ubicados en Bielorrusia, para atacar el aeropuerto civil de Zhitómir. Rusia perdió varios aviones el 5 de marzo, incluidos un Su-30SM, dos Su-34, dos Su-25, dos Mi-24/Mi-35, dos helicópteros Mi-8 y un avión no tripulado Orlan. El 6 de marzo, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó que 88 aviones rusos habían sido destruidos desde que comenzó la guerra.
El uso de misiles como bombas de racimo y cohetes termobáricos por parte de Rusia fue seguido en junio por el anunció del envío de cohetes M142 HIMARS (guiados por GPS y con un alcance de hasta 80 km) como parte del apoyo de EE.UU. al gobierno ucraniano.
Por otra parte, según el gobierno ucraniano y la OTAN, a partir de octubre Rusia ha utilizado Drones modelo HESA Shahed 136 de fabricación Iraní de un peso de 200 kilos que son capaces de cargar 40 kilos de explosivos. En este sentido, Ucrania venia usando desde mayo drones de fabricación estadounidense, el Switchblade 300, fabricado para el ataque y destrucción de tanques, miden unos 30 cm y tienen un peso de 2 5 kg.
- Ataques rusos en Odesa
Los bombardeos de Odesa de 2022 se refieren a los ataques estratégicos desde el mar por parte de las Fuerzas Armadas de Rusia contra la Óblast de Odesa, incluida su capital homónima, la región costera más importante de Ucrania que aun no se encuentra bajo ocupación militar de la Federación Rusa.
Tiene lugar durante la ofensiva del sur de Ucrania de la invasión rusa de Ucrania en Odesa en 2022. La ciudad y la región circundante han sido bombardeadas por las fuerzas rusas en múltiples ocasiones desde que comenzó el conflicto, disparadas predominantemente desde buques de guerra rusos situados en alta mar en el Mar Negro. La ciudad también ha sido blanco de misiles de crucero rusos.
El 24 de febrero, la Guardia fronteriza de Ucrania anunció alrededor de las 18:00 hora local que había comenzado un ataque a la isla de las Serpientes por parte de barcos de la Armada de Rusia. El crucero lanzamisiles Moskvá y el patrullero Vasily Býkov bombardearon la isla con sus cañones de cubierta. Después del bombardeo, un destacamento de soldados rusos aterrizó y tomó el control de Isla de las Serpientes. Las fuerzas rusas también atacaron la base aérea de Chugúyev el 24 de febrero, que albergaba drones Bayraktar TB2. El ataque causó daños en áreas de almacenamiento de combustible e infraestructura.
- Hundimiento del buque Moskvá
El Moskvá (en ruso: Москва, 'Moscú'), anteriormente Slava (en ruso: Слава, 'Gloria'), fue un buque de guerra de la Armada rusa. Era el buque principal de la clase de cruceros lanzamisiles del proyecto 1164. Botado en 1979, resultó hundido el 14 de abril de 2022 en acción de guerra. En el momento de su hundimiento era el buque insignia de la Flota del Mar Negro.
Se hundió en el mar Negro el 14 de abril de 2022 mientras estaba siendo remolcado a puerto. Según las autoridades ucranianas, la nave sufrió graves daños tras ser alcanzada por dos misiles de crucero antibuque Neptuno, que provocaron un incendio a bordo y la evacuación de su tripulación. Sin embargo, las autoridades rusas indicaron que se había registrado un incendio a bordo la noche anterior que provocó la detonación de la munición acumulada en su interior.
El lugar del hundimiento fue declarado patrimonio cultural subacuático de Ucrania.
Amenaza nuclear
En cuanto al empleo de bombas sucias, Rusia acusó en octubre de 2022 que la defensa ucraniana estaría pensando en usar estas armas, acusaciones que ha desmentido el gobierno ucraniano.
Resistencia popular y colaboracionismo
Los civiles ucranianos han resistido la invasión rusa de varias maneras; ofreciéndose como voluntarios para unirse a las unidades locales armadas de defensa territorial, fabricando cócteles molotov, donando alimentos, construyendo barreras como erizos checos y ayudando a transportar refugiados.
Se han empleado varias tácticas de resistencia civil desarmada en toda Ucrania. En respuesta a la llamada de la agencia de calles de Ucrania, Ukravtodor, los civiles desmantelaron o alteraron las señales de tráfico locales, construyeron barreras improvisadas y bloquearon las carreteras. Los informes de las redes sociales y los videos compartidos muestran protestas callejeras contra las fuerzas rusas en los asentamientos ocupados, que a menudo se convierten en altercados verbales y enfrentamientos físicos con las tropas rusas.
En algunos casos, las personas bloquearon físicamente los vehículos militares rusos, a veces obligándolos a retirarse. La respuesta de los soldados rusos a la resistencia civil desarmada varió desde la renuencia a enfrentarse a los manifestantes hasta disparar al aire o directamente a la multitud. Ha habido detenciones masivas de manifestantes ucranianos, y los medios locales ucranianos también han informado sobre desapariciones forzadas, simulacros de ejecución, toma de rehenes, y ejecuciones extrajudiciales.
Participación de terceros
Participación de Bielorrusia en la invasión
Bielorrusia, un aliado cercano de Rusia y fronterizo con Ucrania, ha apoyado a su vecino del este en la invasión rusa de Ucrania en 2022. Antes del comienzo de la ofensiva, Bielorrusia permitió que las Fuerzas Armadas rusas realizaran ejercicios militares de semanas en su territorio, sin embargo, las tropas rusas no abandonaron el país después de que se suponía que debían terminar. Bielorrusia permitió que Rusia realizara parte de la invasión desde su territorio, dándole a Rusia la ruta terrestre más corta posible a la capital de Ucrania, Kiev.
Bielorrusia inicialmente negó su participación en el conflicto, pero desde entonces admitió haber permitido que los lanzadores de misiles rusos estacionados en su territorio disparen contra objetivos ucranianos. Surgieron varios informes entre la oposición bielorrusa y el ejército ucraniano de que las tropas bielorrusas estaban en Ucrania luchando junto con los rusos, pero el líder bielorruso Aleksandr Lukashenko los desestimó y dijo que las Fuerzas Armadas bielorrusas no participarían directamente en el conflicto.
