Berbería para niños
Berbería o costa berberisca fue el nombre que los europeos usaron desde el siglo XVI hasta el siglo XIX para referirse a las zonas costeras de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. En Europa, este término se usaba principalmente para hablar de los piratas y de los grupos que capturaban personas en esas costas, ya que estas actividades eran una parte importante de su economía. Representaban una amenaza constante para los barcos comerciales y para las ciudades costeras del mar Mediterráneo.
Contenido
Historia de la Berbería
El nombre "Berbería" apareció por primera vez en Italia alrededor del año 1500. Proviene de la palabra "bárbaro" y se usaba para referirse al norte de África. Con el tiempo, el término se popularizó en escritos y diccionarios, y se empezó a usar para hablar específicamente de los habitantes de las costas del norte de África. La palabra "bereber", que se refiere a los pueblos indígenas de la región, surgió más tarde, hacia 1860, y no tiene relación directa con el significado original de "bárbaro".
Gobiernos y territorios
Esta región casi nunca tuvo un gobierno unificado, excepto por cortos periodos bajo el Imperio almohade (siglo XII) y los háfsidas. Antes del siglo XVI, la Berbería incluía los territorios de Ifriquiya, Marruecos y un estado argelino en el centro-oeste con capital en Tlemcen o Tiaret. A partir del siglo XVI, los mapas europeos también mostraron que la Berbería incluía regiones del interior del continente africano.
Entre los gobernantes más conocidos de estos territorios estaban el pachá o bey de Argel, el bey de Túnez y el bey de Trípoli. La Regencia de Argel, o Argelia, era el estado más poderoso del norte de África. Argel era la ciudad más importante, centro del poder argelino y hogar de una flota muy temida. Esta flota obligó a la mayoría de los países de Europa y a Estados Unidos a pagarles tributos durante gran parte de la Edad Moderna y la Edad Contemporánea.
Actividades principales
Las actividades principales en la Berbería eran la piratería, que consistía en asaltar barcos, y las "razias", que eran ataques a las costas europeas. Estas actividades se realizaban tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico cercano, llegando desde Irlanda hasta las Azores. La palabra "razia" viene del árabe "ḡāzyah", que significa "ataque", y se refería a las incursiones rápidas de los piratas berberiscos en territorio enemigo (cristiano) para conseguir bienes o capturar personas.
Se calcula que más de un millón de personas fueron capturadas en las costas del Mediterráneo entre 1500 y 1800. Esta práctica, que comenzó con la llegada del Islam al norte de África y España en el siglo VIII, continuó hasta mediados del siglo XIX.
Declive de los estados berberiscos
A principios del siglo XIX, Estados Unidos, un país nuevo, no quiso seguir pagando a los piratas berberiscos para proteger sus barcos. Por eso, atacó la región de Tripolitania para liberar a los estadounidenses que habían sido capturados y para poner fin a la piratería en la zona. Esta acción en Trípoli (1805) se considera la primera vez que Estados Unidos intervino militarmente fuera de sus fronteras.
En 1816, una flota de barcos ingleses y holandeses bombardeó Argel, lo que debilitó a la flota pirata y obligó al bey de Argel a aceptar las condiciones impuestas. Esta derrota marcó el inicio del declive de los estados berberiscos, aunque la piratería no terminó de inmediato. Hubo otra incursión británica en Argel en 1824.
En 1830, Francia ocupó Argel para establecer su control colonial, y luego hizo lo mismo con Túnez en 1881. Trípoli pasó a estar bajo el control directo del Imperio otomano en 1835, hasta que Italia la tomó en 1911 durante la guerra entre Italia y Turquía. En resumen, a medida que avanzaba el siglo XIX, las actividades de los estados berberiscos se redujeron y finalmente terminaron debido al establecimiento de protectorados europeos en el norte de África y la retirada del Imperio otomano del Mediterráneo occidental.
Portugal y la Berbería
Desde 1232 hasta 1245, se realizaron varias expediciones desde las islas Baleares hacia el sur, siguiendo el espíritu de las cruzadas. Los conflictos entre las tribus árabes y bereberes, junto con los reyes moros, llevaron a la caída del Imperio almohade en 1230. Después, surgieron tres reinos rivales: los Hafsidas en Túnez, los ziyánidas en Tremecén y los benimerines en Fez. La lucha llegó hasta Tremecén, donde se construyó un muro que protegía un palacio y una mezquita.
En el siglo XV, los portugueses conquistaron ciudades importantes en África. El rey Juan I de Portugal tomó Ceuta en 1415. Sin embargo, en 1437, sufrieron una derrota en Tánger, donde el infante Fernando fue capturado y murió en Fez en 1445. Tánger finalmente cayó en 1471, después de que sus habitantes la abandonaran. Los portugueses también bloquearon Casablanca y obligaron a los líderes de Safí y Azamor a pagarles tributo. En 1496 y 1501, intentaron sin éxito tomar Mazalquivir.
