Eduardo Davidson para niños
Eduardo Davidson (nacido en Baracoa, Cuba, el 30 de octubre de 1929 y fallecido el 10 de junio de 1994) fue un talentoso músico y compositor cubano. Es conocido por crear el ritmo de la pachanga, que se hizo muy popular en su época.
Según el Dr. Cristóbal Díaz Ayala, su verdadero nombre era Claudio Cuza.
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Primeros años y talentos de Eduardo Davidson
Eduardo Davidson nació y pasó su infancia y juventud en la ciudad de Baracoa, que se encuentra en la provincia de Guantánamo, al sureste de Cuba. Desde joven, mostró muchos talentos. No solo componía música, sino que también escribía guiones para programas de televisión (telenovelas) y era un buen bailarín. Era una persona muy creativa, siguiendo los pasos de otros artistas de su región.
¿Cuándo se mudó a La Habana?
A finales de la década de 1940, Eduardo Davidson se mudó a La Habana, la capital de Cuba. Allí, su carrera musical comenzó a despegar.
El inicio de su carrera musical
En 1957, Eduardo Davidson se estableció como compositor en la compañía discográfica Panart. Al principio, contó con la ayuda de Orlando Fundora, quien era hermano del director de la orquesta La Sublime, Melquiades Fundora. Orlando le escribía las partes de piano y hacía los arreglos musicales para que sus canciones pudieran ser interpretadas por una orquesta. Así fue como Davidson conoció a la famosa orquesta La Sublime.
Primeras canciones conocidas
Las primeras canciones de Eduardo Davidson que se hicieron populares fueron Eleggua Inko, interpretada por la cantante Gina Martin, y Sabor de Cuba, grabada por la Orquesta Sublime. Estas canciones mostraron su estilo único y su habilidad para crear melodías pegadizas.
La creación de la pachanga
En 1959, Eduardo Davidson compuso la música de La pachanga, una canción que cambiaría el panorama musical. La Orquesta Sublime la grabó, y Rolando Fundora añadió un sonido especial con el güiro (un instrumento de percusión) y un ritmo particular de las tumbadoras (tambores).
El éxito de la pachanga
La pachanga se convirtió en un éxito rotundo. Su ritmo alegre y contagioso hizo que la gente quisiera bailarla en todas partes. Un crítico musical, José Torres Cindrón, escribió en 1961 que la pachanga había llegado para quedarse y que había vuelto "locos" a miles de personas con su ritmo. Se bailaba en fiestas familiares y en clubes nocturnos, contagiando a todos los amantes de la música. Ya no se decía "vamos a rumbear" o "a mambear", sino "a la pachanguera".
Otras canciones de pachanga
Durante esta época de gran éxito, Davidson compuso otras canciones con el ritmo de pachanga, como Lola Catula y La viuda del muerto.
Música para televisión y otros ritmos
Cuando el chachachá, otro ritmo cubano, se hizo muy popular, Eduardo Davidson también compuso temas para la televisión cubana. Algunas de sus canciones para la televisión fueron Yo siempre arriba, Sobando el son y Azúcar saláa.
Además, compuso música para telenovelas, como Ayúdame Dios mío y El batey de las pasiones.
Explorando nuevos ritmos
A mediados de 1961, Eduardo Davidson viajó a Nueva York, Estados Unidos. Allí, en 1962, logró que otro de sus ritmos se hiciera conocido: el bimbí. Este ritmo era una mezcla de música afro y samba brasileña, mostrando su creatividad para combinar diferentes estilos.
En 1967, intentó crear otro ritmo llamado "le frisón", pero este no tuvo el mismo éxito que la pachanga o el bimbí.
En 1968, publicó un disco llamado Le chien (que significa 'el perro' en francés), con canciones cantadas en francés.
Últimos años
Eduardo Davidson falleció en Nueva York en 1994. Aunque en sus últimos años no fue tan recordado como en la época de la pachanga, su legado musical sigue vivo, especialmente por haber creado uno de los ritmos más alegres y bailables de la música cubana.