El caso de Osetia del Sur
Un mes después del comienzo de la invasión rusa, se supo que un número indeterminado de soldados sudosetios fueron enviados a Ucrania, posiblemente un batallón de poco más de 300 soldados. Aunque esto podría suponer la entrada de la república autoproclamada de Osetia del Sur en la guerra, los soldados enviados eran regulares de la 4.ª Base Militar de Guardias de Tsjinvali (Osetia del Sur/Georgia), pero encuadrada dentro del organigrama del 58.º Ejército de Armas Combinadas ruso, por lo que es una unidad regular del ejército ruso. Esto se debe a que en marzo de 2017, las fuerzas armadas de Osetia del Sur fueron integradas prácticamente en su totalidad en las Fuerzas Armadas de Rusia, por lo que no cuentan con independencia militar. El presidente sudosetio, Anatoli Bibílov, declaró que apoyaba a Rusia en su operación militar especial, pero no hizo otras declaraciones contra Ucrania centrándose en que las fuerzas regulares sudosetias debían prepararse para un eventual enfrentamiento con los nacionalistas de Georgia. El apoyo de Bibílov al despliegue de tropas para Rusia marcó las elecciones de 2022, en las que perdió frente al opositor Alán Gaglóyev.
Voluntarios sirios
Desde el mes siguiente a la invasión, el presidente ruso Vladímir Putin hizo un llamamiento a voluntarios extranjeros como respuesta a la Legión Internacional ucraniana. Su llamamiento estuvo dirigido especialmente a los países árabes de Oriente próximo donde no tuvo demasiado calado salvo en Siria. El gobierno de Bashar al-Ásad quiso escenificar el apoyo de su país a Rusia promoviendo manifestaciones de apoyo al país eslavo en las universidades y en las calles.
Para mediados de marzo, unos 16 000 voluntarios, casi todos de Oriente Próximo, habían solicitado acudir como voluntarios a la región del Dombás según el ministro de defensa ruso Shoigú. Esta cifra aumentaba hasta los 40 000 voluntarios según el OSDH. El contrato de voluntarios sirios incluía un pago de 3 000 euros para los combatientes, 7 000 en caso de quedar heridos, suministro de raciones de comida y un seguro de 15 000 euros para las familias en caso de morir en combate.
Sin embargo, muchos de los civiles que se presentaron en la embajada rusa de Damasco o en la base aérea de Jmeimim tuvieron que volver a casa después de que el ejército ruso explicase que estos contratos se harían a través de contratistas militares como Al-Sayyad, la brigada Al-Ahdat Al-Omaria, conocida como la 8.ª Brigada, u otros grupos paramilitares que priorizarían voluntarios con experiencia militar previa.
En abril de 2022 se supo que una unidad de 300 soldados del ejército sirio fue reclutada y enviada a combatir en Ucrania apoyando al bando ruso. En mayo se informó de que eran al menos 500 los voluntarios sirios reclutados. Aunque muchos de los soldados pertenecían al ejército sirio, habían ido en calidad de mercenarios.
Apoyo militar extranjero a Ucrania
- La Unión Europea y sus Estados miembros
Desde el inicio de la invasión más de 7 millones de refugiados han huido hacia el territorio de la Unión Europea . En consecuencia, ya desde marzo de 2022, este flujo de personas —solo los nacionales ucranianos— beneficia de la acogida dentro de la UE durante un máximo de tres años sin necesidad de solicitar asilo en el marco de la Directiva de Protección Temporal.
Por otra parte, con base en el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, el 28 de febrero de 2022 la Unión Europea dispuso la creación de una célula encargada de coordinar la compra de armamento para sostener al Gobierno ucraniano frente al ataque ruso. La Comisión Europea también decidió movilizar el Centro de Satélites de la Unión Europea para prestar servicios de inteligencia a Ucrania. De esta forma, la guerra ruso-ucraniana permitió a la UE reafirmarse como fuerza geoestratégica e implicarse en un conflicto militar.
Entre tanto el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció un rearme del ejército de su país de proporciones nunca vistas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Además, Alemania negó la certificación de gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 —que finalmente perjudicaría a Ucrania—, cuya construcción finalizó en 2021, pero que aún no había entrado en funcionamiento.
- Estados Unidos
En diciembre de 2021, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos proporcionó a Ucrania 60 millones de dólares de ayuda militar inmediata. En febrero de 2022, Antony Blinken autorizó otros 350 millones de dólares.
En marzo de 2022, el presidente Joe Biden consiguió del Congreso autorización para entregar 13.600 millones de dólares en ayuda a Ucrania y en abril solicitó 33.000 millones más, al estar casi agotada la primera entrega.
- Reino Unido
En diciembre de 2022 el teniente general Robert Magowan de los Royal Marines reconoció la participación de 350 marines del 45.º Comando en el conflicto bélico, a principios de 2022 dicha unidad fue enviada a Kiev para participar en la evacuación de la embajada británica. Los comandos regresaron a Kiev en abril para proteger la embajada cuando el gobierno británico decidió restablecer su presencia diplomática en Ucrania después que Rusia retirase sus fuerzas de los alrededores de la capital ucraniana. Aunque está información ya había sido revelada por el Ministerio de Defensa británico. Según el citado alto militar «Durante ambas fases, los comandos apoyaron otras operaciones discretas en un entorno enormemente delicado y con un alto nivel de riesgo político y militar» Lo que constituye la primera vez que los militares británicos admiten que también han participado en operaciones especiales en Ucrania.
- Legión Internacional de Defensa Territorial
Bajo el liderazgo del presidente Volodímir Zelenski, la unidad fue creada para la defensa de Ucrania contra Rusia como parte de la invasión rusa de Ucrania de 2022, y su formación fue anunciada en una declaración del ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, el 27 de febrero de 2022, alrededor de 11:00 hora local. Aquellos que quieran unirse a la unidad pueden hacerlo poniéndose en contacto con el Agregado de Defensa de la Embajada de Ucrania en su país respectivo. El esfuerzo por levantar una Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania se asemeja a los esfuerzos de Kiev durante y desde las hostilidades de 2014 en Donbás y la guerra ruso-ucraniana para reclutar batallones de voluntarios extranjeros. Para el 6 de marzo, 20.000 ciudadanos extranjeros de 52 países se habían presentado voluntarios para luchar del lado ucraniano, en palabras de Kuleba.
- Marruecos
Marruecos ha sido el primer país de África en enviar armamento.