España y la Berbería
Para la historia de España, la región de Berbería fue muy importante porque muchos moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo que vivían en España) se refugiaron allí. Durante los reinados de Felipe III y Felipe IV, estos moriscos fueron muy activos en la piratería. Por ejemplo, la República de Salé estaba gobernada por piratas berberiscos que, usando el conocimiento que los moriscos recién llegados tenían de las costas españolas, atacaron la costa este de España durante gran parte del siglo XVII.
Los castellanos convirtieron Sevilla (tomada en 1248) en un gran puerto y un lugar para construir barcos. Con la ayuda de portugueses, aragoneses, genoveses y caballeros franceses y alemanes, tomaron Algeciras, un evento que fue celebrado en toda la cristiandad. Los musulmanes perdieron el control del estrecho. Castilla inició la conquista de Granada. El reino nazarí de Granada recibió apoyo de las tribus del norte de África, que les proporcionaban armas, caballos, municiones y alimentos. A cambio, Granada les daba seda, frutas, cerámica y personas capturadas.
Después de la desaparición del Reino de Granada, Fernando el Católico organizó varias expediciones para combatir la piratería berberisca y tomar lugares importantes en el norte de África. En 1497, tomaron Melilla, un refugio seguro para los piratas turcos y argelinos que atacaban las costas del sur y este de España, donde contaban con el apoyo de los moriscos. En 1506, cayó la villa fortificada de Cazaza, cerca de Melilla, en la península de Tres Forcas. Cazaza se perdió en 1536 debido a la traición de algunos de los prisioneros que formaban la guarnición. También en 1497, desde Sicilia, los españoles ocuparon la isla de Gelves (Yerba), pero la abandonaron pronto en 1500 al iniciar una nueva campaña en Italia.
En 1505, desde Málaga, se tomó Mazalquivir, una plaza cercana a Orán. Un intento de tomar Orán en junio de 1507 fracasó. De 1508 a 1522, los castellanos ocuparon el Peñón de Vélez de la Gomera, a pesar de estar en zona portuguesa. Se perdió y luego pasó a manos de Barbarroja, un bey turco de Argel. En 1509, una flota y un ejército de Cartagena tomaron la ciudad de Orán a los ziyánidas. En 1510, se tomaron Bugía y Trípoli, mientras que las ciudades de Túnez y Argel ofrecieron lealtad al rey católico (pagando tributo). Sin embargo, en 1510, los ejércitos españoles no pudieron tomar Gelves.
El emperador Carlos V mantuvo la iniciativa atacando lugares en la Berbería, desde Melilla hasta Trípoli. En 1535, la expedición de Carlos V tomó La Goleta para los españoles, y Túnez, ciudad que fue entregada al rey vasallo, Muley Hacen. Las actividades piratas de Barbarroja, al servicio del emperador otomano Solimán el Magnífico, aumentaron con gran éxito por todo el Mediterráneo. Un nuevo intento de Carlos V para tomar Argel en 1541 fracasó, y el Mediterráneo quedó bajo control otomano hasta la Batalla de Lepanto en 1571. Trípoli se mantuvo hasta 1551, cuando fue tomada por Barbarroja y Dragut.
Después de la victoria sobre los otomanos en la batalla de Lepanto (1571), cristianos y musulmanes continuaron enfrentándose en el mar. En el siglo XVII, los piratas turco-bereberes, incluyendo a los moros expulsados de España y a muchos cristianos que habían cambiado de bando, adaptaron la forma europea de construir y armar barcos. Extendieron sus actividades de corso al océano Atlántico, llegando incluso a Islandia en una de sus incursiones.
En 1614, los españoles tomaron La Mámora (la actual Mehdía). La decisión de conquistarla fue parte de una campaña contra los corsarios en las costas de Marruecos, que ya había llevado a la toma de Larache en 1610. Esto se hizo para evitar que los holandeses se asentaran en el puerto y atacaran más fácilmente la flota de Indias española, a pesar de que había una tregua de doce años. Renombrada como San Miguel de Ultramar, La Mámora permaneció bajo dominio español durante 67 años, hasta que fue conquistada en 1681 por el sultán alauí Ismaíl de Marruecos.
En 1617, los piratas turco-bereberes comenzaron sus ataques hacia el noroeste de España (Galicia) con el asalto al estuario de Vigo y el saqueo e incendio de Cangas. Así, durante todo el siglo, amenazaron el comercio marítimo y las aldeas costeras, capturando a sus habitantes y afectando las actividades de pesca. Alrededor de 1621, se creó una flota hispana para defenderse de los corsarios berberiscos y de los holandeses, pero apenas logró su objetivo.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Barbary Coast Facts for Kids