Víctimas e impacto humanitario
Víctimas
Bajas | Fecha de cifra consolidada (fuente) | |
---|---|---|
Muertos | Heridos | |
Civiles | ||
16 502 | 9000 | enero de 2023 (gobierno ucraniano) |
9177 | 25 170 | junio de 2023 (Naciones Unidas) |
Fuerzas ucranianas | ||
20 000 | 130 000 | mayo de 2023 (Estados Unidos) |
Fuerzas rusas y sus aliados | ||
50 000 | 180 000 | mayo de 2023 (Estados Unidos) |
74 000+ | 243 400+ | julio de 2023 (BBC y Mediazona) |
El 21 de septiembre de 2022, el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que
5 937 soldados rusos habían muerto en combate. También afirmó que 61 207 soldados ucranianos habían muerto 49 368 resultaron heridos y 572 capturados hasta ese momento.Según BBC y el sitio web de noticias Mediazona, de los 19 688 soldados y contratistas rusos cuyas muertes habían documentado hasta el 14 de abril de 2023, el 9,5 % (1949) eran oficiales, mientras que el 10,7 % (2185) eran tropas de fusileros motorizados y el 8,2 % (1668) eran miembros de las Tropas Aerotransportadas de Rusia. Además, el 9,3 % (1900) de los soldados rusos cuyas muertes habían sido confirmadas eran personas que fueron movilizadas, mientras que el 15 % (3080) eran convictos. La BBC declaró además que «Cada semana, descubrimos nuevas pruebas de funerales militares rusos en diferentes localidades de Rusia, que no fueron informados por las autoridades locales. Con base en estas observaciones, podemos suponer que la lista de pérdidas confirmadas que mantiene la BBC contiene al menos un 40-60 % menos de nombres de muertos que los realmente enterrados en Rusia». La BBC declaró que el número real de muertos podría superar los 41 000, contando solo a los militares y contratistas rusos. Mediazona agregó que «el número real de víctimas es probablemente de decenas de miles».
Por su parte, Ucrania confirmó que sus fuerzas habían sufrido 10 000 muertos y 30 000 heridos a principios de junio de 2022, mientras que 7200 soldados estaban desaparecidos, incluidos 5600 capturados. En el punto álgido de los combates en mayo y junio de 2022, entre 100 y 200 soldados ucranianos morían en combate diariamente.
Las Naciones Unidas confirmaron a finales de junio de 2023 que habían muerto 9177 civiles, pero se pensaba que la cifra real era mayor. En febrero de 2023, el fiscal general ucraniano anunció que al menos 461 niños habían muerto desde el comienzo de la invasión y otros 923 resultaron heridos. La mayoría de las víctimas entre los niños eran de la región de Donetsk.
En cuanto a las bajas de origen extranjero, durante el conflicto han muerto varias decenas de civiles. El grupo más numeroso es de los griegos (12) seguido por el de azerís (10). Además cerca de 2000 mercenarios habían muerto hasta septiembre de 2022.
Prisioneros de guerra
Ha habido numerosos casos de tropas capturadas por las fuerzas ucranianas y rusas durante la invasión. El 8 de marzo, el gobierno ucraniano anunció que estaba trabajando para que los prisioneros de guerra rusos trabajaran para ayudar a reactivar la economía ucraniana, en pleno cumplimiento del derecho internacional.
En marzo, funcionarios ucranianos publicaron fotos y videos de soldados rusos capturados. Amnistía Internacional argumentó que el artículo 13 de la Tercera Convención de Ginebra prohíbe videos de soldados capturados.
Refugiados
Cientos de miles huyeron en los primeros días después del ataque. La mayoría ha encontrado refugio en países vecinos al oeste de Ucrania: Polonia, Hungría, Moldavia, Rumania y Eslovaquia. Muchos de los afectados buscan refugio en casas de familiares que viven en el exterior.
Las cifras de personas que huyen de Ucrania pueden cambiar rápidamente y, a menudo, son solo estimaciones. Los viajes de un país a otro no necesariamente están registrados oficialmente. Los ucranianos pueden viajar a algunos países de Europa sin visa. Se les puede permitir permanecer en el país por un período prolongado, como 90 días, sin un permiso especial. En otros lugares, deben solicitar asilo. Además, cruzar la frontera de un país no significa que la gente se quedará en ese país (permanentemente).
Debido a la continua acumulación militar a lo largo de la frontera con Ucrania, varios gobiernos vecinos y organizaciones de ayuda se prepararon para un posible evento de migración forzosa masiva durante semanas antes de la invasión real. El Ministerio de Defensa de Ucrania estimó en diciembre de 2021 que una invasión podría obligar potencialmente a entre tres y cinco millones de personas a huir de sus hogares.Se informó que los guardias fronterizos ucranianos no permitieron que varios no ucranianos (muchos de ellos estudiantes extranjeros atrapados en el país) cruzaran la frontera hacia naciones vecinas seguras, alegando que se estaba dando prioridad a los ciudadanos ucranianos para cruzar primero. El Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania dijo que no había restricciones para que los ciudadanos extranjeros salieran de Ucrania y que se le había dicho a la fuerza fronteriza que permitiera la salida de todos los ciudadanos extranjeros. Sin embargo, muchas personas que cruzaron la frontera hacia Polonia denunciaron malos tratos y racismo por parte de la policía fronteriza ucraniana. Frente a esto, representantes de tres naciones africanas en el Consejo de Seguridad de la ONU —Kenia, Ghana y Gabón— condenaron los informes de discriminación durante una reunión en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York el lunes 28 de febrero.
El 27 de febrero, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) declaró que más de 268 000 personas habían huido de Ucrania desde el comienzo de la invasión.
Acogida en la Unión Europea
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), entre febrero y mediados de octubre de 2022, más de 7,6 millones de ucranianos habían huido hacia Estados miembros de la Unión. Además, el Alto Comisionado Filippo Grandi, confirmó que este era el mayor flujo de refugiados desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
El 27 de febrero anterior la Unión Europea acordó acoger a refugiados ucranianos durante un máximo de tres años sin que solicitaran asilo; adicionalmente, el 3 de marzo, fue aprobada la Directiva de Protección Temporal por primera vez en su historia para que los refugiados no tengan que pasar por el procedimiento estándar de asilo de la Unión.
No obstante, varios Estados miembros de la Unión ya habían iniciado acciones individuales con anterioridad. Ya el 24 de febrero, Letonia aprobó un plan de contingencia para recibir y alojar a unos 10 000 refugiados de Ucrania, y Hungría anunció que todas las personas que cruzasen la frontera desde Ucrania serían admitidas. Al día siguiente, para facilitar los cruces fronterizos, Polonia y Rumania levantaron las reglas de entrada por la pandemia de COVID-19. Dos días después, Belgíca anunció que se asignarán tres millones de euros para ayuda humanitaria adicional a Ucrania y, Eslovaquia aseguró que daría dinero a las personas que ayudaran a los refugiados ucranianos. Al final de la semana, los Países Bajos manifestó que los ucranianos en podían quedarse durante tres meses en este país y que durante este tiempo, básicamente tendrían que encontrar su propio alojamiento ya que, según el gobierno, los centros de asilo estaban superpoblados y la vida allí conllevaba restricciones.
Campos de filtración de ucranianos
Se ha informado que las fuerzas armadas de Rusia utilizan campos de filtración en los territorios bajos su control militar en Ucrania desde la invasión de ese país en febrero de 2022, e incluso en el territorio mismo de la Federación Rusa.
Un mes luego del conflicto La vice primera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk dijo que 40.000 personas habían sido trasladadas de Ucrania a territorios controlados por Rusia sin coordinación con Kiev. Más de 400.000 ucranianos han sido 'desplazados por la fuerza a Rusia', afirma la defensora de los derechos humanos de Ucrania, Lyudmyla Denisova, el 30 de marzo de 2022.
Mijaíl Mizintsev, jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional de Rusia, dijo el 8 de mayo que 1.185.791 personas han sido trasladadas a Rusia. Funcionarios ucranianos compararon las acciones con los campos de filtración en el conflicto checheno. Funcionarios ucranianos dijeron que el FSB "trabaja" con ucranianos en campos de filtración en Krasnodar y Taganrog a quienes se les ofrecen trabajos en Sajalín, al extremo este de Rusia.
El gobierno ruso niega que esté sacando a la fuerza a los ucranianos a Rusia y llama a las deportaciones "evacuación". Según el Byline Times, los campos de filtración en Ucrania se están utilizando como un medio para reabastecer la mano de obra de Rusia.
Procedimientos judiciales contra Rusia
- Corte Penal Internacional
El 27 de febrero de 2022, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigara el atentado con bomba contra el jardín de infancia de Okhtyrka. Al día siguiente, Karim Khan, fiscal jefe de la CPI, dijo que planeaba abrir una investigación sobre las denuncias de crímenes de guerra en Ucrania «lo antes posible» tras el examen preliminar del caso por parte de la CPI. Treinta y nueve estados remitieron oficialmente la situación en Ucrania a la CPI. El 3 de marzo del mismo año, Khan anunció que se estaban recopilando pruebas de presuntos crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos por individuos de todos los bandos durante la invasión y que se abriría una investigación completa.
- Corte Internacional de Justicia
Ucrania presentó una demanda contra Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusando a Rusia de violar la Convención sobre el Genocidio de 1948 al alegar falsamente que el genocidio fue un pretexto para invadir. Ucrania solicitó a la CIJ que adopte medidas provisionales, una orden que ordena a Rusia que detenga su ofensiva en Ucrania. La CIJ accedió a la solicitud de Ucrania de acelerar el procedimiento. Los representantes rusos se negaron a comparecer en una audiencia judicial en el Palacio de la Paz (La Haya).
- Orden internacional de arresto contra Putin
Las Órdenes internacionales de arrestos contra Vladímir Putin y María Lvova-Belova son una orden judicial de arresto emitido el 17 de marzo del 2023, cuando la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra Vladímir Putin, presidente de Rusia, y María Lvova-Belova, Comisionada Presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, alegando responsabilidad por la deportación y transferencia ilegales de niños durante la invasión rusa de Ucrania. La orden de arresto contra Putin es la primera contra el líder de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los 123 estados miembros de la CPI están obligados a detener y transferir a Putin y Lvova-Belova si cualquiera de ellos pisa su territorio.
Impacto en las infraestructuras
El impacto de la invasión rusa en las infraestructuras de Ucrania se refiere a la manera en que el conflicto bélico ha afectado a las construcciones de carácter histórico-artístico, público o estratégico, más allá de los incontables destrozos que los bombardeos han causado a multitud de edificios residenciales, carreteras y redes de suministro. Los enfrentamientos continúan, por lo que no se conoce el daño económico exacto que la invasión de Rusia implicará para Ucrania. No obstante, en la segunda semana de marzo, el ministerio de Infraestructuras ucraniano dio una estimación del golpe que han recibido las arcas del Estado a raíz del conflicto. Según el informe, tan solo la destrucción de las infraestructuras ucranianas —lo que incluye aeropuertos, carreteras, puentes y vías ferroviarias bombardeadas— ha provocado pérdidas de US$10 000 millones. Por ello, el gobierno estimó que al país le llevará uno o dos años reconstruir estas infraestructuras, siempre y cuando Ucrania reciba ayuda exterior.
- Explosión del puente de Crimea
En la madrugada del 8 de octubre de 2022, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania, se produjo una explosión repentina en la calzada del puente de Crimea, causando el colapso de dos tramos del tablero del puente carretero. La explosión también provocó la ignición de siete vagones cisterna de un tren que circulaba por el puente ferroviario, iniciando un gran incendio.
Según los medios estatales rusos, la explosión fue causada por un camión. Vladímir Konstantínov, presidente del Consejo Estatal de la República de Crimea, acusó a Ucrania de ser responsable del suceso. Tanto Ucrania y la OTAN no han emitido una declaración oficial sobre el incidente. Altos funcionarios ucranianos declararon anteriormente que el puente sería un objetivo legítimo para un ataque con misiles.
El 17 de julio de 2023, el puente volvió a ser dañado por explosiones.
Negociaciones de paz
El 28 de febrero, los negociadores ucranianos y rusos comenzaron a realizar rondas de conversaciones en Bielorrusia para alcanzar un alto el fuego y garantizar corredores humanitarios para la evacuación de civiles. Después de tres rondas de conversaciones, no se llegó a un acuerdo general. El 7 de marzo, como condición para poner fin a la invasión, el gobierno ruso exigió la neutralidad de Ucrania, el reconocimiento de la adhesión de Crimea a Rusia y el reconocimiento de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk como estados independientes. Entre tanto, el 6 de marzo se reportó que el servicio secreto ucraniano (SBU) había ejecutado a uno de los miembros de la delegación negociadora ucraniana, identificado como Denis Kireev, quien se reunió con una delegación rusa para intentar lograr un acuerdo y que fue acusado de traición.
El 8 de marzo, el gobierno ucraniano sugirió una reunión directa con presidente ruso Vladímir Putin para poner fin a la invasión y expresó su disposición a discutir las demandas rusas. Ya el 10 de marzo, los Ministros de Relaciones Exteriores Serguéi Lavrov y Dmytró Kuleba se reunieron en Turquía para conversar en el primer contacto de alto nivel entre las dos partes desde el comienzo de la invasión. El conjunto de las negociaciones ha permitido avances en un plan de 15 puntos que garantizaría un alto el fuego y la retirada de los rusos siempre que el gobierno ucraniano se comprometa con la neutralidad.
Cobertura mediática, censura y desinformación: La guerra mediática
Unión Europea
El 28 de febrero de 2022 la UE revisa su directiva de 2014 contra quienes opinen públicamente a favor del gobierno ruso, añadiendo a 26 para alcanzar ya la cifra de 696 personas. Entre los nuevos opositores a la OTAN, hay directivos de empresas petroleras, gasísticas y bancarias rusas que han financiado o dado cobertura a la vía militar, pero también hay funcionarios que apoyaron públicamente al gobierno ruso, como Dmitry Sergeyevich Peskov, y periodistas como Tigran Edmondovich Keosayan, Olga Vladimirovna Skabeyeba y Arkady Viktorovich Mamontov.
El 1 de marzo de 2022 la UE revisa su reglamento de 2014 contra medios de prensa pro-rusos; se prohíbe distribuir la señal de «Russia today» o «Sputnik», sea por televisión (TDT) como por Internet, o hacer cualquier conexión que permita ver o recibir los medios afectos a su gobierno.
España
Desde el comienzo del conflicto, se han reportado algunos bulos en diversos medios de comunicación españoles. Por ejemplo, fue muy notoria la retransmisión de imágenes correspondientes al videojuego bélico ARMA 3 en el programa Espejo Público (cadena Antena 3) haciéndolas pasar por bombardeos rusos. En otros programas, se zanjaban tertulias con afirmaciones como que Putin es comunista como Lenin porque ambos se llamaban Vladimir (Antonio Naranjo en Todo es Mentira) o que Putin está tan desesperado por la guerra que utiliza brujas para ganarla (El Sevilla en Aruser@s), que han sido criticadas como mensajes sensacionalistas para desacreditar al líder ruso.
Algunos reporteros también fueron criticados al hablar de los refugiados ucranianos, ya que frecuentemente se destacaba de ellos que son rubios y con los ojos azules, algo que fue calificado de sensacionalista e incluso de racista por algunos sectores . En este contexto, cabe resaltar que parte de la población emigrada ucraniana es no nativa de Ucrania, y que muchos extranjeros han denunciado abusos por parte de los guardias fronterizos por motivos raciales, algo que no ha tenido mucha trascendencia en la prensa.
Federación Rusa
Las acusaciones rusas sobre un supuesto problema «neonazi» del gobierno ucraniano han sido desmentidas por organizaciones judías y cuestionadas por medios occidentales, que así mismo denuncian otras teorías conspirativas del gobierno de Putin.
- Símbolo militar Z
La letra Z del alfabeto latino (en ruso: зет) es uno de los símbolos marcados en los vehículos militares de las Fuerzas Armadas rusas involucradas en la invasión rusa de Ucrania de 2022. Se especula con que son utilizados para ayudar a las unidades militares a distinguirse de otras fuerzas aliadas o enemigas.
Como símbolo probélico, "Z" ha sido utilizado por el gobierno ruso como herramienta de propaganda. Además, civiles rusos lo han mostrado como señal de apoyo a la invasión. Fuera de Rusia, el gobierno de la República Checa ha clasificado el símbolo "Z" como un equivalente a la esvástica. Kazajistán y Kirguistán han promulgado leyes prohibiendo la exhibición pública del símbolo "Z" en vehículos.
Ucrania
El 24 de julio de 2014, dentro del proceso de lustración y con las acusaciones públicas de apoyar el separatismo y la afinidad rusa, los 32 parlamentarios del Partido Comunista son expulsados del parlamento
En abril de 2015 el parlamento prohíbe la propaganda comunista.
El 24 de julio de 2015 el Ministerio de Justicia veta el derecho del Partico Comunista a participar en procesos políticos y electorales, acogiéndose a la ley de descomunización.
En 2018 el gobierno dicta la ley marcial para las regiones límite orientales y meridionales, que son las de población más afín a Rusia (Lugansk, Donetsk, Zaporiyia, Jersón, Mikolaiv, Odesa). El 24 de febrero de 2022 el presidente la generaliza a toda Ucrania. Medidas que afectan a la guerra mediática e ideológica:
- El Estado puede tomar el control de cualquier compañía pública, privada o colectiva si lo ve necesario.
- El Estado puede someter las infraestructuras y organizaciones de comunicación y prensa a las necesidades de excepción.
- Se suspende la celebración de referendums y elecciones políticas de cualquier tipo (parlamentarias, presidenciales, municipales, etc.)
- Se suspende el derecho de reunión y manifestación, aunque sean eventos pacíficos.
- El Estado puede suspender actos políticos que comprometan las necesidades de excepción.
El 20 de marzo de 2022 el presidente firma un decreto para fusionar todas las cadenas de televisión de alcance nacional en una sola plataforma de noticias dirigida por su gobierno, acogiéndose a la Ley Marcial.
El 20 de marzo de 2022 el presidente firma la suspensión de todos los partidos políticos de izquierda, incluyendo a su oposición parlamentaria, y declarándolos pro-rusos. .
Desde el 22 de mayo de 2022 el nuevo parlamento renueva la Ley Marcial cada 90 días.
El 19 de junio de 2022 la Rada Suprema (parlamento de Ucrania) aprueba una ley de prohibición de importación o distribución de libros de Belorusia, Rusia, y los territorios reclamados por Ucrania. El 22 de junio el presidente anuncia su firma.
El 21 de junio de 2022 el Ministerio de Justicia informa de la tramitación de 17 demandas para prohibir partidos políticos por su supuesta colaboración y justificación de la invasión iniciada por Rusia.
El 22 de junio de 2023 el Presidente de Ucrania anuncia que, las elecciones presidenciales que constitucionalmente deberían renovarle o no en el cargo en 2024, solo se celebrarán en caso de que su bando venza en el conflicto armado frente a Rusia, que no son posibles las elecciones hasta el fin de la ley marcial que incluye la prohibición electoral (que él mismo y el parlamento prorrogan), y dice que igualmente después de la victoria será difícil organizar concentraciones públicas en las regiones.
Internet y redes sociales
De manera regular se ha difundido desinformación relativa al conflicto, y la cobertura mediática no ha estado exenta de controversias. Desde el inicio de los enfrentamientos, se reportaron varios bulos, como un vídeo que reflejaba un supuesto bombardeo en territorio ucraniano que se viralizó en Internet, aunque las imágenes correspondían a un videojuego. Otro ejemplo son imágenes grabadas durante las explosiones de Tianjin de 2015, que también se identificaron falsamente con bombardeos en Ucrania. Al mismo tiempo, se difundió una falsa portada de la revista Time con un fotomontaje del retrato de Vladímir Putin y Adolf Hitler con el título «The Return of History» (El regreso de la Historia).
Por su parte, Meta —compañía que agrupa a Facebook, Instagram y WhatsApp— se involucró en una polémica al no censurar que se hagan llamados agresivos contra personas y tropas rusas en sus plataformas. Sin embargo, otras compañías sí han aplicado la censura: Microsoft y Alphabet —su filial Youtube bloqueó medios de comunicación financiados por el estado ruso, incluidos los canales RT y Sputnik— implementaron un bloqueo a varios medios rusos. En el Reino Unido, Twitter eliminó varios mensajes de la embajada rusa por negar «eventos violentos» en Ucrania. También, la plataforma Duck Duck Go anunció que degradaría a rangos inferiores los resultados de búsqueda que contengan desinformación rusa.
Ramificaciones
Las sanciones internacionales y la crisis financiera en Rusia
El 28 de febrero de 2022, se bloqueó el acceso del Banco Central de Rusia a más de $400 mil millones en reservas de divisas en el extranjero y la UE impuso sanciones a diversos oligarcas y políticos rusos.
Si es necesario, llevaremos gestores externos y transferiremos esas empresas [que anunciaron la suspensión de sus productos y servicios] a los que realmente quieren trabajar.
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En Rusia, la primera ronda de sanciones económicas en respuesta a la invasión rusa de Ucrania de 2022 tuvo un efecto inmediato. La bolsa rusa se desplomó, cayendo un 39%, según lo medido por el RTS Index, el 24 de febrero, el primer día de la invasión, con caídas similares en los días siguientes. El rublo cayó a mínimos históricos cuando los rusos se apresuraron a cambiar dinero. Las bolsas de valores de Moscú y San Petersburgo fueron suspendidas. El Banco de Rusia (Banco Central) anunció sus primeras intervenciones en el mercado desde la adhesión de Crimea a Rusia en 2014 para estabilizar el mercado. También elevó las tasas de interés al 20 % y prohibió a los extranjeros vender valores locales. Las sanciones ponen al fondo soberano de Rusia en riesgo de desaparecer. Se han reportado largas filas y cajeros automáticos vacíos en ciudades rusas.
La segunda ronda de sanciones dirigida a varios bancos rusos retirados de SWIFT y con sanciones directas al Banco de Rusia vio caer el valor del rublo un 30 % frente al dólar estadounidense, a tan solo ₽119/$1 a partir del 28 de febrero. El Banco de Rusia elevó las tasas de interés al 20 % como resultado, en un intento de equilibrar el rublo que se hunde, cerró temporalmente la Bolsa de Valores de Moscú, ordenó que todas las empresas rusas vendieran el 80 % de las reservas de divisas y prohibió que los extranjeros liquidaran activos en Rusia. Luego de diferentes medidas establecidas por el banco central de Rusia el rublo logró una recuperación para principios de abril del 2022. Dentro de las medidas ejercidas por el Kremlin destacó la exigencia de que los países «hostiles» a Rusia pagaran la compra de Gas en Rublos. Debido a la crisis energética Europea, los países miembros optaron por llegar a un acuerdo en el que la UE pagará su consumo a través de Gazprombank, filial de Gazprom, que quedó fuera de la exclusión del sistema de pagos SWIFT. Para el 6 de abril el valor del Rublo frente al Euro y Dólar era similar al que tenía previo a la invasión de Ucrania. A finales de 2022, el Banco Central de Rusia anunció una contracción de la economía del país de entre un 2,5 y 3% del PIB y una inflación del 12%, datos macroeconómico mucho mejores que las predicciones de los países sancionadores.
Lista de países hostiles según Rusia
La lista de países hostiles (en ruso: Список недружественных стран, romanizado: Spisok nedruzhestvennykh stran) es una lista de Estados, territorios, regiones y entidades supranacionales publicada por el gobierno de la Federación Rusa que participan en actividades que el gobierno considera "inamistosas" o "agresivas" con Rusia.
Establecida por primera vez en mayo de 2021 con sólo dos países nombrados en la lista, Estados Unidos y la República Checa, la lista se amplió a 56 países y territorios después de que esos países impusieran sanciones contra Rusia tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Todos los 27 países miembros de la Unión Europea también están incluidos en la lista.
Los países agregados a la lista de hostiles están sujetos a ciertas restricciones de sus relaciones con el Kremlin, incluidas las comerciales y monetarias y límites de contratación en las misiones diplomáticas de los países enumerados.
Impacto económico
Como resultado de la invasión, los precios del petróleo Brent subieron brevemente por encima de los US$100 por barril por primera vez desde 2014 antes de perder algunas de sus ganancias. En total, desde el 22 de febrero, cuando comenzaron las sanciones, hasta el 28 de febrero, cuando se aplicaron las sanciones al Banco de Rusia, el precio del West Texas Intermediate y el Brent aumentaron aproximadamente $5/bbl.
Los precios del trigo subieron a sus cotas más altas desde 2008 en respuesta al ataque. Ucrania es el cuarto mayor exportador de maíz y trigo y el mayor exportador mundial de aceite de girasol, con Rusia y Ucrania exportando juntos el 29% del suministro mundial de trigo y el 75% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol. El contrato de futuros de trigo de marzo de la Junta de Comercio de Chicago alcanzó el 25 de febrero su precio más alto desde 2012, con los precios del maíz y la soja también subiendo. El presidente de la Asociación Americana de Panaderos advirtió que el precio de cualquier cosa hecha con grano comenzaría a aumentar, ya que todos los mercados de granos están interrelacionados. El economista agrícola jefe de Wells Fargo declaró que Ucrania probablemente se verá severamente limitada en su capacidad para plantar cultivos en la primavera de 2022 y perderá un año agrícola, mientras que un embargo a los cultivos rusos crearía más inflación de los precios de los alimentos. La recuperación de las capacidades de producción de cultivos puede llevar años, incluso después de que los combates se hayan detenido. El aumento de los precios del trigo como resultado del conflicto ha tensado a países como Egipto, que dependen en gran medida de las exportaciones de trigo de Rusia y Ucrania, y ha provocado temores de disturbios sociales. El 24 de febrero, China anunció que eliminaría todas las restricciones al trigo ruso, en lo que el South China Morning Post llamó un potencial «salvavidas» para la economía rusa.
Crisis alimentaria mundial
Tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como otros observadores de los mercados de productos básicos alimentarios, advirtieron sobre un colapso en el suministro de alimentos y aumentos de precios. Gran parte de la preocupación está relacionada con la escasez de suministro de cultivos de productos básicos clave, como el trigo, el maíz y las semillas oleaginosas, que podría provocar aumentos de precios. La invasión también provocó aumentos en los precios del combustible y los fertilizantes, lo que provocó más escasez de alimentos y aumentos de precios.
Incluso antes de la guerra en Ucrania, los precios de los alimentos ya estaban en niveles récord: en febrero de 2022, los precios de los alimentos aumentaron un 20% año tras año según la FAO. La guerra aumentó aún más los precios año tras año otro 40% en marzo. Se espera que los problemas agravantes, incluido el COVID-19, la invasión rusa de Ucrania y las malas cosechas relacionadas con el clima, reviertan las tendencias mundiales en la reducción del hambre y la desnutrición.
Algunas regiones, como África Oriental y Madagascar, ya estaban experimentando sequías y hambrunas debido a fallas en el sistema agrícola y cambios climáticos, y se espera que los aumentos de precios empeoren la situación. Incluso los países del Norte Global que generalmente tienen suministros de alimentos seguros, como el Reino Unido y los Estados Unidos, están comenzando a experimentar los impactos directos de la inflación de costos debido a la inseguridad alimentaria. Algunos analistas describieron los aumentos de precios como los peores desde la crisis mundial de precios de los alimentos de 2007-2008.
Tensión separatista en Moldavia
Los ataques en Transnistria de 2022 ocurrieron el 25 y 27 de abril de 2022, cuando se reportaron varias explosiones en el estado separatista de Transnistria, en Europa del Este. El incidente se da en medio de una serie de tensiones entre Moldavia y en general la OTAN, contra Rusia y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk en el marco de la invasión rusa de Ucrania.
Los ataques se produjeron una semana después de que un alto funcionario militar ruso planteara la cuestión de los hablantes rusos en Transnistria en el contexto de la invasión rusa de Ucrania, haciéndose eco de las justificaciones de Moscú para la guerra en Ucrania. El mayor general Rustam Minnekaev, comandante interino del Distrito Militar Central de Rusia, dijo que el plan de la acción militar de Rusia en Ucrania incluye tomar el control total del sur de Ucrania, lo que podría proporcionar a Rusia acceso terrestre a Transnistria.
Caída de misiles en Polonia
El incidente de Przewodów de 2022 se desarrolló aproximadamente a las 15:40 del 15 de noviembre de 2022, Associated Press informó que dos misiles habían alcanzado el territorio de Polonia en el pueblo de Przewodów (Voivodato de Lublin), cerca de la frontera con Ucrania. El suceso ocurrió durante un ataque mayor contra ciudades e instalaciones energéticas de Ucrania por parte de Rusia. Fue el primer ataque que golpeó el territorio de la OTAN durante la invasión rusa de Ucrania de 2022.
Los medios polacos informaron que dos personas murieron en una explosión, en una planta de granos. Funcionarios polacos declararon que se desconocía la causa de la explosión. La estación polaca Radio ZET informó que dos cohetes perdidos cayeron sobre la ciudad, provocando la explosión. Los miembros de la OTAN comenzaron a revisar la evidencia poco después de que se informara sobre el ataque.
Reacciones
La Unión Europea y sus Estados miembros
La respuesta de la Unión Europea a la invasión rusa de Ucrania hace referencia a las diferentes medidas implementadas por esta organización internacional y sus Estados miembros para contrarrestar los efectos de la agresión rusa iniciada en febrero de 2022. Desde el inicio de la intervención militar, la UE y varios de sus aliados decidieron aumentar las sanciones contra el gobierno ruso iniciadas en 2014 en una medida que buscaba «paralizar» la capacidad rusa para «financiar su maquinaria de guerra» y dificultar su manejo de activos para obtener liquidez. Adicionalmente, varios gobiernos nacionales de los Estados miembros de la UE decidieron enviar armamento y ayuda económica al gobierno ucraniano, así como facilitar la entrada de refugiados ucranianos a sus respectivos territorios.
Entre tanto el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció un rearme del ejército de su país de proporciones nunca vistas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Además, Alemania negó la certificación de gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 —que finalmente perjudicaría a Ucrania—, cuya construcción finalizó en 2021, pero que aún no había entrado en funcionamiento.
La OTAN
Tras la invasión rusa de Ucrania, la OTAN celebró la Cumbre de Madrid de 2022, donde se concordaron varios puntos: a) el aumento de tropas que los países miembros ponen a disposición de la organización; b) que Rusia sea observada como una amenaza directa, dejando de considerarse como aliado estratégico, debido a sus decisiones respecto a la política exterior y, especialmente, a la guerra de Ucrania; c) que China sea considerada un desafío sistemático por sus abstenciones en el Consejo de Seguridad de la ONU y por su apoyo a Rusia en la invasión a Ucrania; y d) que Turquía levantara el veto sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, permitiendo así su invitación formal a pertenecer a la OTAN, rompiendo su histórica neutralidad. Además, esta adhesión permitiría a la OTAN tener más kilómetros de frontera directa con Rusia. Así, Finlandia se unió el 4 de abril de 2023, mientras que Suecia sigue a la espera.
Naciones Unidas
El secretario general António Guterres afirmó que la invasión rusa fue «el momento más triste de mi mandato» y llamó a Putin a retirar sus tropas «en nombre de la humanidad».
La Resolución A/ES-11/L.1 de la Asamblea General de las Naciones Unidas fue aprobada el 2 de marzo de 2022, en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
La resolución condena la invasión de Rusia, ayudada por Bielorrusia, luego que el Consejo de Seguridad de la ONU no lograra hacerlo el 25 de febrero debido al veto por voto negativo de Rusia.
La resolución se adoptó en la decimoprimera sesión de emergencia de la Asamblea General (la primera desde 1982) y constituyó la decimocuarta vez que la Asamblea General pasaba por encima de un veto emitido en el Consejo de Seguridad ante situaciones de amenazas para la paz, quebrantamiento de la paz o un acto de agresión, de conformidad con la resolución 377 de la Asamblea General adoptada en 1950.
Un total de 106 países suscribieron el borrador de resolución, que fue aprobado con 141 votos a favor, 5 en contra, 35 abstenciones y 13 ausencias, tras dos días de discursos de 117 de los 193 países miembros de las Naciones Unidas.
Durante septiembre Rusia anunció la realización de un referéndum en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, entre los días 23 y 27 de septiembre. El Consejo de Seguridad de la ONU vetó a Rusia en su intento de anexar las regiones con la abstención de cuatro países (China, Brasil, India y Gabón). El 12 de octubre la Asamblea general de la ONU rechazó por mayoría el referéndum hecho por Rusia en las cuatro regiones ucranianas, con resultados de 143 votos a favor, 35 abstenciones (entre ellos China, Sudáfrica, India y Cuba) y únicamente 5 votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria). La resolución solicita a Rusia dar marcha atrás a las anexiones de estos territorios y le exige que retire sus tropas inmediatamente y sin condiciones de Ucrania.
Consejo de Europa
El 25 de febrero, el Comité de Ministros del Consejo de Europa decidió suspender a Rusia de sus derechos de representación en el Comité de Ministros y en la Asamblea Parlamentaria. En los días siguientes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares indicando a Rusia que se abstuviera de realizar ataques militares contra civiles y bienes de carácter civil y garantizara el acceso a rutas de evacuación seguras, atención médica, alimentos y otros suministros esenciales, acceso rápido y paso sin restricciones de ayuda humanitaria y movimiento de trabajadores humanitarios. Rusia respondió acusando a los países de la OTAN y de la UE de haber socavado el Consejo Europeo y anunciando su intención de retirarse de la organización. El 15 de marzo, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, notificó al Secretario General la decisión de retirarse del Consejo de Europa y denunciar la Convención Europea de Derechos Humanos.
Protestas contra la invasión
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo el 8 de marzo que unas 12 700 personas habían sido detenidas en Rusia por haber participado en protestas contra la guerra de Ucrania, ya que Rusia había emitido una declaración para no participar en protestas «no autorizadas». Las autoridades rusas advirtieron a los rusos de las repercusiones legales por unirse a las protestas contra la guerra. Más de 60 activistas y periodistas rusos han sido arrestados.
El ganador del Premio Nobel de la Paz ruso Dmitri Murátov anunció que el periódico Nóvaya Gazeta publicaría su próxima edición tanto en ucraniano como en ruso. Murátov y otros firmaron un documento afirmando que Ucrania no era una amenaza para Rusia y pidiendo a los ciudadanos rusos «que digan No a esta guerra». La periodista Elena Chernenko de Kommersant, distribuyó una carta abierta crítica que fue firmada por 170 periodistas y académicos.
Debido a los ataques por parte de Rusia a Ucrania, se produjeron manifestaciones alrededor del mundo, por lo general, usando la bandera de Ucrania y carteles o pancartas con frases que instan a que se dé un fin a la guerra. Dichas manifestaciones se desarrollaron tanto en ciudades de países como: Alemania, Argentina, Armenia, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, Francia, Georgia, Hungría, Islandia, Irlanda, Japón, Kazajistán, Luxemburgo, Malasia, México, Moldavia, Países Bajos, Rumania, Reino Unido, Uruguay y Venezuela.
Prohibición de partidos en Ucrania
El 20 de marzo, el presidente Zelenski anunció que el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania suspendió la actividad de once partidos políticos, acusándolos de actividades prorrusas, entre ellos el principal partido de la oposición, Plataforma de Oposición - Por la Vida. Los otros son partidos sin representación en la Rada Suprema: Oposición de la Izquierda, Partido Socialista Progresista de Ucrania, Partido Socialista de Ucrania, Unión de las Fuerzas de la Izquierda, Socialistas, Nashi (Nosotros), Partido de Sharí, Bloque de la Oposición, Bloque de Volodymyr Saldo y Derzhava. La prohibición durará mientras dure la ley marcial. Estos partidos se unen al Partido Comunista de Ucrania, prohibido en 2015. El 21 de junio Ucrania informó de que están estudiando prohibir otros 17 partidos.
Opiniones de analistas y políticos de terceros países
Sobre la expansión de la OTAN: nuestras diferencias en la Guerra Fría fueron con el régimen comunista soviético. Y ahora le estamos dando la espalda a las mismas personas que organizaron la mayor revolución incruenta de la historia para derrocar al régimen soviético. Y la democracia de Rusia está tan avanzada, si no más, que cualquiera de estos países que acabamos de firmar para defender de Rusia. Por supuesto que va a haber una mala reacción de Rusia, y luego [los expansores de la OTAN] dirán que siempre les dijimos que así son los rusos.
—George F. Kennan (1998)
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Tras la adhesión de Crimea a Rusia en 2014, no han sido pocas las opiniones que predecían un conflicto a gran escala entre ambos países. Numerosos académicos y expertos, especialmente entre los de enfoque realista, como John Mearsheimer, empezaron a anticipar que el desequilibrio estratégico y la imposibilidad de aplicar el protocolo de Minsk degeneraría en guerra por la dificultad de encontrar una salida diplomática a la situación. Por otro lado, desde sectores contrarios a Occidente, se esperaba que el futuro conflicto tendría origen en provocaciones y expansionismo atlantista que forzarían la respuesta de Rusia.
No obstante, en 2021 y principios de 2022, las imágenes por satélite de la progresiva acumulación de tropas y equipos rusos cerca de la frontera con Ucrania y especialmente los posteriores informes de inteligencia estadounidenses prediciendo la invasión generaron un creciente debate entre los analistas y expertos acerca de las posiblidades de que Rusia estuviera preparándose para una agresión preventiva a Ucrania.
Mientras que una parte del sector realista calificó la invasión inminente como una posibilidad real, la mayoría de los académicos, aunque sí esperaban un conflicto entre los países en algún momento del futuro, no creían que los movimientos de tropas de Rusia fueran más que un instrumento de presión. Tampoco desde las posturas más favorables a Rusia se creía posible una acción militar semejante sin una agresión previa, considerando las advertencias sobre una posible invasión como alarmismo.
Entre tanto, varias personalidades políticas que anteriormente se habían mostrado afines a Vladímir Putin intentaron distanciarse de este como resultado de la crisis. En la Unión Europea, Marine Le Pen, dirigente de la Agrupación Nacional —quien recibió financiación de bancos rusos en su campaña para las elecciones presidenciales de Francia de 2017— buscó distanciarse de Putin de cara a las elecciones de 2022; y en Italia, Matteo Salvini, cuyo partido Lega firmó acuerdos de cooperación con el partido Rusia Unida de Putin, condenó la agresión. Por otro lado, Alexander Gauland, de Alternativa para Alemania —partido que ha mostrado cercanía con Rusia, especialmente en la antigua Alemania Oriental, donde es popular—, culpó a la OTAN por la guerra.
Por su parte, el expresidente estadounidense Donald Trump elogió a Putin al igual que distintas figuras de la derecha estadounidense. En otro sentido, el político británico Nigel Farage, quien aseguró no creer que Rusia invadiría Ucrania, admitió públicamente su error.
Véase también
En inglés: 2022 Russian invasion of Ukraine Facts for Kids
- Frontera entre Rusia y Ucrania
- Putinismo
- Irredentismo ruso
- Ataques a civiles en la invasión rusa de Ucrania